Moción...¡Sí! Son socialistas pero antes…
Prefacio. Por la llegada de Zapatero a Legio con un discurso deslavazado de postiza conciliación, arranco hoy con él, para empezar diciendo que su espiche es un verdadero galimatías, y además dañino para los leoneses. Máxime cuando de modo absurdo trata de vendernos lo “bueno del ente”, que por inexacto, o a contrario sensu... ¡Eesulta insultante!
Los paños calientes que propone: “Más autonomía para León”´, dentro del ente actual, me desasosiega decirlo... ¡Es la soberbia desfachatez de un muñidor político 'arreglalotodo'! Si no lo sabe se lo digo, nos han despersonalizado y abocado a la ruina socioeconómica. ¿Para nosotros no valen los derechos constitucionales? Tremendo daño el que nos infiere hoy. Por favor: ¡¡¡Váyase señor Zapatero!!!
Introducción prevista
Como es sabido, en plena resaca emocional del SÍ a la Moción por la autonomía leonesa, llegó la frenada desde las altas esferas de PSOE nacional en la voz de Esther Peña, diputada nacional (burgalesa) y portavoz federal del PSOE. Tras escucharlas debemos entender que, allí, no meditan, ni miden, ni respetan cuando los perjudicados son poco potentes socialmente, sin voto, sin voz política y demasiado sufridos, como es el caso de los leoneses.
Soliloquio
Óscar Puente, ese personaje, a quien valoré positivamente en su momento de ayuda a Pedro Sánchez , cuando éste buscaba el apoyo de las bases socialistas en su empeño de luchar por la Secretaría General, entonces era alcalde de Valladolid. Luego, vicisitudes varias le llevarían a obtener la sinecura ministerial desde la que nos está literalmente abrasando, ejemplo: usurpación del Noroeste, con el apoyo europeo bien dirigido, sin duelo alguno para la defunción de lo leonés, y creaciones ex novo, para Valladolid y entorno.
Ayer, leyendo una entrevista que le hacían sobre la Moción, en la que decía “entender y respetar” el 'sí' formulado en la Diputación por la autonomía leonesa, en algunas de sus respuestas quise apreciar unos momentos de introspección culposa. ¿Era ilusorio pensar que intentaba enjugar dolos al decir “es la provincia actualmente más perjudicada, socioeconómicamente, y merece otro trato”?
El agua de la jofaina en la que podía estar lavándose las manos, en plan Pilatos, de paso la usaba para enfriar euforias: “Hay que buscar fórmulas de encaje para que se sientan más a gusto”. Y, generoso, a medio gas dice que lo leonés: “Quizá necesita políticos locales con mejores ideas, pero es lo que hay”.
Dueto Cendón-Tudanca, sin ajustar el timbre
Una cantata de ansia de poder, mando provincial y autonómico, con un ojo más allá en los matritenses sillones federales.
Al superior provincial Cendón, como dicen los niños, tal parece que le hubiera comido la lengua el gato, respecto a la Moción. Aunque ahora con la boca pequeña, diga que no ha frenado a nadie, “como en ocasiones municipales anteriores”. Y añado yo, algo que hizo a fondo.
Está silente, y casi a regañadientes dejará enfriar la Moción, y de paso intentará, en el juego de poderes, meter miedo a Tudanca, del que hablaré mañana.
En otro foro, sonando a disculpa, o como para reposicionarse, aseguró que “no es que León quiera irse, es que la Junta se ha ido de León”.
¿¡Cómo es posible!?
No querer ver el deterioro de lo leonés y hablar de doña Urraca I en el Parlamento que, aunque esté bien, muy bien, hoy no es lo prioritario. Sí, en cambio lo es, tomando como apoyo lo vital leonés socioeconómico, decadente por cuestión centralista acaparadora autonómica, atender al sentir del pueblo y al abrigo de lo constitucional dar los primeros pasos para poner en marcha la Autonomía 18. No gravosa para el Estado (demostrado en el IAL... ¡Léalo!) y vital para nuestros intereses.
Pregunto a los políticos de León...
¿Se han parado a pensar ustedes, los políticos de León, de una y otra mano, por qué lo de 'ser leonés' es otra cosa? Por ejemplo, una posición anímica para un compromiso antepuesto a partidismos. Cuando, además, la autonomía a conseguir —¡la 18!— no les representa pérdida alguna de 'puestos de trabajo'. Esto, en especial, para los egoístas actores del colaboracionismo.
Porque la vertiente buena, la de colocar a los leoneses en el camino autonómico propio, del que nunca –¡Nunca!– debieron sacarnos, les cuesta entenderla y más aún acometerla desde el imperativo partidista. Ñues supone escuchar la voz del pueblo, esa que matizan con supuesta ideología, suplantando al sentimiento de ser leonés... ¡Libre!
Mi percepción sobre la versión Courel
Corta, porque así lo fue en el tiempo. Tras el SÍ a la Moción, pasó a ofrecernos su mejor postura, incluso hilvanando con El Bierzo, viniendo a decir, más o menos: “Es lo que tocaba, esta Comunidad es un despropósito”.
Lo que justificaba la actuación socialista en el pleno de la institución que preside, aprobando la Moción UPL de Autonomía para León. Y lo lanzaba, en aquel momento, con cierta dosis de euforia, en su salida a los medios.
Corroboraba el 'sí' a la Moción. Tal parecía el comunicado de un triunfo.