El impacto hiperlocal de la 'guerra' de aranceles de Trump: “La gente no sabe todo lo americano que hay en su día a día”

Interior de la tienda Taste of America en León.

Sara Lombas

10 de abril de 2025 08:27 h

El mundo entero se ha sacudido tras los anuncios de aplicación del 20% de aranceles al aluminio y acero que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto a los países de la Unión Europea, entre ellos España. Como respuesta a esta guerra económica, la Unión Europea ha respondido con otro 25% de aranceles a las importaciones de varios productos procedentes de Estados Unidos, cuya lista completa se ha acordado por los 27 este miércoles 9 de abril y está formada por 1.600 productos. 

A pesar de esta amplia cifra, importantes productos estadounidenses no contarán con este incremento del 25%, como es el caso del whiskey bourbon, ante la amenaza de Trump de aumentar un 200% el impuesto al vino español. Minerales, plásticos, maquinaria y electrónica son los bienes que se verán más afectados. 

La incertidumbre en esta guerra económica es muy alta. Durante la noche del miércoles, Trump anunciaba una pausa de 90 días a los aranceles, aunque mantendrá un 10% a todos los países afectados, excepto a China a quien le aplica ahora un aumento del 125%. La Comisión Europea ha recibido esta noticia como una ventana para la negociación, aunque no abandonan la prudencia.

Los aranceles europeos comenzarán a aplicarse el 15 de abril, aunque lo harán en varias fases. Los productos afectados desde mediados de este mes afectan a 3.900 millones de euros en exportaciones; pero el grueso (13.500 millones) se activarán el 16 de mayo y un puñado (productos como la soja o las almendras por un importe de 3.500 millones) tendrán la tasa extraordinaria a partir del 1 de diciembre. El abanico de los bienes es amplísimo: desde comida (salchichas, mantequilla de cacahuete, huevos...) hasta maquinaria (frigoríficos, hornos...) pasando por ropa (interior, de bebé, los vaqueros...) y un largo etcétera.

Es pronto para conocer los efectos económicos que tendrá esta guerra económica, aunque ya se estima que el daño de la guerra comercial afectará a unos 360.000 o 380.000 millones de euros en exportaciones de la UE.

A nivel hiperlocal, es todavía imposible prever hasta qué punto afectará la subida de aranceles entre la UE y EEUU, pero la ciudad de León cuenta con un comercio local que está muy pendiente de lo que sucede entre ambos lados del Pacífico, ya que la mayor parte de sus productos provienen de la potencia norteamericana. 

César es el dueño de Taste of América, la tienda de productos americanos de León que se encuentra en la calle Conde Luna. Después de pasar varios veranos durante su juventud en Estados Unidos, hace once años tuvo la oportunidad de abrir un negocio y decidió que estaría dedicado a los productos americanos: “La gente está muy confundida cuando piensa que la comida americana son solo hamburguesas”, defiende, habiendo probado la gastronomía multicultural de su madre americana, que había sido cocinera muchos años en Nueva Orleans. 

Con la idea de traer a León parte de la cultura americana, César abrió las puertas de esta tienda que lleva más de una década en funcionamiento: “Y eso que nadie daba un duro”, rememora. Un numeroso grupo de jóvenes entra durante la entrevista a la tienda, comentando los diferentes sabores de sus refrescos y golosinas favoritas que quieren probar ese día. 

Ahora que Trump ha regresado a la Casa Blanca, César quiere destacar que, si bien su tienda puede ser la más afectada en la ciudad de León por ser especializada en productos americanos, todos los leoneses notarán el encarecimiento de muchos productos de origen americano en los supermercados: “Al final a mí me puede afectar pero yo no vendo nada de primera necesidad, si algo me deja de funcionar puedo no traerlo. Es que la gente no se da cuenta de todo lo americano que hay en su día a día”.

“Si me dicen que entra el azúcar, me matan”

En sus estanterías se pueden adquirir refrescos tan populares en Estados Unidos como la marca Prime (creada por los youtubers Logan Paul y KSI), marcas de cereales que se pueden ver escenas de desayuno en series o películas producidas en América, la icónica mantequilla de cacahuete y varias botellas de whiskey bourbon, entre otras múltiples variedades de alimentos que no se encuentran en cualquier supermercado español. 

Entre toda esta variedad de productos César celebra que el bourbon haya salido de la lista de productos a los que se les aplicarán aranceles: “Parece que esta vez el bourbon se ha librado, que es algo que nos podría afectar. Si me dicen que entra el azúcar, me matan”, explica, con razón, ya que una gran parte de su inventario está formada por dulces. 

El dueño de la tienda americana leonesa, rememora que durante el anterior mandato de Trump la Unión Europea ya impuso aranceles a cambio de otros que Washington había aplicado a productos europeos tras las ayudas y subsidios europeos a Airbus: “La otra vez, de los más afectados fue la crema de cacahuete. La vendíamos a 5,99 y pasó a estar a 8,99 euros. Es el arancel con el que contestó Europa”. 

“Europa se tiene que defender, pero una guerra comercial no se puede ganar”

Ahora, la crema de cacahuete vuelve a estar en la lista de productos afectados por ese incremento del 25% de aranceles. El dueño de Taste of América destaca que se trata de productos que se compran sin ser de necesidad y que el escenario complejo será el que implique una crisis generalizada, en la que la gente tiene que apretarse el cinturón y dejarán de comprar sus productos porque aquellos que sí son de primera necesidad se han encarecido demasiado: “A mí esto me puede afectar, pero lo peor es lo que ocurrirá a nivel social”, lamenta. 

Otra de las cuestiones que preocupan a César es el boicot hacia productos americanos: “En mi caso la clientela siempre ha sido lineal. Es verdad que me ha ido mucho mejor con Obama o Biden. No es que haya un impacto si gana uno u otro, pero Trump fue muy polémico la primera vez y esta segunda ha entrado como un elefante en una cacharrería”, explica. “Al final aquí el que es hater (odiador) de lo americano, porque esos siempre los ha habido, ya no venía de antes a comprar”. 

“Europa se tiene que defender, pero una guerra comercial no se puede ganar”, lamenta César, que se mantiene a la espera de conocer, como todos los ciudadanos europeos, el alcance de los daños que puede provocar este choque económico entre las dos potencias. 

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