Los trenes centenarios que León quiere reactivar: del Ponfeblino a la Ruta de la Plata y la vuelta de Feve al centro

Vías del Ferrocarril Tren Ruta de la Plata

Antonio Vega

El tren que unía Astorga y Plasencia (Extremadura) ha comenzado el año 2025 cumpliendo 40 desde que los pasajeros dejaron de circular por una línea abierta al tráfico ferroviario en 1896 siguiendo el trazado creado en época romana que unía el oeste peninsular. Fue el último día del año de 1984 cuando se ejecutó el cierre a los pasajeros de la vía, junto a muchas otras en España, en un plan de recortes del gobierno de Felipe González. El tráfico de mercancías permaneció en activo hasta 1996.

En los primeros meses del 2025 se espera un primer informe del estudio de viabilidad de su reapertura encargado por el Ministerio de Transportes, que se elevará a definitivo en 2026. Mucho tiempo para los colectivos defensores de su reapertura que reclaman al Gobierno que abrevie los plazos y ponga en marcha reuniones para acelerar la inversión para su reapertura, desconfiando de sus intenciones tras no haber sido priorizado el trazado en los planes presentados en la Unión Europea, que lo llevan al horizonte del año 2050.

“Sobran razones ambientales, sociales y económicas para un eje Norte-Sur que facilitaría una autopista ferroviaria en la que desembocarían salidas naturales portuguesas como Faro-Huelva, Elvas-Mérida, Vila Formoso-Salamanca”, señalan desde la plataforma Corredor del Oeste Ruta de la Plata que defiende que “Su aportación reticular a un diseño del ferrocarril radial, propio del XIX, sería incuestionable y un aporte esencial a la movilidad de toda su ciudadanía”.

Un estudio independiente ha cifrado en 1.900 millones de euros la inversión necesaria en obras para recuperar el trayecto entre Astorga y Plasencia, ya que casi no necesitaría expropiaciones, aunque buena parte del trazado se ha reconvertido en vías verdes de trazado sin traviesas. El Ministerio de Transportes de Óscar Puente anunció hace escasas fechas las obras de una nueva estación de tren en Valladolid por un importe de 250 millones de euros.

En los últimos meses los colectivos que defienden su reapertura han protagonizado manifestaciones y concentraciones en diversas ciudades para reclamar “justicia” para el oeste peninsular, particularmente afectado por la despoblación y datos económicos inferiores a los del resto del país. Plasencia, Zamora o Astorga han acogido protestas que mantienen viva la reivindicación y que tendrán continuidad en 2025 en Cádiz, Astorga y Pola de Lena (Asturias). Porque, señalan, el beneficio de unir las ciudades de Astorga y Plasencia, es entroncar con el resto de la red y unir los puertos atlánticos de Asturias y Galicia con los de Huelva y Cádiz.

El propio Comisionado para el Corredor Atlántico del Gobierno de España señaló como “vital” para España la reapertura del trazado ferroviario. Aunque de momento ese hecho se ha convertido en trifulca política en el Congreso de los Diputados, que rechazaron una moción del PP en ese sentido, con acusaciones cruzadas de “oportunismo político”. El ministro Óscar Puente señaló que su reapertura debe ser una cuestión “puramente racional”.

Polémica en el Ponfeblino: apoyo de Repsol por parques eólicos

Otro de los trenes que León espera recuperar de forma inmediata es el histórico Ponfeblino, la línea férrea que unía Ponferrada y Villablino que lleva cerrada al tráfico de pasajeros desde 1980 y de forma total desde 2014 cuando transportó el último convoy con carbón. Ahora espera unas obras que acumulan un notable retraso en su licitación y cuenta con cuatro millones de euros de transición justa para su puesta en marcha envuelto en una última polémica: el apoyo, o 'chantaje' según algunos grupos políticos, de la petrolera Repsol condicionado a que vean la luz sus polémicos parques eólicos en la sierra de Gistredo.

El Consorcio del Ponfeblino, que ahora dirige el alcalde de Villablino Mario Rivas, ha aceptado negociar con la petrolera apoyo al proyecto con la oposición del Ayuntamiento de Páramo del Sil, que también rechaza de forma rotunda los parques eólicos de Repsol en su municipio y el resto de la Sierra de Gistredo. Incluso a la Junta de Castilla y León, la propietaria del Ponfeblino que ha cedido al consorcio para que lo gestiones, le ha parecido mal que el apoyo al proyecto esté supeditado de los parques eólicos.

Los últimos pasajeros que circularon por el Ponfeblino fueron políticos. Ocurrió en 1998 y era cuando se gestó la idea de un uso turístico para el ferrocarril que nació en 1919 a causa de la primera guerra mundial, cuando se construyó para garantizar el suministro de carbón en España en una época de escasez por la contienda internacional. Fue el único de gestión privada en España durante toda su existencia, en manos de la antigua Minero Siderúrgica de Ponferrada, y sus casi 64 kilómetros se construyeron en solo un año.

El proyecto de recuperación de las vías para su uso turístico es uno de los más anhelados de la transición justa en las comarcas berciana y lacianiega tras el fin de la minería y de las térmicas sin demasiadas alternativas. Los municipios implicados y el Consejo Comarcal aspiran a configurar un referente turístico en el noroeste de España, como otros trenes turísticos de éxito en zonas como Cataluña o Baleares. El nuevo plazo dado para licitar la obra es en este mes de enero tras varios incumplimientos y un proceso burocrático que se ha alargado demasiado en el tiempo.

El tren de FEVE

Otro de los trenes para el que que se espera una solución en el 2025 es la llegada al centro de la ciudad de León, como toda la vida, del tren de la antigua Feve, la línea de ferrocarril de vía estrecha hoy bajo la denominación de Ancho Métrico y Renfe Cercanías. El pasado mes de noviembre miles de leoneses salieron a la calle para recorrer el tramo desde el apeadero de La Asunción-Universidad hasta la estación de Matallana ubicada en el centro de la ciudad y reivindicar que los trenes vuelvan a llegar hasta allí como ocurría hasta el año 2014.

En septiembre del año 2011 los trenes de Feve, como todo el mundo sigue llamando a la línea, dejaron de circular desde el centro de León hasta el apeadero cercano al campus. Se suponía que de forma temporal mientras se ejecutaban las obras para realizar un tramo urbano de tren-tran, un híbrido de tranvía que conectaría con la red tranviaria diseñada bajo la alcaldía de Paco Fernández y que decayó con el gobierno del PP de Emilio Gutiérrez y la posterior crisis económica. Incluso se llegaron a encargar los trenes-tranvía y se tuvo que pagar una indemnización millonaria a la alemana Stadler por no ejecutar el contrato.

El trazado centenario del tren, que se puso en marcha en 1923, y llega hasta el País Vasco atravesando la Montaña Oriental leonesa, encalló en el tramo urbano de León pese a que se hicieron obras, por más de 10 millones de euros, pero que no han salido de ser actualmente un paseo. El supuesto obstáculo, la seguridad para que los trenes llegen al centro, tras haber quedado este tramo fuera de la red de interés general en época del gobierno del PP de Mariano Rajoy. Hasta la fecha en los sucesivos ministerios nadie ha sido capaz de sacar adelante un informe que devuelva los trenes al centro.

Los problemas en Feve en estos años han sido innumerables, desde jornadas sin trenes por falta de maquinistas a ausencia de control de viajeros, que colectivos de su defensa opinaban era una estrategia para desincentivar su uso. Lo último, un recorte de personal en la estación de Cistierna, la principal de emision y origen de viajeros en el trazado leonés, que ha motivado nuevas protestas.

El alcalde de León, José Antonio Diez, se abrió a otras alternativas como un corredor verde que le conllevaron numerosas críticas aunque asegura que 'no renuncia' a que los trenes lleguen al centro. Participó en la manifestación y ha reclamado la implicación de la Junta, que ya financia la línea parcialmente, para hacer que los trenes vuelvan, lo que los colectivos que salieron a la calle consideran irrenunciable.

La situación por el momento sigue siendo la misma, declaraciones públicas de ánimo de que los trenes vuelvan al centro mientras el tiempo sigue pasando y se va por el año 14 sin trenes desde la vieja estación de Matallana, en un tren con un profundo arraigo emocional en la ciudad leonesa, como quedó demostrado en la exitosa manifestación de noviembre. La última palabra, en el Ministerio de Transportes.

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