El Ponfeblino, un proyecto de ilusión que no acaba de arrancar enmarañado en la burocracia
El proyecto para resucitar el trazado ferroviario Ponferrada-Villablino en un tren turístico se atraganta con la burocracia. Según recoge el acta de la última reunión de la asamblea general del Consorcio Ponfeblino, celebrada el pasado 2 de abril, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico se sigue retrasando en el pago de la subvención concedida hace ya un año para su puesta en marcha.
A una pregunta del representante del Consejo Comarcal de El Bierzo, Antonio Cuellas, sobre cuál era el dinero ingresado a esa fecha por Transición Ecológica, la presidenta del ente que lo impulsa, Alicia García, alcaldesa de Paramo del Sil, informó que solo se había ingresado como anticipo el 30% de la ayuda concedida, 1.199.756,72 euros. En el acta, publicada en la web del Consorcio el 11 de junio, recoge un error de transcripción, pues el 30% de la subvención de 3.999.189,06 euros concedida, es 1.199.756,72 euros y no la cantidad anotada.
Las bases de la resolución del Instituto de Transición Justa, que es quien gestiona estas subvenciones, establecen que las obras deben estar ejecutadas a 30 de junio de 2026. Y que, además, estaba previsto que los pagos se hicieran en tres fases, dos del 30% y una final del 40%, en un proceso que se va a alargar bastante.
El 11 de junio este medio preguntó al Consorcio sobre las previsiones de nuevas liberaciones de fondos y la posibilidad y previsión de sacar a concurso la ejecución de las obras, que se habían previsto inicialmente para 2023 pero se fueron retrasando 'sine die' por la falta de medios. Transcurrido más de un mes, aún no se han respondido nuestras preguntas. Por lo que no hay constancia de cuando se van a liberar nuevas cantidades económicas de la citada subvención y cuando se van a poder sacar a concurso la ejecución de las obras.
El Ponfeblino es un proyecto muy ilusionante, que ya en declaraciones a la prensa en julio de 2023 Alicia García aseguraba que “es nuestra intención sacar a licitación el proyecto en cuanto los pliegos administrativos estén rematados”, pero la realidad señala que una cosa son las intenciones y proyectos y otra distinta las realidades y los hechos.
Otro de los miembros de la asamblea del Consorcio, el alcalde de Villablino, Mario Rivas, aseguraba recientemente en otro medio de comunicación que esperaba que el proyecto se pudiese adjudicar en el mes de junio, después de llevar un año de espera.
El Consorcio del Tren Turístico Ponfeblino, cuyos estatutos fueron aprobados y publicados en el BOCyL de 12 de agosto de 2016 está integrado por el Consejo Comarcal del Bierzo y los ayuntamientos de Ponferrada, Cubillos del Sil, Toreno, Páramo del Sil, Palacios del Sil y Villablino, de los que cada uno aporta un representante en la Asamblea General. Y su objetivo principal es la puesta en marcha de tren turístico que es una de las esperanzas de desarrollo de las comarcas de Laciana y El Bierzo desde el fin de la minería.
El Ponfeblino unió en 1919 Ponferrada y Villablino, construído en menos de un año. Durante setenta años transportó pasajeros entre ambas comarcas, además del carbón producido en la comarca lacianiega. En 1980 se cerró al tráfico de pasajeros, todavía con máquinas de vapor, y en el 2012 circularon los últimos trenes con carbón. En 1998 se celebró uno viaje promocional de pasajeros, el último que consta, para celebrar la inversión en el ferrocarril y como precursor de los trenes turísticos, que hoy 26 años después sigue sin ser una realidad.
Los vagones tolvas de MSP, chatarra
Mientras tanto la empresa Solanas Recuperaciones Industriales SL, que compró en febrero los vagones tolva del antiguo ferrocarril de MSP en la subasta realizada por la consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León, está a punto de acabar de achatarrar el lote de los ubicados en las vías de Villablino.
Los vagones y su destino final, convertirse en chatarra, son una metáfora de la existencia de la otrora floreciente, bulliciosa y productiva comarca de Laciana que va languideciendo ante la apatía e indiferencia general, de una sociedad local, que parece haber perdido ya de forma definitiva, una de sus señas de identidad propia, forjada con el espíritu de lucha.
Los 120 vagones tolva, de ellos 40 en las vías del lavadero y de la estación de Villablino y los otros 80 en las de Cubillos del Sil, fueron adquiridos en la quinta subasta abierta por la Consejería de Fomento el pasado día 2 de febrero por la empresa cordobesa Solanas Recuperaciones Industriales SL por 462.000 euros.
Las subastas anteriores habían quedado desiertas. Y pese a las rebajas sucesivas fijadas en el precio de salida, no habían encontrado comprador. La primera subasta a finales del año 2021, salía con unos precios mínimos de 3.194.449 de euros; distribuidos en 1.061.866 de euros para el lote de Villablino y 2.132.582 de euros para el lote de Cubillos del Sil, en los que además no se incluía el IVA.
Finalmente, el importe pagado por el lote de vagones completo ha resultado ser poco más del catorce por ciento del precio inicial pretendido. A cada vagón se le daba un valor de salida de 26.620 euros y se ha comprado por 3.850 euros, por la empresa Solanas Recuperaciones Industriales. Por lo que era previsible el destino que se iba a dar a las tolvas, convertirlas en chatarra.
El lote de Villablino ya está prácticamente liquidado. Este pasado sábado, mientras los operarios hacían labores de mantenimiento y reparación de la maquinaria empleada, tan solo quedaban por achatarrar 9 tolvas completas y otras cinco, volcadas a las que se les ha eliminado el sistema de rodadura, con sus ruedas y ejes.
Todo este material estaba almacenado en las vías del antiguo lavadero de MSP en Villablino, dónde comenzaron con los trabajos de achatarramiento hace apenas 20 días; y de donde también se han llevado los residuos de la chatarra conseguida, cargados en camiones.
Cuando finalicen los trabajos de liquidación de estas tolvas, quedarán como vestigios históricos de este sistema de transporte minero, las 20 que la Junta de Castilla y León cedió al Consorcio del Ponfeblino antes de que comenzara la serie de subastas
