Las mejores heladerías de la provincia de León: un paseo por un sabor artesanal y refrescante

Helados artesanos de Coladilla.

Nuria V. Martín

Yo soy una fan incondicional de los helados de chocolate, casi independientemente de la época del año. Hay una razón: mi madre en el embarazo se zampaba ella sola tarrinas de litro, ahora se entiende mi adicción, ¿no? Pero no me vale cualquier helado de chocolate. Y mira que hay... Pero tiene que ser con leche, suave, al estilo italiano. Una misión que no es tan fácil si buscas un sabor tan concreto, pero creo que esta cata he encontrado 'El helado' de mi vida. Así que quiero compartirlo con vosotros. Además, recorrer las mejores heladerías de León es también una manera de explorar la provincia. Cada parada ofrece un helado excepcional y un refrigerio para todos los sentidos.

Helados Coladilla

Nos encontramos con Fernando Yuste, de Heladería Coladilla, en la romería de Murias de Paredes, literalmente, con el carrito del helado. Así que en lo que degustamos algunas de sus elaboraciones artesanas nos cuenta que llevan desde 1992. “Teníamos vacas, vendíamos la leche a la industria, pero ahí en la montaña llegó un momento que eso ya no era negocio, porque las vacas en la montaña producen leche de mucha calidad, pero poca. Y entonces decidimos empezar a transformar. Hacíamos queso, luego yogur (que es por lo que más se les conoce) y enseguida helado. Empezamos a hacer helado a primeros de los 2000”, cuenta la historia de su negocio familiar.

La materia prima del helado es leche (que en Coladilla utilizan la del ordeño de la noche), nata y azúcar, aunque los sabores van variando por temporada. “No tenemos una paleta estándar, pero más o menos hacemos los sabores tradicionales: chocolate (aunque este año ha subido un 70%), nata, vainilla (que ha bajado con respecto al año anterior), fresa, avellana... Y luego incorporamos siempre alguno, como el pistacho o arándano. Además, hacemos uno de castaña para la gente de Ancares. Y elaboramos algún helado temático así de vez en cuando, pues puede ser de cerveza. Ahora tenemos uno de crema de orujo, pero son eventuales”, enumera Fernando los helados. Y pone en valor que han recuperado el carrito, donde antaño los heladeros mntecaban los helados con hielo y sal en recipientes donde se rodeaban de paja, y posteriormente corcho, y estaban tapados para que conservara el frío. Ahora los avances permiten poder tener la vista todas las opciones, los cuales ya empiezan a producir en Semana Santa y alargas hasta la Feria de los Productos de León de octubre. Así que si queréis ir a probarlo, al igual que hace mucho turista de las grandes ciudades cuando van de excursión a la Cueva de Valporquero, tenéis que pasar a verles.

Holy Cow

En el corazón del Barrio Romántico de León, la plaza Torres de Omaña alberga uno de los tesoros más dulces de la ciudad: Holy Cow. Con más de una década de tradición, Daniele, el maestro heladero al frente, ha sabido ganarse el paladar y el corazón de los leoneses y visitantes. Es un lugar donde se respira la pasión por lo artesanal. Cada día, Daniele y su equipo preparan una gama de productos que va más allá de los helados. Las tartas, crepes y cafés especiales son un deleite para cualquier amante de los dulces. La heladería es famosa por sus sabores italianos tradicionales, pero también por innovar constantemente, ofreciendo nuevas creaciones que sorprenden a los clientes, como ha sido con el caso del ‘Lexit’, que sacaron para las elecciones del 23, con un regusto leonesista. No es raro ver filas de personas esperando para probar sus delicias, especialmente en los cálidos días de verano.

L’Oasis

Para aquellos dispuestos a desplazarse por la gastronomía, Sahechores de Rueda es una parada obligada, concretamente en la avenida Padre Moratiel, 10. Este establecimiento, fundado en 1983 por Pili, quien trajo consigo la tradición heladera de Bélgica a la Montaña Leonesa, se ha convertido en un clásico del verano. L’Oasis se caracteriza por su extensa variedad de sabores. Desde los tradicionales como turrón y leche merengada, hasta combinaciones más innovadoras como queso con arándanos, kiwi y piña, y el exquisito Kinder Bueno, cada visita es una oportunidad para descubrir algo nuevo. La terraza del establecimiento es el lugar perfecto para disfrutar de sus helados y granizados, como el peculiar granizado de Coca-Cola o cerveza, ideal para combatir el calor del verano leonés.

Sin duda, estas heladerías endulzan los días más calurosos, con cada cucharada, se comparte un pedacito de la cultura por la buena comida que caracteriza a esta región. 

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