El agua de la vida de León: un recorrido por sus fuentes históricas de León

Desde el año 1992 se ha establecido que el 22 de marzo es el Día Internacional del agua. Dicha fecha se instauró en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en Río de Janeiro, donde La Asamblea General de la ONU consideró necesario poner en valor un recurso tan necesario como el agua.
León fue la primera ciudad de España en contar con agua corriente. Desde tiempos de los romanos, este elemento vital ha sido fundamental en la estructura de la ciudad, y su peso se ha reflejado en las fuentes que surgieron, especialmente durante el siglo XVII, para abastecer a la población y embellecer las plazas. Durante los reinados de Carlos III y Carlos IV, la instalación de fuentes, caños y pozos en León se convirtió en una prioridad. No sólo mitigaban la sed de los ciudadanos, sino que también embellecían la ciudad. Estos puntos de agua se convirtieron en espacios de interacción social. Alguna de las fuentes más emblemáticas de León son:
Fuente de San Marcelo
Una de las fuentes más hermosas de León es la de San Marcelo, datada en 1786. Destaca por su exuberancia barroca y su ubicación privilegiada en el centro de la ciudad, cerca de la Iglesia de San Marcelo y el Palacio de los Guzmanes. A la sombra de los árboles que la rodeaban, unos tilos con mucha historia, aparcaban carruajes de la época para trasladar a las personas, cumpliendo una función similar a los taxis modernos.
Fuente de San Isidoro

Fechada en 1787, originalmente coronada por un imponente león (destruido por los temporales de 1958 y reemplazado por una obra de Andrés Seoane), esta fuente se sitúa frente a la Basílica de San Isidoro. En el año 1000, en esta plaza se formaba una gran laguna donde los peregrinos se bañaban y lavaban sus ropas antes de entrar en la basílica.
El siglo XVIII trajo a León un espíritu progresista y de reconstrucción. Arquitectos y escultores madrileños, como Isidro Cruela, Mariano Salvatierra y Félix Cusac, dejaron un sello peculiar en las fuentes de la ciudad, con símbolos masones ocultos. Estos mensajes ocultos salpican la ciudad de curiosidades y leyendas. Por ejemplo, la Fuente del Mercado y la Fuente de San Isidoro contienen columnas masónicas que representan las del Templo de Salomón.
Fuente del Mercado

También conocida como la ‘Fuente de los niños’ por las estatuas que representan a los ríos Bernesga y Torío, la Fuente del Mercado se encuentra en la plaza del Grano u oficialmente Santa María del Camino. Inaugurada el 25 de agosto de 1789, esta fuente servía de alivio durante tiempos de hambruna, con el obispo Cuadrillero distribuyendo pan a los necesitados.
Caño Badillo

La fuente de Caño Badillo, en funcionamiento desde 1788, es la más modesta de la ciudad. Escondida en un hueco de la muralla, servía tanto para refrescar a los viandantes como para abrevadero del ganado. También era utilizada por los correos de postas que hacían parada en el célebre Mesón del Ángel, regido por el tío Lucas y su mujer Frascuela.
Algunas fuentes de León han sufrido el abandono y la desidia institucional. Por ejemplo, la restauración de la fuente del Caño Badillo quedó a medias, y es necesario rellenar los huecos de la cerca y recuperar el espacio.
La fuente de Neptuno


La Fuente de Neptuno es una de las más monumentales de León. Construida en 1789, presidió primero la plaza de Regla antes de ser desmantelada y reubicada varias veces, incluso de la Plaza Mayor.
Desde 1949 encontró su hogar definitivo en el romántico jardín de San Francisco. Esta fuente, con su pedestal cilíndrico y tritones sosteniendo gansos, culmina en una estatua de Neptuno, el dios de los mares.
Fuente del Portillo
Desde 1791, la Fuente del Portillo ha servido a viajeros, peregrinos y labradores de la Sobarriba. Durante la ocupación napoleónica y las guerras carlistas, esta fuente fue testigo de grandes episodios históricos.
Esta fuente, que presidió la primera ronda de León en el siglo XVIII, fue testigo del crimen de Covadonga Sobrino, quien mató y descuartizó a su novio por celos. Según la leyenda, sirvió los restos como tapa en la venta que regentaba.
Fuente de San Martín
Situada en la calle Plegaria, la Fuente de San Martín, datada de 1791 y remozada en 1801, fue testigo de los trágicos hechos del 7 de junio de 1810, cuando patriotas leoneses fueron fusilados durante la invasión napoleónica.
Las fuentes monumentales de León, elementos históricos y artísticos de gran interés, proporcionan frescos rincones en los días calurosos. Las fuentes de León no sólo son testigos mudos de la historia, sino también activos participantes en la vida diaria de sus ciudadanos. Cada una de estas estructuras ofrece un vistazo al pasado y una lección sobre la importancia del agua en la vida urbana. En la actualidad, continúan siendo lugares de encuentro y atracción turística, recordándonos la rica herencia cultural de León.