Vox defiende desde la Junta construir más pantanos en León y aumentar los ya existentes

El consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas (Vox), junto a la única balsa de regadío de Valladolid, con agua de Riaño.

Carlos J. Domínguez

El partido político Vox en Castilla y León, donde forma parte del Gobierno autonómico, nunca ha escondido su apuesta clara por que la provincia de León se convierta aún mucho más en una reserva energética para garantizar solidariamente la soberanía de suministro eléctrico en España. Por eso, ya es conocida su apuesta por la reapertura de las minas de carbón ya cerradas, de las térmicas que queman ese carbón y el de importación, todas ellas en fase de desmantelamiento, la construcción de nuevos pantanos en los valles y ríos de la provincia y hasta de la instalación de energía nuclear, como han señalado para La Robla.

En esos términos lo defendía cuando hace menos de un año la formación elaboraba y presentaba en las Cortes de Castilla y León una Proposición no de Ley para su aprobación en el Parlamento autonómico con medidas como las mencionadas para garantizar para España una “suficiencia energética” aún admitiendo que, por otra parte, León y Castilla y León ya tienen esa suficiencia a día de hoy con el actual nivel de generación de energías renovables, eólica y solar o fotovoltaica e hidroeléctrica.

Sin embargo, el partido de extrema derecha abogaba por que “el futuro de León tiene que estar anclado a sus recursos naturales”, argumentó el procurador autonómico por la provincia, Miguel Suárez Arca.

En el caso concreto de los pantanos, León ya asume desde hace décadas numerosas infraestructuras en varios de sus ríos y valles, la mayor parte planeadas y algunas ejecutadas bajo la dictadura de Francisco Franco, y siempre generando grandes traumas sociales con abandono forzado de los pueblos que iban a ser anegados, como pasó en Villameca, Porma, Luna o más recientemente en Riaño.

Vox acaba de concretar ahora mucho más cuáles serían sus planes específicos para la provincia, planes que piden ejecutar al actual Gobierno o que planearían en caso de formar parte de él, y que pasan por la creación todavía de más pantanos, alguno de ellos de nueva construcción, otros inundando aún más los valles actuales ampliando las presas y su capacidad de almacenaje de agua y un sinfín de balsas en numerosos ríos que bajan como siempre lo hicieron, sin regulación.

“El doble” de la regulación actual, pide Dueñas

Hace apenas unos días, el consejero de Agricultura y Ganadería, Gerardo Dueñas, elegido por Vox dentro del Gobierno de la Junta, en un desayuno informativo con la Agencia Ical, pedía al Gobierno central que trate a Castilla y León “de una manera similar a otras comunidades” y permita crecer en superficie de regadío con “mayor regulación” de sus aguas hasta el millón de hectáreas, “el doble” que la cifra actual.

En detalle, el dirigente de Vox pidió pasar “del 31 al 50% de capacidad de regulación” de los ríos autonómicos, en referencia, lógicamente, a aquellos que como los de León permiten realizar pantanos y balsas por su orografía, ya que en provincias como Valladolid resulta prácticamente imposible.

Luna y Porma, más grandes aún

Fue ahí donde detalló que sus planes pasarían por recrecer las presas de los grandes pantanos de Barrios de Luna y Porma en la provincia leonesa, los cuales tienen hoy 308 y 317 hectómetros cúbicos de agua. Es decir, son el tercer y cuarto pantano con más capacidad de líquido en la cuenca del Duero, solo superado por Riaño. También propone Dueñas el aumento de las presas de Requejada (Palencia, con 58,7 hectómetros) y Santa Teresa (Salamanca, con 496).

Además, el responsable autonómico de Agricultura señaló a las cuencas de los ríos Esla, el Cea y el Valderaduey, todas ellas en León, con “pequeñas estructuras” para que “siempre haya agua”, a pesar de que el primero ya lo regula Riaño. Sería ejecutando nuevas balsas a otras alturas de su recorrido. Y por si no fuera poco, abogó literalmente por la construcción de “una nueva presa” o una “balsa importante”, la cual en este caso no detalló si sería en León o no.

A su juicio, para realizar estos proyectos se necesitaría del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico porque la Junta, recordó, “no es competente en titularidad del agua”. “Sí tenemos 60 millones encima de la mesa para que, cuando decida el Ministerio, con un convenio tradicional, con Seiasa o a través de fondos Next Generation, se quiera poner en movimiento esta modernización”, concluyó, lamentando, en todo caso, que “el Gobierno central no apueste para nada”, en referencia al actual de Pedro Sánchez.

La motivación de Vox no es, como a veces defienden otros colectivos o partidos, por garantizar el agua que podría escasear a causa de los efectos del cambio climático, el cual la extrema derecha niega, y contra la que ha presentado iniciativas para derogar leyes estatales, sino la garantía de riego suficiente aguas abajo de León.

El 'mar' de Valladolid con agua leonesa

El consejero ya tuvo ocasión de sacar pecho este mismo año con la inauguración, en gran parte con agua procedente de Riaño, de un pequeño pantano para garantizar regadíos de las provincias de Valladolid y de Palencia, en concreto tres municipios de Valladolid (Herrín de Campos, Villafrades de Campos y Villalón de Campos) y el palentino de Boadilla de Rioseco.

Se trata de una gran balsa del tamaño de 117 campos de fútbol en la que la Junta sí ha invertido fondos propios, en concreto 17 millones de euros para almacenar hasta 10 hectómetros cúbicos de agua. Parte de ese agua procede de Riaño y forma parte de las obras de transformación del regadío de la zona regable del sector IV del Canal Cea-Carrión.

Un trasvase que lleva líquido hasta polígonos industriales

El trasvase Cea-Carrión puso en marcha hace 25 años de manera temporal, en tanto no se ejecutaran otras infraestructuras como los pantanos de Las Cuezas en Tierra de Campos y lleva el agua de la montaña leonesa incluso a polígonos industriales de Valladolid. A pesar de que León ha exigido varias veces el fin de ese trasvase, incluso con acuerdos en la Diputación leonesa, y el Gobierno comienza a dar los primeros pasos en el nuevo Plan Hidrológico, la Junta ha abogado sistemáticamente porque quede vigente para siempre. Y no lo ha defendido únicamente la actual Consejería de Vox sino que durante años lo mantuvo así el actual alcalde de Valladolid, y entonces consejero de Agricultura, Jesús Carnero.

Se trata de que sea la provincia de León, la que más ríos y riqueza fluvial posee de España, la que sustente el líquido que necesitan las provincias de aguas abajo, haciendo así que una provincia con cero pantanos, como lo es Valladolid, haya recibido sin sacrificio alguno una ingente lluvia de millones de euros para llegar a incrementar su superficie de regadío modernizado en más de un 31% en la última década, mientras León espera todavía el remate de la mayoría de los proyectos de modernización prometidos cuando hace cuatro décadas se inundó por completo el valle de Riaño.

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