Tejiendo León a pedaladas: las rutas que unen El Bierzo, Cabrera y Ancares con la vecina Galicia
La tercera parte de ‘Tejiendo León a pedaladas’ desemboca en Galicia, tanto en Lugo como en Ourense. Recorreremos puertos como el de Fuente de la Cueva (Fonte da Cova), O Cebreiro, O Portelo y Ancares desde la comarca del Bierzo. Al igual que ocurre entre León y Zamora, los lazos de Galicia con El Bierzo son infinitos. Vamos allá.
Ponferrada-Corporales-La Baña-Sobradelo-Ponferrada
Esta primera ruta, quizá la más dura de todas las de esta serie, nace en la capital del Bierzo y pasando por dos pedanías de Ponferrada como son Salas de los Barrios y San Cristóbal de Valdueza (con su teixu milenario dañado recientemente) llegamos al alto del Morredeiru (según los lingüistas en castellano sería Moridero, el topónimo Morredero no tendría sentido, ya que solo se castellanizó la parte deiru y se dejó en asturlenés Morre) con unas vistas privilegiadas sobre el Bierzo.
Pedal a pedal nos dirigimos al Alto de Portillinos, el Llano de las Ovejas, divisamos el nacimiento del río Eria, bajamos hasta Corporales (donde tuvo lugar el famoso tiroteo de la partida de Girón en enero de 1951), subimos a Peña Guda, en Ñogare saludamos al río Cabreira y tras atravesar localidades tales como Encinéu o Llousadiella entramos en A Baña, capital de la pizarra, un negocio que, por lo que divisó el viajero, no es todo lo respetuoso con la naturaleza como debería. En esta localidad era obligatorio reponer fuerzas y dormir a la sombra una pequeña siesta.
La subida hasta Fuente de la Cueva (Fonte da Cova) se hace larga, muy larga, pero al final siempre se llega. Una vez allí, se ven los restos de una estación de esquí y unas vistas espectaculares de la provincia de Ourense. La bajada, igual que la subida, es muy prolongada, pero en este caso se disfruta bastante más. El pueblo icónico de esta bajada es Casaio, localidad conocida por su majestuoso teixedal y por albergar la conocida como Ciudad de la Selva, sede de los fuxidos durante la Guerra Civil y la represión franquista. Al final de la bajada nos esperaba Sobradelo, que albergaba esa tarde de sábado una competición acuática en las aguas del río Sil.
Ya de vuelta, localidades como Puente de Domingo Flórez, dos pequeños embalses, Carucedo y su lago, Santalla con su caballero templario tallado, Priaranza con su primera fosa exhumada con métodos científicos y Villalibre, nos escoltan de vuelta a Ponferrada, concretamente al Toralín, estadio municipal de la Sociedad Deportiva Ponferradina, lugar de inicio de la ruta y fin de la ruta.
Villafranca-O Cebreiro-O Portelo-Villafranca
Esta ruta es en su primera parte, sin duda, la más transitada de las que discurren por España, ya que coincide, hasta O Cebreiro, con el Camino Francés. Hay rutas que pueden morir de éxito, y esta, lamentablemente, puede ser una de ellas. Solo hay que fijarse en esta estadística que nos ofrece la editorial Buen Camino.
Saliendo de Villafranca a las nueve de la mañana el número de peregrinos llega a imponer, pero por carretera, paralelo a su caminar, se hace más llevadero. Perexe, Trabadelo, A Portela o Ruitelán son algunos de los pueblos regados por el río Valcarce y testigos de uno de los derrumbes más previsibles desde su construcción debido a las prisas por la apertura. El 7 de junio de 2022 el viaducto de O Castro se vino abajo y a día de hoy la estructura sigue sin estar operativa completamente.
Pasando el pueblo de Hospital empieza la ascensión a O Cebreiro, localidad a la que se llega con un considerable esfuerzo, pero que nos recibe con sus pallozas, sus calles de piedra, sus vistas y con decenas y decenas de peregrinos y varios autobuses.
Dejando atrás la multitud, la carretera nos lleva a Piedrafita do Cebreiro, donde cogeremos la carretera que nos lleve a la comarca lucense de Cervantes y por una carretera en muy mal estado, que en breve será arreglada gracias a que la Vuelta ciclista a España pasará por ella, llegamos a O Portelo, de nuevo límite entre León y Galicia. Desde aquí a Balboa, localidad icónica en el Bierzo, el recorrido se hace en un agradable descenso. Será en Balboa donde, a la sombra de una palloza, tomaremos un refresco para reponer fuerzas. A Ambasmestas se llega por una carretera en buen estado y desde aquí, volviendo sobre nuestros pasos, regresamos a Villafranca, donde guardamos la bicicleta. Si me permiten un consejo, diríjanse a la Taberna del Che, en Carracedelo, donde comer con buena compañía es uno de esos placeres a los que no se puede renunciar.
Villafranca-Vega de Espinareda-Suarbol-Villafranca
Esta última ruta en la parte oeste de la provincia es una marcha que llevaba por nombre Ancares Road Warrios que se celebró hasta 2018. Una ruta muy dura para hacer en un solo día y que recorreremos de forma más tranquila haciendo noche en Piornedo. La ruta sale de la que fuera capital del Bierzo, Villafranca, localidad que merece ser recorrida sin prisas, disfrutando de sus dos ríos, el Burbia y el Valcarce, sus calles, sus edificios religiosos y sus restaurantes.
Dejando Villafranca nos dirigimos a la capital del vino, Cacabelos, subiremos al alto de Ocero y bajaremos a Vega de Espinareda, donde veremos de nuevo el río Cúa con su puente de piedra y una playa fluvial. Mención también merece el Monasterio de San Andrés de Vega, que fue restaurado en parte recientemente.
De Vega salimos dirección Sésamo y de aquí al alto Lumeras, donde un descenso continuado desemboca en el valle de Ancares. El ayuntamiento Candín solicitó llamarse Ancares, como es de justicia, y finalmente lo hizo con el nombre Valle de Ancares, pese a las trabas puestas por la comunidad vecina a pesar que ni un solo metro de Galicia recibe las aguas del río Ancares ni pertenece a dicho valle. Candín será el pueblo elegido para comer algo y coger fuerzas para lo que nos espera. La subida al puerto de Ancares es la más dura para el viajero de toda la serie de este mes de agosto, y que como la anterior, será recorrida por la Vuelta a España. Dejar la bicicleta y disfrutar de las vistas de este puerto es una obligación, y abrigarse para descenderlo, otra, ya que la velocidad que se alcanza es importante. Al llegar a la bifurcación entre Balouta y Suarbol, elegimos la segunda y desde aquí, ya en la vecina Galicia, hacemos fin de etapa en Piornedo, localidad que supo conservar sus pallozas y que posee un hotel rural construido por una familia oriunda, que emigró a Barcelona para luego volver que es todo un ejemplo de buen trato y de respeto por lo autóctono.
Recorrer una mañana de domingo esta parte de Galicia es un placer, desayunar en Piornedo a primera hora, también. Ese desayuno es necesario para subir al alto A Campa da Braña y al Alto Sete Carballos. Desde aquí hasta A Ponte de Doiras es prácticamente un continuo descenso que hay que disfrutar como se merece. Luego vendrá la última subida del recorrido, hasta O Portelo, conocido de la ruta anterior y desde este a Villafranca, donde un aperitivo para reponer fuerzas antes de dar por concluido el fin de semana es más que merecido. ¡Nos vemos en la siguiente!