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Varios mineros dijeron sentir síntomas de intoxicación días antes del accidente mortal de Cerredo

Vista de la bocamina cerrada el pasado lunes en la mina de Cerredo, en el concejo asturiano de Degaña.

EFE

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Varios trabajadores de la mina Cerredo en Asturias, que sufrió el pasado lunes un accidente en el que murieron cinco mineros y otros cuatro resultaron heridos, manifestaron sentir síntomas leves de una posible intoxicación de gas días antes del fatal accidente por una explosión de grisú en la tercera planta de la explotación.

Así lo han confirmado a Efe fuentes sindicales y cercanas a las familias de estos trabajadores, lo que podría apuntar la posibilidad de la presencia del gas días antes del accidente. La acumulación de grisú es la principal hipótesis de las causas de la explosión con la que trabajan los inspectores.

Algunos de estos trabajadores, entre los que se encuentran fallecidos, habrían comunicado a sus familiares días antes de la explosión que se encontraban mal e incluso varios acudieron al centro de salud aunque ninguno revistió gravedad. Los síntomas que presentaban eran malestar general y dolor de cabeza, detallaron.

Según las mismas fuentes, las intoxicaciones que habrían sido de carácter leve eran una muestra de la concentración de grisú, un gas imperceptible pero que desplaza al oxígeno y cuya acumulación en zonas cerradas como minas en la que no exista la suficiente ventilación puede provocar este tipo de intoxicaciones. Si la acumulación de gas va a más se puede producir una explosión si hay algún tipo de iniciador a través de cualquier tipo de chispa.

Las investigaciones se centran ahora en conocer si los trabajadores continuaron trabajando a pesar de la concentración de grisú, si la ventilación era la adecuada y la causa que provocó la explosión del gas.

En este sentido, fuentes sindicales han explicado que en la mina había medidores de grisú y que aunque existía ventilación para eliminar la concentración del gas, ésta solo funcionaba durante los días laborales. El accidente se produjo un lunes, por lo que se baraja que no diera tiempo a ventilar adecuadamente los niveles de la explotación en los que se trabajaba. Se trata de algo que no sucedía en las grandes explotaciones, antes de su cierre definitivo en el año 2018, cuando la ventilación funcionaba ininterrumpidamente y existía equipos de seguridad para controlar cualquier tipo de incidencia.

El secretario comarcal de UGT en Laciana, Toño Fernández, también ha alertado de las condiciones laborales de estas pequeñas explotaciones, en las que por su número reducido de trabajadores, las organizaciones sindicales no tienen presencia, y cuyos propietarios “son muy exigentes” con la productividad.

Unas condiciones laborales que en muchos casos no se denuncian, “por la falta de trabajo en la comarca desde el cierre de las minas” que lleva a aceptar condiciones laborales que “antes no se hubieran permitido”, ha añadido el sindicalista. 

Blue Solving niega irregularidades 

Por su parte, la empresa Blue Solving que trabajaba en la mina ha negado, en declaraciones al Diario de León, cualquier tipo de irregularidad, que se extrajera carbón de manera ilegal y que no se contará con las medidas de seguridad adecuadas.

Cuando se cumple una semana del trágico accidente, responsables de la empresa han afirmado que en el nivel donde se produjo la explosión “se estaba recuperando el material existente y el carbón que se encontraba por la galería tirado lo que se hace es recuperación y limpieza en ese nivel”.

Asimismo, en las mismas declaraciones al Diario de León, se han mostrado cautelosos y pacientes a los resultados de la investigación en curso, a la vez que la compañía muestra su extrañeza de una explosión de grisú en la mina, dejando claro que se contaban con los “medidores de grisú” que los trabajadores “llevaban todos los medios y eran profesionales de su trabajo”.

Para despejar dudas sobre la actividad, la compañía ha pedido que se tome declaración a los heridos y los dos trabajadores que resultaron ilesos y que “digan lo qué estaban haciendo”. También han dejado claro que “nadie quiere esto y menos nosotros”, y han destacado que algunos de los fallecidos eran “como de la familia” para el responsable de la mina.

Por último, la empresa ha trasladado que si la investigación observa algo “fuera de lo normal, que tomen las medidas necesarias”, a la vez que ha querido dejar claro que “no se va a apartar de asumir la culpabilidad, si la empresa la tiene”.

Este accidente puede afectar al proyecto de Blue Solving para la reapertura de una mina en Sosas de Laciana (León), que ahora podría verse paralizado, porque según la empresa “se están diciendo cosas extrañas, lo que uno se inventa y lo que otro oye”.

Hay que recordar que este proyecto afecta a una antigua mina explotada en la década de los años 90 del pasado siglo por la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), y que volvería a la vida más de 20 años después de su cierre gracias a que el carbón que se puede extraer de la misma tiene una alta presencia de grafito, que se usa para fabricar baterías de coches y móviles, lo que ofrece al carbón un nuevo futuro para su uso industrial.

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