Los patos que se refrescan en las piscinas municipales de La Palomera en León

El grupo de patos 'sorprendido' dentro y fuera del agua de las piscinas de La Palomera tras abrirse al público.

Redacción ILEÓN

Los bañistas madrugadores que en plena ola de calor acudieron a las instalaciones municipales de las piscinas situadas en La Palomera fueron protagonistas de una entrañable estampa, la que protagonizaron once patos que decidieron ser los primeros en disfrutar del fresquito del agua.

Para cuando los usuarios comenzaban a ocupar las amplias zonas verdes de esta piscina que gestiona el Ayuntamiento de León en el barrio del mismo nombre, y los primeros nadadores comenzaban a meterse en el vaso de la piscina, pudieron comprobar entre atónitos y divertidos que realmente no eran los primeros en llegar.

Un grupo de once ánsares, todos ellos aparentemente del mismo tamaño y plumaje, aparecían flotando y navegando con mucha parsimonia sobre las cristalinas aguas del vaso más grande de la piscina de La Palomera, ajenos no sólo a la presencia de los primeros bañistas sino a los varios que no pudieron reprimirse y aprovecharon para retratarles con fotografías y vídeos tomados con sus teléfonos móviles.

Poco tiempo después, los palmípedos se aproximaron a la orilla y, sin romper en ningún momento la formación, salieron por uno de los laterales de la piscina, eligiendo, eso sí, el punto en el que todavía no había ninguna persona, para continuar caminando por las instalaciones con total tranquilidad, antes de emprender el vuelo.

Los patos aprovechaban así la quietud de una de las instalaciones exteriores de verano municipales más concurridas, especialmente esta pasada semana, a causa de la intensa ola de calor sufrida, con termómetros incluso por encima de los 40 grados. Algo tendrá que ver el hecho de que las piscinas de La Palomera se sitúan, casi lindando con el Campus de la Universidad de León, ya muy cerca del exterior de la capital leonesa, rodeada ya de algunos campos y terrenos sin urbanizar, y relativamente próximas al parque y el área natural de La Candamia, uno de los pulmones de la ciudad, donde es muy común ver a este tipo de aves, así como en el entorno del cercano río Torío.

El bullicio que poco a poco crece según avanzan las mañanas en las piscinas del Ayuntamiento hace que estos animales ya no elijan estos espacios pero cuando todavía no se han abierto las puertas se les antoja un lugar tan ideal como cualquiera para darse unos paseos por el agua o el césped de la piscina y protagonizar una curiosa imagen del verano leonés.

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