Leoneses detrás del objetivo de su cámara

Sara Fernández, Yezrael Pérez, Jesús Castrillo, Gabriel Santos, fotografía de la Catedral de Yezrael Pérez y Elena salas

Nuria V. Martín

El Día Internacional del Camarógrafo y Fotógrafo, celebrado cada 20 de febrero, es una ocasión significativa para reconocer y honrar el trabajo de estos profesionales en todo el mundo.

Son muchos los nombres propios en la provincia de León que se dedican, profesionalmente o por el puro placer artístico, a la fotografía de gran calidad. Y esta celebración pone en relieve su esencial contribución al periodismo y a la narrativa visual, captando imágenes e historias a través del lente de sus cámaras.

Sara Fernández Rubio

“Con 14 años mi profe de taller de arte nos enseñó a revelar y me introdujo de lleno en el mundo de la fotografía”, recuerda Sara Fernández. Cuando acabó el instituto empezó en la Escuela de Arte, donde finalizó sus estudios en Bachillerato y se compró si primera reflex.

“Por motivos de la vida, tuve que ponerme a trabajar desde muy joven, pero eso no me impidió formarme por mi cuenta en lo que sabía que era mi sueño y esperaba que fuese mi profesión”, comparte. Hizo muchísimos cursos de fotografía, de edición, de Photoshop, de marketing y publicidad... Pero lo más importante, expone: “No dejé mi cámara quieta ni un solo día”.

Y gracias a esa constancia, ahora Sara es una profesional de la fotografía social. “Todo lo que tenga que ver con las personas y las emociones: familias, niños, parejas, bodas...”, enumera emocionada. Pero, además, ayuda a emprendedores y pequeños negocios con fotografía corporativa, de producto y lifestyle bussines. “La gente de la tierrina me ha acogido con los brazos abiertos, siendo yo leonesa adoptiva”, afirma.

Es por ello, que lo mejor de su negocio es la gente de la que se rodeo: clientes que pasan a ser amigos, profesionales con los que trabaja que le hacen crecer y ser mejor, compañeros de profesión con los que rema codo a codo... Aunque, a pesar de todo lo bueno, tiene un pequeño matiz: “mi profesión (como en el arte en general), se valora poco todo el trabajo que hay detrás de cada click”. Por esa desazón este día cobra tanto sentido, para apreciar a los grandes profesionales que hay detrás del objetivo.

Yezrael Pérez Fernández

Este licenciado como Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Informáticas empezó con la fotografía como afición y con el tiempo, y tras mucho aprendizaje, comenzó a realizar fotografía profesional de todo tipo. “Naturaleza y paisaje como afición, pero también retrato, corporativa, gastronómica, etc”, enumera el artista.

“Obviando la riqueza cultural y natural de la ciudad y la provincia, es un lugar con muchos puntos de vista y rincones que invita a explorar. León es un bonito reto fotográfico por su variedad”, hace una apreciación sobre la tierrina. Es por ello que considera la fotografía, como arte que es, una disciplina muy satisfactoria desde el punto de vista creativo, nunca dejas de aprender, te motiva a planificar, a moverte y descubrir lugares y personas. De ahí algunos de sus trabajos con más éxito y repercusión, como esta puesta de sol detrás de la Catedral de León.

Sin embargo, admite que “la fotografía también puede ser frustrante, pero esto lo veo incluso como un beneficio en sí. Y desde un punto de vista profesional y retributivo (también depende del tipo de fotografía), es que es difícil de poner en valor el trabajo que hay detrás de cada foto, durante y después de obtenerla”, puntualiza.

Jesús Castrillo

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Valladolid, Jesús Castrillo inició su carrera profesional como Gestor de Turismo del Ayuntamiento de Astorga. Posteriormente, ha trabajado como productor audiovisual y como fotógrafo – redactor para Agencias de Comunicación del sector turístico. Hasta que en 2019 comenzó su carrera como freelance, ya centrado en la fotografía. “Conocí la fotografía ya en el mundo analógico y mi propia evolución personal y profesional me ha llevado a dedicarme profesionalmente a ella”, recuerda con cariño el motivo por el que se dedica a su vocación.

Especializado en fotografía corporativa y publicitaria, trabaja directamente para empresas y también para Agencias de Marketing, tanto de León como de otras provincias. “Es una fotografía centrada en el producto, la arquitectura, el retrato y todas aquellas necesidades que los clientes solicitan para sus campañas de publicidad”, explica el artista sobre su obra. Y reconoce que lo mejor de su trabajo es capturar ese instante en el que surge la fotografía, jugar con la composición y con la luz para conseguir la imagen deseada. “Trabajar junto a mis clientes, encontrar el estilo y las imágenes que les ayuden a vender mejor sus empresas y productos”, enfatiza.

Pero Jesús no es sólo un apasionado de la fotografía, sino también del lugar donde las realiza. “Recorrer las calles de León, entrar en la catedral y disfrutar de su luz, y todo el patrimonio tanto material como inmaterial de la provincia son motivo de imágenes e instantes que merece la pena capturar”, realza de León.

Gabriel Santos

Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, una vez que terminó la carrera Gabriel Santos estudió fotografía en la Escuela Efti de Madrid. “Siempre pensé en dedicarme a algo que realmente me gustase y la fotografía me lo permitía. Al final, cuando algo deja de ser un hobby y se convierte en un trabajo es verdad que deja de ser lo mismo. Pero, aun así, no se trabaja igual cuando algo te apasiona”, define a Gabriel su profesión.

Por su forma de trabajar y el producto que ofrece le permite pasar mucho tiempo en la naturaleza, otra de sus pasiones, ya que está centrado sobre todo en la fotografía de paisaje y la fotografía de pareja. “Soy guía fotográfico de una empresa de León llamada Wildwatching Spain, que se dedica de forma especializada a viajes fotográficos tanto en la península como alrededor del mundo”, habla con entusiasmo de labor como gestor del tema logístico y formativo del viaje.

Por otro lado, es fotógrafo de parejas especializado en bodas a través de Boga Estudio que es su estudio fotográfico en León, aunque realiza muchas bodas fuera también. “Es una fotografía muy especial, ya que es muy agradecida y en la que disfrutas siendo parte de uno de los momentos más felices de la vida de la gente”, asegura. Además, León le permite llevar muchas veces estos reportajes a la naturaleza, “nuestra provincia es preciosa, somos muy afortunados de todo lo que tenemos aquí”, reitera una persona enamorada de su tierra.

Considera que culturalmente León tiene muchísimo que mostrar, tanto a nivel fotográfico como a nivel turístico, pero Gabriel se queda con la naturaleza, es especial la montaña leonesa. “Me encanta viajar por la provincia buscando sitios nuevos que fotografiar o lugares que usar para reportajes de pareja cuando hago sesiones de preboda, postboda o familia”, explica su proceso creativo.

A pesar de que Gabriel tiene suerte de dedicarse a lo que le gusta y estar en contacto con la naturaleza, como autónomo, es una pelea constante para seguir adelante. “En la fotografía hay mucho intrusismo intermitente, que no se suele perpetuar en el tiempo, pero que a los que estamos aquí peleando día a día nos lo pone más difícil. Cosa que tampoco es mala del todo porque te hace mantenerte siempre con los pies en la tierra e intentando mejorar”, revela el lado positivo de la adversidad, ya que la realidad depende de con el ojo con el que se enfoque. 

Elena Salas

Aunque hemos hablado de profesionales, quienes empezaron en este mundillo por afición, también traemos el punto de vista de una fotógrafa amateur, concretamente una logopeda que es “fotógrafa aficionada en mis ratos libres”, como ella misma se define.

“De pequeña veía a mi padre siempre con la cámara de fotos y la de video en la mano y empecé a interesarme”, Elena recuerda sus comienzos. Luego, siguió los pasos de su progenitor y de adolescente iba con su cámara a todas partes para almacenar buenos recuerdos. “Semana Santa y mis perros, han sido lo que más me ha animado a seguir aprendiendo fotografía y edición”, asegura.

Y tanto que aprende, ya que, aunque lo que más le gusta son los retratos y primeros planos, también se atreve con fotos nocturnas, paisajes... Y culpa de ello la tiene el escenario, ya que considera que, “cualquier rincón de León tiene una fotografía bonita. Sin duda, nadie puede irse de León sin una estampa de la Catedral, pero, por otro lado, en la provincia tenemos lugares estupendos que nos dan mucho juego en la fotografía: pantanos, montañas, nieve, fauna, flora...”. Por lo bien que se lo pasa aprendiendo y por la gente que le da la oportunidad de conocer, la fotografía, para Elena, es una gran desconexión de su ocupación principal como logopeda, aunque, ¿acaso la fotografía no es otra manera de hablar?

Etiquetas
stats