Courel, presidente de la Diputación de León: “Hay que coger los análisis sobre la provincia de los cajones y tomar decisiones”
El socialista Gerardo Álvarez Courel se convirtió hace poco más de un mes en el segundo berciano del PSOE consecutivo en llegar a la Presidencia de la Diputación de León. Por carambola política, después de ocho años como presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, cambia una sede de prestado por un palacio gracias al veto de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) a su predecesor, el alcalde de Camponaraya, Eduardo Morán.
En ese sentido, promete un mandato continuista en invertir cada euro de la administración provincial en luchar contra la despoblación, dice. Reconoce el fracaso de la Mesa por León. Reivindica los proyectos una y otra vez prometidos por las instituciones superiores, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España, que nunca llegan y a las que reclama más implicación. Se abre a ceder competencias al Consejo Comarcal que tanto pidió y ahora puede tramitar. Y poniendo el foco en la necesidad de hacer políticas “adecuadas de empleo femenino”, porque las mujeres son quienes verdaderamente asientan población.
Mientras tanto, con una crisis abierta en el seno de su propio partido a nivel provincial por el reparto de poder después de las elecciones municipales del pasado 28M, se piensa cuál sería su sentido de voto ante una posible moción leonesista que descarta presentar, aún a sabiendas de que “el problema es el sentimiento que no se tiene de que la Comunidad la forman dos regiones”.
¿Se podría decir que es Gerardo Álvarez Courel un 'presidente por sorpresa' de la Diputación de León?
Para mí, por supuesto. Desde que se me propuso para diputado, siempre entendí que iba a ejercer de diputado en un Gobierno presidido por Eduardo Morán. Las circunstancias que se dieron luego son las que se dieron. Y, efectivamente, cuando se acuerda el pacto con la UPL, al final la propuesta es que Eduardo no sea el presidente y que sea yo. Fue una sorpresa que, además, cuando te lo comunican impone. Pero yo no le tengo miedo. Cuando me nombraron presidente del Consejo Comarcal del Bierzo también lo acepté, aunque es verdad que para aquello estaba un poco más preparado. Me refiero a que era algo mucho más probable que sucediera que esto. Pero como dijo la Virgen María, 'Hágase en mi según su voluntad' y toca aceptarlo.
¿Cree que el PSOE de León ha traicionado a Eduardo Morán aceptando el veto de UPL?
Creo que el veto no es algo que fuera adecuado, pero al final se dio esa circunstancia y, desde luego, quien demostró una altura de miras política incomparable ha sido el propio Eduardo Morán. Entre decidir dar un paso atrás y que el PSOE siguiera gobernando la Diputación y no darlo y que estuviéramos en la oposición, entendió que lo que tenía que hacer era dar un paso atrás. Eso es algo que le honra y que no es muy normal en la política. Fue una decisión suya y hay que agradecérselo. Y yo, ya no solo por ser presidente sino porque efectivamente el PSOE pueda gobernar con UPL en la Diputación, a nivel personal creo que no terminaré de agradecérselo nunca.
Eso es poner los intereses del partido por encima de los intereses personales.
Por supuesto, y es un ejemplo que debe cundir en todos los ámbitos. Por encima de las personas está el partido y él lo ha demostrado perfectamente.
Y, ¿Gerardo Álvarez Courel haría lo mismo si es necesario durante su gestión como presidente de la Diputación de León?
Hombre, espero no llegar a esa circunstancia y que en estos cuatro años el equipo de Gobierno formado por UPL y por el PSOE sea un equipo de Gobierno sólido. También hay que dedicar esfuerzos, porque cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre y políticamente somos dos partidos diferentes. Lo que sí voy a poner es una parte de ese esfuerzo y de ese empeño en que seamos un equipo de Gobierno unido. Y si al final del mandato, aparte de ser un equipo de Gobierno unido, somos amigos, ya sería de matrícula de honor.
¿Cuáles son las diferencias que va a marcar con respecto a su antecesor con esa relación con la UPL? ¿Se considera más dialogante que Eduardo Morán o cuál va a ser la diferencia para que la relación con la UPL sea mejor en estos cuatro años?
Yo no sé qué parte de diálogo más o menos tendría Eduardo Morán con la Unión del Pueblo Leonés. Lo que sí está claro es que en esos cuatro años fue un equipo de Gobierno sólido formado por el PSOE y Matías Llorente, bien de la UPL o bien como diputado no adscrito.
Desde mi punto de vista se le dio una vuelta a la Diputación en cuanto a ofrecer muchos más servicios, pero sobre todo mucho más dinero para que se pudieran hacer cosas en todos los municipios de la provincia. Como bien dijo él en su día, cada céntimo de esta institución se va a utilizar en luchar contra la despoblación que sufre León y, en ese sentido, la continuidad va a ser clara y contundente. Cada céntimo se va a utilizar en luchar contra la despoblación.
Yo sí me considero una persona bastante dialogante, creo que me avala también mi trayectoria en el Consejo Comarcal del Bierzo con un primer mandato de cogobierno entre el PSOE y Coalición por El Bierzo. Honestamente, creo que terminamos el mandato como un equipo de Gobierno, si me apuras casi como 14 amigos, y desde luego el objetivo a nivel de unidad está claro. Tendremos nuestras fricciones, no ya como UPL y PSOE, cada diputado, cada diputada, también querrá hacer cosas en su área y a veces por desgracia no se puede hacer todo. Habrá debates internos, pero el objetivo común lo tenemos claro, los dos somos miembros del equipo de Gobierno. Un equipo solo, aunque lo formemos UPL y PSOE.
Habla de continuismo y de buena relación entre los dos partidos, pero sí que hay una diferencia con respecto a los cuatro últimos años y son las dimisiones en el PSOE de gente que no iba a seguir en la Diputación.
Eso no me corresponde a mí valorarlo. Creo que además, incluso, hay una frase del propio Eduardo Morán al respecto de los diputados del Bierzo, por ejemplo. En el Bierzo somos 167 concejales electos del PSOE y hay cuatro que hemos venido como diputados o diputadas. Está claro que habrá 163 concejales y concejalas que les gustaría también estar, pero por desgracia solo pueden ser cuatro. Entonces, las decisiones cada uno las toma. Las personas que lo han hecho, entiendo que lo han hecho porque habrán entendido que no se les ha tratado con justicia, yo no lo creo así. De otras formas, son ellos los que lo tienen que decir. Yo ni formé parte de esa decisión ni por supuesto ahora tengo que mirar hacia atrás, tengo que mirar hacia adelante. Esas personas pertenecen a Ayuntamientos de la provincia y van a tener, solo faltaba, el mismo trato por parte de la Diputación de León que cualquier otro municipio de León.
Cambia una sede de prestado por un palacio, ni más ni menos. Después de ocho años en el Consejo Comarcal y algo más de un mes en la Diputación, ¿cómo ha sido ese cambio? ¿Qué primeras valoraciones puede hacer?
Bueno, lo primero es el edificio. Es espectacular. Nosotros en el Consejo Comarcal, y digo nosotros porque todavía sigo casi identificado con la institución berciana, en esos ocho años teníamos una parte de un edificio que compartíamos con medios de comunicación, empresas privadas, profesionales... No era un edificio al uso para una institución que desde mi punto de vista merece un espacio propio. Aquí no, aquí la Diputación de León tiene, no solo este edificio, que es un edificio emblemático en la ciudad, sino que tiene otros. No es un velero como podría ser el Consejo, esto es un transatlántico. Que la parte principal de la institución esté en el Palacio de los Guzmanes, eso ya es un lujo que por supuesto ni pensábamos ni soñábamos en el Consejo Comarcal, pero que sí es verdad que hemos estado buscando en el Consejo la posibilidad ya no solo de un edificio nuevo, sino precisamente de poder restaurar y acondicionar edificios que existen en Ponferrada, que podían tener esa característica como le pasa a éste, de ser un edificio emblemático, para que pudiera convertirse en su sede.
La diferencia que tiene la Diputación es que también a nivel económico tiene muchos más recursos de los que tenía y tiene el Consejo Comarcal del Bierzo para poder acometer una obra de ese tipo que siempre necesita, necesitábamos y necesita, la ayuda de la Junta de Castilla y León.
Otro de los problemas que ha tenido a lo largo de toda su historia el Consejo Comarcal es la falta de dinero y de competencias. La Diputación de León es una de las instituciones que le puede traspasar ese dinero y competencias, ¿lo va a hacer siendo Gerardo Álvarez Courel presidente?
Pues hay que mirarlo, porque sí es verdad que había alguna serie de cosas que hablábamos en su día, que se podían llevar a cabo, y lo que sí vamos a tratar desde luego en la Diputación, no voy a concretar ahora porque sería focalizar demasiado en algunas competencias, pero sí me gustaría que tuviera alguna parte que se pudiera ceder desde la Diputación. Hay que consultar con los servicios técnicos y jurídicos de esta casa para ver hasta qué punto y de qué manera se puede hacer.
Pero, ¿se han empezado a dar pasos en ese sentido? Porque sí que ha habido una reunión oficial entre el nuevo presidente del Consejo Comarcal y usted ya como presidente de la Diputación. ¿Han hablado de esto?
Principalmente lo que hablamos es de la problemática que tiene el Servicio de Asistencia a Municipios (SAM). El Consejo Comarcal del Bierzo tiene, en la actualidad, un problema serio, que es la falta del secretario interventor, la baja que tiene el arquitecto y la baja que tiene el asesor jurídico del SAM. Son tres patas muy importantes en el día a día del Servicio de Asistencia a Municipios porque el asesoramiento técnico y jurídico no existe. Estamos mirando las posibilidades de que se pueda hacer desde aquí, pero sobre todo la posibilidad de que el propio Consejo Comarcal pueda, de alguna manera, contratar a personal que supla esas bajas. Ahí tenemos un problema que estamos tratando de solucionar.
Hablando de León, hablando del Bierzo y hablando del pacto PSOE-UPL, ¿va a presentar la moción leonesista?
Nosotros no vamos a presentarla, eso está claro. Pero es más, siempre he dicho que el problema, más allá de ser una Autonomía León, o de seguir perteneciendo a Castilla y León, es el sentimiento que no se tiene de que la Comunidad la forman dos regiones. Seguimos hablando de la región castellano y leonesa, o 'castellano-leonesa' todo junto, como si fuéramos Castilla-La Mancha, y no es así. La Comunidad Autónoma de Castilla y León la forman dos regiones. Por un lado, la región castellana y, por otro, la región leonesa. En ese aspecto, hay que entender que León no ha sido muy beneficiado de estos años de Comunidad Autónoma y que, sobre todo, lo que hay que reivindicar y exigir, principalmente a la Junta de Castilla y León pero también al Gobierno de España, es que haya inversiones de verdad en nuestra provincia. La moción actualmente no está encima de la mesa y, cuando en su momento, si la UPL decide llevar a cabo eso, el PSOE también se pronunciará al respecto. Por ahora, vamos a empezar a trabajar por la provincia y luego, de ese tema, cuando toque, ya hablaremos.
Pero la UPL, cuando se anunció el pacto con el PSOE para presidir la Diputación, sí que hablaba de esa moción y del compromiso del PSOE de permitir el libre voto de sus diputados.
Por eso digo, cuando llegue esa circunstancia hablaremos de esa circunstancia y, por supuesto, si se lleva a pleno, que es público, se verá exactamente cómo va.
A Courel, qué le gustaría más en esa moción: Región Leonesa con León, Zamora y Salamanca, León solo, Bierzo provincia...
Pues es algo que no me he planteado nunca, porque vuelvo a repetir, por encima de eso, lo que sí importa es que en León haya unas inversiones y unos compromisos que no ha habido hasta la fecha. Principalmente, por parte de la Junta de Castilla y León, que debería invertir más en nuestra provincia y no lo hace. Luego, a partir de ahí, hay muchas variantes, incluso hay una variante también de que sea León región y el Bierzo una provincia, pero luego también aparece quien dice que el Bierzo debe ser un departamento. Todo eso, insisto, no nos tiene que impedir mirar el objetivo, y el objetivo claro es desde la Diputación invertir para que León cada vez sea mejor pero, sobre todo, desde las administraciones que están por encima de nosotros, Junta y Gobierno de España, invertir aquello que nos deben y que hasta la fecha o va muy lento o no se ha cumplido.
Pero, sin obviar que ese momento puede llegar y que haya que votar una moción, ¿Courel votaría a favor, en contra o abstención?
Courel, cuando le toque, decidirá el sentido de su voto.
Uno de los asuntos más graves que atraviesa esta provincia es su situación demográfica, de envejecimiento y despoblación. Se habla de muchos proyectos, incluso en el pasado mandato se habló de un proyecto de despoblación del que poco más se supo. ¿En qué punto está esa prioridad en la Diputación de León? Porque la Diputación de León además es una administración que tiene dinero para ejecutar proyectos...
Pues sí, como dije antes, cada céntimo lo vamos a invertir en tratar de frenar la despoblación. Luego hay que mirar exactamente qué proyectos se pueden desarrollar para tratar de frenar esa despoblación. Uno, por un lado, que las comunicaciones en nuestra provincia sean las adecuadas.
Vamos a actuar para mejorar lo que nos toca a nosotros de los 3.300 kilómetros de carreteras provinciales que tiene la Diputación, pero también vamos a ser exigentes con que las otras dos administraciones que tienen competencia, tanto la Junta como el Gobierno, lo hagan. Y después hay otra cosa en la que creo que la Diputación provincial se implicó de una manera importante en el pasado mandato, que es la telecomunicación. Tenemos que tener unas telecomunicaciones adecuadas. Tenemos que tener aquello que pueda hacer que la gente pueda teletrabajar desde sus casas en un entorno rural o muy cercano al rural, porque nos estamos dando cuenta de que la gente en las grandes poblaciones al final está sufriendo, por un lado, el agobio de lo que supone vivir en una gran población y, después, lo mismo a la hora de encontrar vivienda, etcétera, para poder vivir.
Tenemos que tener aquello que pueda hacer que la gente pueda teletrabajar desde sus casas en un entorno rural o muy cercano al rural
El medio rural está despoblado, pero tiene viviendas para que se pueda hacer, aunque hay algún matiz en ese aspecto. Si se ofrecen unas condiciones adecuadas para vivir, faltan más cosas, no solo comunicaciones y telecomunicaciones: servicios, servicios esenciales como puede ser la Sanidad en la que la Junta tiene que implicarse para dotar adecuadamente a los consultorios médicos, pero también servicios educativos. Abrir una escuela con tres niños o mantenerla abierta cuesta un dinero, pero si queremos frenar la despoblación, tenemos que dotar adecuadamente a esa escuela para que se pueda hacer. Y el problema de hoy es la conciliación de la vida laboral y familiar. Y ahí es donde se debe incidir también, en apoyar medidas que hagan que haya comedores, aunque estén agrupados, ya no digo en un centro de tres alumnos, pero sí en colegios rurales agrupados puedan existir comedores donde los niños puedan comer y así sus padres sepan que durante toda una jornada puedan estar esos niños atendidos. Para ello tiene que haber la implicación por parte de la Junta, que es quien tiene la competencia, o en su momento si quieren que sean Ayuntamientos o la Diputación quien lo haga, dotar económicamente esas actuaciones. Entonces sí tenemos que trabajar coordinados, pero hay que dar servicios si queremos que la gente no se vaya de los pueblos.
Hubo un proyecto este mandato que, bueno, ahí murió, se llamaba 'Mesa por León'. Se supone que se hicieron informes, pero siendo realistas nadie los conoce, ¿Qué pasó con aquello? ¿Geraldo Álvarez Courel es partidario de volver a hacer un análisis sobre la situación de la provincia en general y tomar medidas? O, ¿eso directamente lo dejamos que se haya muerto?
Bueno, por romper una lanza a favor de esta institución, diré que si alguien puso algo encima de la mesa fue la Diputación de León, que puso fondos para que se pudiera llevar a cabo tanto esa Mesa como para la persona que en principio hizo de gerente de la Mesa por León. En mi opinión, yo creo que el análisis de la situación que atraviesa nuestra provincia la gente en la calle sabemos cuál es. Entonces quizá no sería necesario tanto un análisis de la situación como de las medidas que tenemos que tomar. Cualquier institución tiene en algún cajón un análisis de la situación de la provincia. Bueno, pues lo que hay que hacer es coger esos análisis y aceptar propuestas.
Yo formé parte de la Mesa por León como presidente del Consejo Comarcal, cuando una de las cosas que se planteaba era que una consultora haga un análisis y tal, y destinar fondos, yo siempre decía lo mismo, en el Bierzo sabemos cuál es la problemática que tenemos. Bueno, pues vamos a poner solución. Más allá de sentarnos en reuniones, que todas las que sean necesarias por mejorar nuestra provincia bienvenidas sean, lo que hay que hacer es partir ya de una situación que conocemos, si no al 100% al 90%, y tomar decisiones. Y sobre todo tiene que haber implicación. Honestamente creo que la que tuvo Eduardo Morán y la que tuvo la Diputación fue buena, fue creo que la máxima. Quizá otras administraciones que deberían haberse puesto las pilas no lo hicieron. Me imagino que igual también estaban esperando a que hubiera esos análisis, esos datos, que luego no hubo.
Cualquier institución tiene en algún cajón un análisis de la situación de la provincia. Lo que hay que hacer es coger esos análisis y tomar decisiones. Y sobre todo tiene que haber implicación
Es verdad que nos pilló la pandemia por el medio y aquellas reuniones que se pretendían hacer con los Ayuntamientos al final no se llevaron a cabo. Pasó el tiempo, al final se dejó y en ese aspecto, se puede decir que la Mesa fue un fracaso. Lo que hay que ponerse es a tomar decisiones adecuadas y, por supuesto, a invertir. La Diputación está dispuesta, como ya he dicho, a invertir desde el primero hasta el último céntimo en frenar la despoblación. Ahora tienen que venir las otras administraciones, porque a los Ayuntamientos es muy difícil pedirles dinero. Tanto la Junta de Castilla y León como el Gobierno de España tienen que implicarse.
¿Y va a convocar a esas instituciones para hacer una mesa de medidas?
Sería una buena idea, por ejemplo. Sí, ¿por qué no? Reuniones tiene que haber, reuniones con la Junta las va a haber y reuniones con el Gobierno de España también. Estamos esperando, en el caso del Gobierno de España donde por afinidad política podemos tener más puertas abiertas. Ojo, no estoy diciendo que con la Junta no las tengamos, porque si algo he pretendido en toda mi carrera institucional es su lealtad, pero sí estamos esperando a que haya un nuevo Gobierno y que se ponga a andar para poder tener esas reuniones. Los proyectos para León también sabemos cuáles son, que son los que tienen que ser la locomotora que genere empleo que, no nos engañemos, es lo que genera asentamiento poblacional. Allí va a estar la Diputación todas las veces que sea necesario para conseguir no solo que nos escuchen sino que actúen.
¿Cuáles diría que son los proyectos que necesita ahora mismo León de esas administraciones superiores?
El lazo del Manzanal es una infraestructura que tiene que hacerse. Ha quedado, vamos a decir, en 'stand-by' al haber elecciones y el posible nuevo Gobierno. Ese estudio de viabilidad que se comprometió tiene que llevarse a cabo ya. No es normal que se tarde lo mismo en ir en tren desde León a Madrid que desde León a Ponferrada. No es de recibo.
Después, Torneros. El polígono logístico de Torneros tiene que ser un polo de desarrollo adecuado para que la actividad industrial de servicios de todo tipo y haga que se genere más empleo. Terminar el Parador de San Marcos, construir la A-76 Ponferrada-Ourense, todos los proyectos ligados a Transición Justa que se están llevando a cabo en el Bierzo, aunque realmente ahora los que se están llevando a cabo son todos de restauraciones de escombreras, que también generan empleo pero cuatro o cinco años. Luego sí, habrá un desarrollo, en el caso de Fabero, un desarrollo turístico. Lo que tenemos que tener es proyectos asentados en el territorio. Y de ahí, por ejemplo, la importancia, en el caso del Bierzo, de la propuesta de Tvitec para hacer ese horno de fabricación de vidrio.
Y tenemos que promover políticas de asentamiento femenino, porque no nos engañemos, quien asienta población en un territorio es la mujer, porque es la que trabajando en ese territorio se queda. Sois las que tenéis hijos, con lo cual está claro que de nada vale tener una aldea con 100 hombres si no hay mujeres que hagan que se asiente la familia. Esos hombres al final se marcharán, nunca mejor dicho, a donde vayan sus mujeres. Hay que hacer políticas adecuadas de empleo femenino en nuestra provincia, para que ese asentamiento de población, no solo en las ciudades sino en el medio rural, haga que la gente no se vaya. Yo creo que es una política adecuada para frenar la despoblación.
¿Es León una provincia hostil para las mujeres?
Yo no lo creo. No, no, yo no lo creo. Lo que sí es verdad es que León es una provincia muy grande, muy grande.
Tenemos una de las tasas de fecundidad y natalidad más bajas de toda España. Alguna razón habrá...
Bueno, quizá. Probablemente también porque sean las mujeres las que se van, porque puedan ver que hay otras oportunidades de trabajo más adecuadas en otras zonas que aquí. En ese aspecto quizá sería una de las cosas que habría que estudiar pero, desde luego, yo lo que tengo muy claro es que las soluciones tienen que venir de ahí, por el fomento del empleo femenino. Y, por supuesto, también, y eso ya no nos toca a la Diputación sino desde la Junta o el Gobierno de España, hacer políticas adecuadas que permitan a una mujer conciliar la vida laboral con la vida familiar porque de nada nos vale que haya mujeres en el territorio si al final no pueden conciliar esa vida laboral con esa vida familiar porque no tendrán hijos y el crecimiento de la población va a seguir siendo negativo.
¿Podría ser uno de los problemas que las políticas en la provincia las redactan hombres? Porque es una provincia liderada por hombres por todos los costados, de hecho ha habido críticas porque la Diputación Provincial está formada por más del 70% por hombres.
He de decir, rompiendo una lanza a favor del Partido Socialista, que nosotros tenemos 5 diputadas y 5 diputados. Los demás son los que tienen que dar su opinión al respecto.
Bueno, teniendo en cuenta que Eduardo Morán dimitió y por eso entró la alcaldesa de Cacabelos.
Correcto, pero si no tendríamos 6-4. El Partido Popular de 11 creo que tiene 2, la UPL son 3 hombres y el representante de Vox también es hombre. Cada uno en ese aspecto tiene que tomar las decisiones que le corresponden como partido. Nosotros en el Partido Socialista, es verdad que ahora somos 5-5 por la dimisión de Eduardo, pero lo que está claro es que si no hubiera dimitido él, éramos 6 hombres y 4 mujeres. Luego, en ese aspecto, la paridad estaba garantizada con un 40% de mujeres. Los demás son los que tienen que plantearse por qué no tienen tantas, porque claro, en el global, en los 25 diputados hay 7 mujeres y el resto, nosotros 18 somos hombres. Pero en la parte que nos toca como partido político, nosotros sí cumplimos adecuadamente.
Ante el veto de la UPL a Eduardo Morán, ¿el PSOE se planteó poner una presidenta de la Diputación en algún momento?
Pues la verdad, no lo sé. Como dije al principio, cuando al final se cumple el pacto y se acuerda cerrar el pacto, a mí es cuando me dicen que 'la propuesta de presidente vas a ser tú'. Y tuvimos una reunión con el grupo de diputados y diputadas en las que se planteó por parte de la dirección provincial del PSOE. Esa posibilidad se aceptó tanto en el grupo de diputados como luego en la Ejecutiva. Entonces yo en ese aspecto no formé parte de la toma de decisión de quién tenía que ser presidente o presidenta.
Volviendo a la Diputación de León, en el anterior mandato el equipo de Gobierno se quejó de que había obstáculos en Intervención para sacar adelante los proyectos. En privado ponían hasta nombres y apellidos. ¿Va a haber cambios en ese área?
Quienes trabajan son funcionarios, luego es difícil que haya cambios. Yo soy nuevo, acabo de llegar, y desde luego la puerta del despacho está abierta para hablar de todo lo que sea con todo el personal de la Diputación. Normalmente hablas con los jefes de departamento, porque hay 1200 trabajadores en la casa, pero por ahora la relación que he tenido con todos los jefes de departamento con los que he hablado es buena, una relación cordial, con disposición a trabajar por y para esta casa. Con lo cual yo en ese aspecto vengo sin prejuicio de ningún tipo.
Por ahora lo que teníamos que resolver lo hemos resuelto adecuadamente. Todo el mundo ha sido colaborador y eso también quiero dejarlo claro. Solo espero que en los tres o cuatro años sigamos así. Sé que por desgracia no va a ser, porque los políticos queremos hacer una cosa y luego los técnicos son los que te ponen pegas, por llamarlo de alguna manera, te ponen reparos, pero bueno. Yo como siempre digo, los políticos queremos hacer algo y luego lo que buscamos, o tenemos que buscar, es que los técnicos nos digan cómo se puede hacer para no cometer ilegalidades, que nadie queremos cometerlas, eso también lo tengo claro. A nadie nos gustaría que nos sacaran de aquí con las esposas.
Dice un viejo dicho que 'O manda al alcalde o manda el secretario', pero a los únicos que elegimos los ciudadanos es a los alcaldes.
Sí pero, por eso digo que, hoy por hoy, está claro que, no sé si la sartén por el mango pero sí es verdad que, la última palabra la tienen ellos. También porque yo creo que ningún alcalde, ni yo ahora como presidente, haría algo que pudiera tener un informe negativo de un secretario o de un interventor. Es absurdo, porque eso mañana va al Tribunal de Cuentas y el que va a llevar la responsabilidad es el que tomó la decisión, en este caso alcalde o quien sea.
Con el ente gestor de las basuras Gersul, ¿Qué hacemos? ¿Mantenemos el proyecto de desaparición? ¿No perjudicará la gestión de las basuras en la provincia de León?
Yo, honestamente, creo que no. Es más, estamos ya con todo lo que conducirá, si no hay ningún contratiempo, a que a 31 de diciembre de este año quede disuelto el consorcio. Las ordenanzas que tienen que aplicarse, tanto los tres municipios de más de 20.000 habitantes, como son León, Ponferrada y San Andrés, ya están con sus ordenanzas, y lo único que nos están pidiendo que, por otro lado es lógico, es el compromiso real de que a 31 de diciembre eso esté liquidado.
León, Ponferrada y San Andrés del Rabanedo van a gestionar el cobro de la tasa de basuras, pero en el caso de los demás Ayuntamientos el cobro de la tasa lo va a gestionar la Diputación
¿Por qué? Porque si las ordenanzas normalmente se aprueban en el mes de octubre-noviembre para que todo el periodo de información y exposición pública se pase y se aprueben antes de que finalice el año. ¿Por qué? Porque si no se aprueban antes del 31 de diciembre no entran en vigor al año que viene. Los Ayuntamientos de más de 20.000 quieren hacerlo y por supuesto el resto también. Si no, no podrían llevar a cabo esa ordenanza por la que en el caso de los tres Ayuntamientos, si mal no recuerdo, son ellos quienes van a gestionar el cobro de la tasa, pero en el caso de los demás al final el cobro de la tasa lo va a gestionar la Diputación, aunque tengan ellos la ordenanza.
Todo eso hay que hacerlo en este último trimestre, por así decir, y nos va a llevar un trabajo duro, pero la idea desde luego sí es esa, es que a 31 de diciembre de 2023 Gersul quede liquidado.
El año que viene se finiquita un contrato de Gersul, el de la UTE Legio VII. ¿Qué vamos a hacer con la gestión del vertedero provincial? ¿Va a pasar a la Diputación o se lo vamos a dar a la Junta de Castilla y León?
Eso también habrá que mirarlo. Yo, desde luego, como municipalista convencido, a mí me encanta que los servicios los lleven las administraciones. También entiendo que en algunos casos hay que contratarlo con empresas para que lleven a cabo esa gestión, porque si no quizá en la propia administración sería demasiado lío, pero lo que sí está claro es que sopesaremos la posibilidad de que sea la Diputación quien lleve la gestión. O si, como tú comentas, que sea la Junta pudiera estudiarse esa posibilidad. Y por supuesto la tercera, que es lo que se estaba haciendo hasta ahora, con todos los problemas que ha habido, entiendo que aprenderemos de los errores cometidos para que, por lo menos, esos no se vuelvan a dar.
Rescatando sus propias palabras de que nadie de los que están en este edificio quiere cometer ilegalidades, la Diputación de León todavía exhibe los cuadros de los presidentes franquistas, que no solo es que estén expuestos al público, sino que forman parte de visitas turísticas al propio palacio, como hemos visto antes de entrar a esta entrevista. Eduardo Morán se comprometió a retirarlos antes de dejar el Palacio de los Guzmanes, pero siguen colgados. ¿Qué va a hacer con ellos?
Tendremos que darle una vuelta a eso, yo todavía no lo he mirado, pero sí es verdad que alguien comentó ese tema y he estado viendo los cuadros que hay, creo recordar que son 12, porque es verdad que hubo años en los que hubo hasta dos y tres presidentes.
Sí, en el 36.
Sí, en 1936, claro.
Hubo un presidente fusilado y el nombrado por el franquismo que lo sustituyó.
Efectivamente. Hay un periodo que es republicano y luego me imagino que hay un periodo que corresponde ya al franquismo. Y después hay un caso, el de Emiliano Sánchez Lombas, que fue presidente desde el 71 hasta el 79. Entonces está claro que en el 79 ya estábamos en Democracia y él siguió siendo presidente de la Diputación. Entiendo además que hubo un proceso electoral previo, con lo cual si continuó como presidente es porque había habido un proceso de elecciones municipales y siguió como presidente de la Diputación. Entonces en ese aspecto existe ese tema, de todas formas recabaremos los informes pertinentes que haya al respecto y desde luego si tenemos que cumplir con la Ley de Memoria Histórica, pues tenemos que cumplirlo. Eso no queda más remedio, lo que no vamos es a cometer una ilegalidad.
Para finalizar, una pregunta un poco más de partido. La situación en el PSOE se ha tensado bastante con los repartos de poder que se han sucedido. Con críticas de alcaldes, entre ellos la alcaldesa del municipio en el que es concejal y de otras personas. ¿Cree que en el PSOE puede haber una crisis interna y alguien intentar disputar el poder a Cendón?
Honestamente, no lo creo, pero bueno, el PSOE es un partido vivo y siempre habrá gente que no esté contenta con la situación que se ha generado con ésta y con otras cuestiones, y que pueda querer hacer cambiar. Yo eso lo entiendo dentro de lo que es el juego político, el juego interno a nivel de partido. Todo el mundo tiene derecho a si no está satisfecho con cómo lleva las cosas la dirección provincial pues poder postularse para, a nivel provincial, poder competir la secretaría general. En este último mandato no se dio así, pero en la primera carrera política a nivel de secretaría provincial de Javier Alfonso Cendón hubo dos y tres candidatos para esa circunstancia. Bueno, eso es un partido vivo. Aquí lo que no hay es dedocracia. Es decir, no se elige al secretario provincial por dedo. La militancia vota y vota de verdad.
En ese aspecto el partido lo que demuestra, como ya digo, que está vivo porque existan esas voces, con razón o sin ellas, eso me da igual, pero que existan esas voces discordantes que, llegado el caso, todavía está lejano en el tiempo, puedan tratar de disputar esa secretaría u otro tipo de cargos orgánicos a quien los ocupe. Creo que es algo lógico. Luego después hay que ganar. Que eso es importante. Es decir, postularse es una cosa y luego después ganar es otra. Entonces, lo que hay que mirar también cuando uno se postula es ver el apoyo con el que puede contar. Porque a veces uno piensa que tiene mucho apoyo y luego no tiene ninguno, o viceversa, igual uno piensa que no va a tener mucho apoyo y luego cuando se pone a hablar con la gente, ve que la gente lo valora y lo apoya. Yo creo que ese aspecto es algo que entra dentro del juego político y sobre todo que hay que asumir. Es decir, cuando ganas, estupendo, y cuando pierdes, pues no gusta tanto, pero hay que asumirlo igual.