El clima: una cuenta para cinco hermanos
Hemos tenido una DANA en Levante que ha causado muchos muertos. Y vamos a tener más. Y van a ser más graves, probablemente. Y casi con total seguridad es culpa del cambio climático. Bueno. Y por eso hay muchas voces que se levantan pidiendo que tomemos medidas urgentemente contra este cambio climático y que dejemos de hacer oídos sordos a los expertos medioambientales. Es muy normal, y más en un país de raíces cristianas pensar así: es culpa nuestra, nos arrepentimos, y cumplimos con la penitencia que nos fuera impuesta. Amén.
Pero no sirve de nada. Es una chorrada, así, sin paliativos, porque no existen soluciones locales para problemas globales. No vamos a arreglar el problema de clima ni aunque todos los españolitos apagásemos la calefacción y empezásemos a ir en bici. Ni aunque mandásemos apagar los veladores de las terrazas, esos portentos de eficiencia energética que calientan la calle mientras a los demás se les pide que se gasten una pasta en cambiar las ventanas. Ni por esas.
El clima es global, y para que una decisión sirva de algo, tiene que ser global también, y no existen, a día de hoy, las decisiones globales.
Esto se explica muy fácilmente con la parábola de los cinco hermanos que heredan una suculenta cuenta de ahorro de sus padres. Tienen un millón en la cuenta y les dan una tarjeta de crédito a cada uno. Y todos ellos pueden gastar sin límite, sin contar con los demás y sin necesidad de pactar nada. Hay dos de esos hermanos que son enemigos jurados, otro no se habla con ninguno, y otros dos se llevan bien entre ellos, no se hablan con uno, y se tratan poco con los otros dos.
Lo sensato sería ahorrar todos, usar la tarjeta de manera moderada y hacer que el dinero de los padres les durará para mucho tiempo. ¿Pero creéis que va a ser así? ¿No habrá alguno que exprima la tarjeta al límite, porque lo que él no se lleve se lo llevará otro? ¿Pensáis que podrían ponerse de acuerdo para gastar un máximo mensual, sabiendo cómo se llevan entre ellos y que nadie les puede imponer la decisión que se tome?
Eso es lo que pasa con el mundo y el clima. Si tú quieres gastar menos recursos, hazlo, pero ni por sueños creas que lo que haces ayuda lo más mínimo ni va a arreglar nada. Si lo haces por ética, por religión, o por culto a los unicornios, vale, pero no nos digas que tienes la solución al problema, porque no es cierto.
Eso mismo sucede con el clima. O se toma una decisión conjunta que alguien pueda imponer, o estamos en el capítulo de los brindis al sol. Y ese gobierno mundial para tomar semejantes resoluciones, ni existe ni se le espera. Es más: a día de hoy está al mando el hermano derrochador que se funde la tarjeta en casinos y porno. Así que suerte.