La aventura de UPL en las Elecciones Europeas: 33.604 votos hace 25 años

Luis Manuel Esteban, Ricardo Magaz y Antonio Nevado grabando el spot electoral de las Europeas 1999 en RTVE.

Jesús María López de Uribe

“Fue toda una aventura”, comenta divertido Ricardo Magaz. Así recuerda el cabeza de lista al Parlamento Europeo de la Unión del Pueblo Leonés la única vez que este partido leonesista ha presentado candidatura en las Elecciones Europeas, una campaña que les llevó a rodar un anuncio en Televisión Española y a recibir votos de toda España, “de sitios la mar de curiosos”.

Y es que la Unión del Pueblo Leonés recibió nada menos que 33.604 votos hace un cuarto de siglo, en las terceras elecciones europeas celebradas en nuestro país –“las primeras en que votaron a la vez todos los Estados que la componían entonces”, recuerda Magaz–, en el año 1999. Una candidatura en le correspondió el honor de encabezar a 64 candidatos (más suplentes), ya que estos eran los eurodiputados que elegía España en 1999. Hoy, con la salida del Reino Unido de la Unión –porque cuando eran 28 países se elegían 54–, son 61 los que se escogen.

“¿Ya ves, no? Es increíble”, comenta el político leonesista ya retirado –ahora Ricardo Magaz es criminólogo y escritor, que imparte docencia en el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la UNED donde coordina el Curso de Experto Universitario en Crimen Organizado Transnacional y Seguridad– que entonces era agente del Cuerpo Nacional de Policía y tuvo que pedir una excedencia para poder presentarse a las listas, ya que los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado no pueden presentarse a unas elecciones mientras están en activo. “Mira, ese es uno de los temas más injustamente desconocidos que tenemos aquí en el terruño, ¿no? El que un partido como la UPL se presentara, nada menos que en 1999, al Parlamento Europeo, teniendo en cuenta, claro, que la circunscripción es única para toda España. Y efectivamente, nos presentamos, sobre todo, porque impulsamos y gestionamos la candidatura desde el comité de UPL Madrid que habíamos fundado el año anterior, en 1998. Y como además allí estaba la Junta Electoral Central a nosotros resultaba más sencillo, pues nos presentamos y efectivamente conseguimos treinta y tantos mil votos”.

Votos de toda España, “porque hay un montón de leoneses en la diáspora”, recuerda Magaz. “Cuando recibimos los resultados empezamos a subrayar, diez en Ceuta, otros tantos en Melilla, cinco en Santa Cruz de Tenerife, veinte en Mahón y de todos los sitios de España. Que en un principio me sorprendió, pero luego me dije: 'Claro, es que la diáspora de los leoneses por todo el país es tremenda. ¿Sabes cuántos leoneses suele haber de media en Madrid al año? De cincuenta a sesenta mil, dependiendo de estudiantes, funcionarios que van y vienen... y pues por eso hay un caladero tremendo”, explica. Pero da un matiz: “En la colonia leonesa tú hablas de leonesismo y lo normal es que todo el mundo, pues, sepa, esté al tanto. Pero claro, tú hablas de leonesismo, pues, no sé, en Mahón o en Melilla y estás fastidiado; porque nadie sabía nada. Así que pensamos que era una oportunidad tremenda presentarse para que se enterase toda España”.

El bar de la Casa de León en Madrid, 'sede central' de la campaña

Otra de las anécdotas, que son variadas, de la campaña de las Europeas del 99 es que la sede central, “por decirlo así”, fue el ambigú de la Casa de León en Madrid situada en la calle del Pez. “O sea, el bar, donde en realidad se organizó toda la idea”, apunta divertido Ricardo Magaz, especificando, eso sí, “que el presidente de entonces nos pidió que fuéramos cautos y neutrales, que no hiciéramos campaña allí todos los días porque era la casa de todos los leoneses en la diáspora y, claro, cada uno tendría su forma de pensar y había que respetar cierta neutralidad”.

El caso es que apunta que presentar la candidatura “nos lo ofrecieron precisamente desde León, cuando en el 99 todavía era el líder de la UPL José María Rodríguez de Francisco, porque presentarse a unas europeas desde León, pues yo creo que les quedaba un poco grande; no solamente por tener que viajar Madrid-León, sino para, como te comentaba, gestionar con la Junta Electoral todo el papeleo”. “Y, bueno, nos lo ofrecieron. Nosotros habíamos fundado UPL Madrid el año anterior, en 1998, que la fundamos en la Casa de León de Madrid o como nosotros decíamos, en el ambigú público, es decir, en el bar. Porque en la Embajada, en la Casa de León de Madrid siempre ha habido un gran ambiente de leonesidad o de leonesismo. Y entonces nos decía el presidente: 'Nosotros sin problema, pero diferenciad siempre lo que es la institución –es decir, la Casa de León–, con lo que es la parte pública donde cualquier cliente viene a tomar un café, de la campaña política'. Y entonces, pues nada, nos ofrecieron esa posibilidad, la aceptamos y nos lanzamos”.

“Establecimos un plan para gestionar la lista, que como se puede ver es muy larga. Aunque sabíamos que no íbamos a salir porque necesitábamos unos trescientos y pico mil votos”, reconoce Magaz. “Al ser circunscripción única las elecciones europeas de 1999, y estar la Junta Electoral Central en el Congreso de los Diputados, nos encargamos de componer la lista y todo lo demás desde Madrid; aunque en ella hay componentes de toda la Región Leonesa”.

“Pero la cuestión era dar servicio”, remarca el único candidato europeo que ha tenido la Unión del Pueblo Leonés. “Por primera vez en todo el país nos veían en la televisión con los anuncios gratuitos, especialmente en la segunda cadena. Así conseguimos que se viera nuestro logotipo en toda España y se supiera qué era la UPL y qué reivindicábamos, qué queríamos autonomía propia para León. Sabíamos que no íbamos a salir porque era humanamente imposible conseguir esos votos, pero el que un ciudadano leonés en cualquier pueblo de España tuviera allí la papeleta de UPL... pues yo creo que con eso ya conseguimos un gran logro. Y sobre todo para un partido de ámbito regional, de la Región Leonesa, que fue, creo, la única vez que se ha presentado fuera de la actual autonomía hasta el momento”. 

Campaña llenando con carteles el metro de Madrid y... Móstoles

“La campaña electoral fue muy graciosa y divertida, pero también muy imaginativa. No teníamos un duro y lo suplimos con imaginación”, rememora el candidato.

“El presupuesto fue tan ínfimo, tan ínfimo, que... vamos, es que hoy en día yo creo que aquello no nos gastamos ni siquiera mil euros actuales. La cartelería, carteles de tamaño grande los pusimos en lugares estratégicos de Madrid, sacando fotos para que quedara constancia. Y recuerdo que Antonio Nevado, que vivía en Móstoles, pues claro los ponía en Móstoles, llenó Móstoles de ellos (se ríe). Pero también se llevó un taco de carteles de la leche y los ponía en el metro y en el tren de cercanías. Y luego sacaba foto y, bueno, aquello era, cómo decirte, no era una gamberrada pero era como una aventura aunque nosotros mismos éramos conscientes de que era una situación verdaderamente inédita y muy intensa porque conseguíamos que la UPL lograra por fin salir del terruño”.

“Así que claro, qué remedio dimos mítines en Móstoles”, apunta sonriente. “La verdad es que dimos otros mítines en la casa de León en Madrid, en la embajada leonesa en la capital. Y dos en León, si no recuerdo mal, en el Palacio de Deportes. Luego, al año siguiente, fueron las generales y yo también luego me presenté para el Senado. Y ahí fue donde, por primera vez, tanto las generales al Congreso como, bueno, las generales, al Congreso y al Senado, UPL superó los cuarenta mil votos. Eran tiempos de ascenso político del partido que luego se truncó, vino una fuerte crisis y ahora está otra vez casi a la altura de los mejores resultados”.

También salieron en medios de comunicación, incluso revistas de tirada nacional. “Pues sí, salimos en varias, recuerdo una revista que ya no existe que nos hizo un reportaje a aquellos partidos que consideraban que éramos así más desconocidos”, rememora Magaz. “También en aquella Televisión de León, que entonces no estaba aún en Eras, sino en la calle Covadonga al lado de San Francisco; y en todos los medios de entonces de la capital leonesa, claro”.

El anuncio electoral grabado en el 'Pirulí' de RTVE

La campaña en realidad fue el anuncio electoral gratuito en televisión pública al que tenía entonces derecho cada candidatura. Eran tiempos en que en la segunda cadena (hoy La 2) se emitían a las tres de la tarde unos espacios electorales en que era toda una fantasía ver los anuncios electorales de las pequeñas candidaturas, porque había verdaderas joyas televisivas. Y el caso, como se ve en la fotografía que abre el reportaje, no iba a ser distinto para la UPL.

“Cuando fuimos al Pirulí de RTVE a grabar el spot electoral, tuvimos muchas anécdotas divertidas. Nos llamaron. Yo sabía un poco cómo funcionaba esto porque yo en aquella época estaba liberado por el sindicato de la Policía Nacional, y como el sindicalismo y la política son primos hermanos tenía algo de experencia. Nos llamaron de Televisión Española para ver si les llevábamos la cinta con el anuncio grabado, como hacían los grandes partidos, como el PSOE o el PP. Y dijimos: 'No, es que no tenemos productora. Bueno, pues nada, vengan ustedes aquí, que lo graban aquí en Torrespaña'. Y nada, pues nos presentamos allí. Recuerdo que fuimos por la tarde en la furgoneta de Antonio Nevado, llena de ordenadores y de carcasas. Y allí lo hicimos Luis Nel Esteban, Antonio Nevado y yo. Por la mañana quedamos, nos sentamos a tomar café e hicimos un guión allí de un modo apresurado, todo lo adecuado que pudimos. Nos repartimos los papeles y cuando llegamos allí, pues nos sentamos donde nos dijeron. Hicimos varias pruebas, y cada uno, bueno, pues recitamos o improvisamos el texto que nos habíamos repartido. Eso sí, fue la primera vez que en todo el país vieron nuestro logo, nuestras siglas y supieron que existía la UPL y cuáles eran nuestras reivindicaciones”.

En la grabación final se ve a Magaz muy recto, muy solemne. Muy rígido. Pero tenía explicación: “Es que en aquel tiempo llevaba el pelo largo y aquel día me lo había recogido con una coleta y, claro, si movía la cabeza se me veía y quedaba poco serio. Así que el regidor me dijo que si no movía la cabeza no se vería y la imagen que daría sería más adecuada a una campaña electoral. Porque cuando iba a salir con coleta, ahí con la imagen de, digamos 'los tres tenores' que estábamos allí, pues no quedaba muy bien”. “Entonces me hice un moño, me puse ahí una goma, y el técnico me dijo 'bueno, no se mueva usted mucho y así no se le nota'. Y claro, salió así”, relata con una sonrisa abierta.

El resultadazo: la duodécima lista del país

La aventura electoral de la UPL hace 25 años podría decirse que con poco más de 33.500 votos terminó en anécdota o desastre anunciado, pero una vez se miran los resultados totales se ve claramente que no es así. Que es, contra toda impresión inicial, un resultado bastante más que notable. La candidatura de Magaz terminó en la duodécima posición, casi encabezando a los partidos pequeños que no llegaron a cien mil votos. Quedando tan sólo por detrás de Unión Centrista-CDS (que sacó unos 39.000 votos) en esa liga, como se puede comprobar aquí. Pero cuando uno se da cuenta de que sólo ocho candidaturas obtuvieron representante, la cosa cambia; y con el tiempo se ve con cierto respeto y admiración lo conseguido entonces.

“Íbamos con una cierta alegría, sabíamos que no íbamos a salir y tal, pero claro, cuando ves eso, te entra casi un ataque de responsabilidad y dices, caray, queda muy bonito, muy berlangiano ver cómo en Mahón o en Melilla o en Ceuta te han votado 5 ó 2 ó 10 y tal, porque esa gente lo ha hecho con el corazón”, expone Ricardo Magaz. “Porque aún a sabiendas todos los candidatos y los que te votan que no vas a conseguir casi 400.000 votos para ir a Estrasburgo o a Bruselas... cuando te das cuenta de la seriedad de estas cosas para los votantes te da casi un ataque de responsabilidad y dices: chicos, ojo, ¿eh?” 

“Es que aquello fue un acto héroico... pero desconocido. No heroico mío, no. Es que eran una serie de circunstancias y factores que se dieron. Hay que reconocerlo. Era lo que eran aquellos momentos, ¿no? Pero, incluso ahora mismo, si le preguntáramos a muchos de los directivos de la UPL actual, desconocerían que el partido se había presentado en el año 99, y mucho menos que hubiéramos sacado treinta y tantos mil votos y quedáramos en el primer tercio de las listas en toda España”. En aquellas elecciones europeas se presentaron 36 partidos y la UPL quedó por delante del Partido Comunista de las Tierras de España, los partidos asturianistas y las opciones políticas extremañas. Y machacó a los castellanistas: multiplicó casi por tres los de Tierra Comunera y de largo a la Unidad Regionalista de Castilla y León, que no llegó a los diez mil.

“Ya te digo que sería, hombre, exagerando un poco, para hacer un estudio sociológico de cómo es posible que eso fuera así”, reflexiona Ricardo Magaz 25 años después. “Claro, ponemos el momento, la circunstancia, una serie de factores, que también es verdad, que eran tres votaciones, es decir, las europeas y las otras, y eso también ayudó. Pero también nos da una gran idea de cómo el sentimiento leonés, tanto leonesista político como de leonesidad sociocultural y demás... cuando el cazurrín está en la diáspora, está fuera. Lo veo en Madrid, ese sentimiento se afianza, se dispara, absolutamente y se siente orgulloso de su tierra a la que quiere ver con su propia autonomía”. “Pero luego, bueno, regresas al terruño y ya sabes, ¿no?”, termina encogiéndose de hombros.

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