Asaja afea que la falta de ayudas de la Junta obliga a vender a pérdidas la última leche de Montaña en León, prohibido por Ley

Leche de los ganaderos de vacuno de la comarca leonesa de Omaña.

Carlos J. Domínguez

No todo son loas y aplausos tras el acuerdo aireado ayer para que una empresa del sector, Lácteas San Vicente, pase desde hoy a encargarse de volver a recoger la leche de las últimas explotaciones de vacuno de la Montaña de León, en las comarcas de Babia y Omaña, tras la crisis de la Cooperativa Lar que obligó a los ganaderos de las cinco explotaciones a tirar su producto después de ordeñarlo, abocándoles al cierre.

El sindicato agrario Asaja, el primero que hace una semana denunció la grave situación para estas últimas cinco explotaciones de vacuno, advierte de que las condiciones pactadas y la falta de una ayuda económica de la Junta de Castilla y León “promueve la venta a pérdidas” de la leche de estos cinco ganaderos, algo que está expresamente prohibido por la Ley.

Asaja, y también otros sindicatos después, como Ugal-UPA, habían reclamado que además de buscar un sustituto a Lar para cubrir esta ruta de recogida, como ya ha ocurrido, se tenía que otorgar por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería una subvención pública a esta empresa. Esta subvención económica, que la Junta de momento no acepta impulsar y que fía al “medio plazo”, según manifestó el delegado territorial en León, Eduardo Diego, tendría que servir para “cubrir el sobrecoste de recoger leche en zonas de alta montaña y que no se repercuta en el ganadero”.

Sin esa aportación autonómica, que por ejemplo sí se ha implantado en zonas como Cantabria, también muy dispersas y complicadas orográficamente, los ganaderos se ven obligados a asumir “la mayor parte de los costes de recogida, cobrando el producto un 15% menos que el resto de los ganaderos de la provincia”, es decir, de los 7,5 céntimos de euros por cada litro.

“No podemos aceptar como buena solución la que consiste en pagarle hasta siete céntimos y medio menos por litro de leche a los ganaderos de montaña de la provincia que tienen además más costes de producción, porque eso significa sacarles del mercado, como se ha podido comprobar año tras año en las últimas décadas y hasta el día de hoy”, remarcan en una nota de prensa. Y además, entienden que “la reducción del precio en el 15% supone la venta a pérdidas, algo que prohíbe la Ley de la Cadena Alimentaria, por lo que es la propia Junta la que en este caso ha incitado al incumplimiento de las normas”, denuncian.

Es por eso que el sindicato insiste en exigir extrapolar ayudas como las cántabras, y no sólo para la leche de vacuno sino también y en caso necesario, también para la leche de oveja y cabra. Porque la formación que dirige en León José Antonio Turrado insiste en que “el problema por el que han desaparecido las granjas de leche en la montaña leonesa es el de los mayores costes de producción y los menores precios de venta del producto, situación que se consolida con este acuerdo” en vez de corregirlo. “El modelo de pequeña explotación familiar láctea está en crisis al no poder competir con las explotaciones mejor dimensionadas. Si no se toman medidas para ayudarles, a corto plazo están abocadas todas al cierre, algo que la Junta de Castilla y León todavía no ha entendido”.

Aún así, agradecimientos

A pesar de todo, Asaja agradece el compromiso adquirido por Lácteas San Vicente, del empresario Fernando Díez, con fábrica en Navatejera, muy cerca de la capital leonesa y muy lejos de las zonas de Babia y Omaña, un paso al frente que se dio, según el sindicato, “después de que la propia Junta llamase a más puertas que encontró cerradas”, como por ejemplo en Palencia. También extienden su agradecimiento al delegado territorial Eduardo Diego y el jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, Fidentino Reyero, recién afianzado en este puesto tras décadas al frente, por “sus esfuerzos negociadores” para alcanzar la solución y que los ganaderos afectados hoy ya no tengan que tirar la leche tras ordeñarla.

¿Y la Diputación?

Lo que si se pregunta finalmente Asaja es el motivo de la a su juicio nula aportación de la Diputación de León en la solución de esta crisis, porque esta institución “se ha limitado a ser un mero espectador, como si con esta institución no fuera el problema”, concluyen. Y es que suman muchos años los enfrentamientos del sindicato con el equipo de Gobierno de PSOE y UPL, estando en vida aún el líder de Ugal y vicepresidente de la Diputación, Matías Llorente, a cuenta de polémicos cambios en el reparto de ayudas a las organizaciones agrarias que se han incluso judicializado.

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