El ajedrez en León: una historia milenaria y beneficios para la mente

Ajedrez

Nuria V. Martín

El 20 de julio, desde 2019, se conmemora el Día del Ajedrez haciendo referencia al día que se fundó la Federación Internacional de Ajedrez en París en 1924. El ajedrez es un juego de estrategia milenario con un rico contexto histórico a nivel mundial. Se cree que se originó en la India en el siglo VI d.C. bajo el nombre de ‘chaturanga’ y se extendió rápidamente por el mundo árabe y Europa. Durante el Renacimiento, el ajedrez adquirió aún más popularidad y prestigio, y en el siglo XIX se crearon torneos internacionales y el primer Campeonato Mundial de Ajedrez. En el siglo XX, la rivalidad entre Karpov y Kasparov capturó la atención mundial.

Hoy en día, el ajedrez sigue siendo un juego global con millones de jugadores y se reconoce por sus beneficios educativos y cognitivos. Ha sido un pilar en la historia de León y ha brindado a sus habitantes una pasión duradera por el tablero a lo largo de los siglos. El ajedrez se ha convertido en una actividad popular y desafiante que ha cautivado a personas de todas las edades y niveles de habilidad.

Un gran maestro

Marcelino Sión fue jugador profesional durante veinticinco años, es maestro internacional (título que nunca se pierde), fue dos veces subcampeón de España, miembro del equipo de la selección nacional española y luego capitán de la selección nacional española. Además, ganó varios torneos, entre ellos el magistral de León de 1996. “Es un honor ganar un torneo en la tierra de uno, que no es nada fácil”, asegura entre risas. Desde ese momento su labor ha sido ha estado encaminada a la enseñanza y a la organización de eventos deportivos, en la que lleva ya mucho tiempo. “Trabajo con Jaime Santos como entrenador desde hace ya muchos años. Es un trabajo muy duro y muy minucioso. Pero cuando juego, por pasar el rato online, evidentemente juegas partidas rápidas que son divertidas, pero el ajedrez es un juego muy difícil, donde hay mucha tensión. Si uno se presenta a una oposición y está dos horas en un examen muy duro, donde te estás jugando muchas cosas, pues eso es lo que hace un ajedrecista todos los días. Cuando empezaba, pensaba que, con la experiencia y la veteranía, esas cosas se iban a quitar. Pero el día que me retiré, tenía las mismas cosquillas en el estómago que tenía cuando empecé. Pero esa es la gracia”. 

Marcelino hace un repaso por la historia del ajedrez en la ciudad de León. Después de la posguerra, los años 60, se crea la peña ajedrecística leonesa, que estaba ubicada en el antiguo Recreo Industrial, un club donde participan los mejores jugadores de León. Al principio de los años 80, la actividad bajó mucho y la tradición del ajedrez se entronca en el ‘torneo Magistral’. Pero con la actividad de las escuelas municipales, donde empiezan a salir niños y mucha más afición llega a un periodo dorado con la escuela del Instituto Padre Isla. Se daba clase a los niños que destacaban en las escuelas municipales. “Esa etapa es una etapa muy fructífera, en la cual hay varios campeones de España en categoría sub-10, sub-12, sub-16, como Jaime Santos. Pero a mediados de la primera década del siglo XXI, 2007-2008, donde esa generación se hace mayor, las que han venido después no han llegado a esos niveles”, destaca el maestro y asegura que el ajedrez es mucho más popular de lo que era cuando él empezó gracias a la visibilidad que le dan desde las escuelas.

“La principal función del deporte de élite es generar esa ilusión y ese interés para que aumente la base y conseguir nuevos talentos. Así que las perspectivas son muy buenas. Entre la pandemia, que ha sido trágica para todo el mundo, pero para el mundo del ajedrez ha sido muy buena porque ha aumentado la práctica online. Y la serie Gambito de Dama, que refleja bastante bien lo que es ese mundo”, habla del futuro de este deporte. Y termina de convencernos con datos, “en España debe tener como 35 o 40 mil licencias federadas de ajedrez, pero la práctica no federada es de millones de personas. Nosotros lo vemos porque cuando retransmitimos el torneo y tienes 50.000 o 60.000 personas siguiendo las partidas, es evidente que es mucho más de lo que tenemos federado”. 

Un Torneo Magistral

El torneo nace en el año 1988, siendo la última edición, celebrada a principios del mes de julio, la número 36. Surgió porque en los años ochenta apenas había actividades con el ajedrez en la ciudad. “Es un torneo que intentaba cubrir un déficit que tenía el ajedrez español en general en aquella época. Pero había torneos internacionales por invitación que permitieran acceder a los títulos de maestro internacional, gran maestro. Había muy pocos en España. Con esa idea lo creamos entre varios aficionados”, relata en el que aquel momento era jugador profesional, Marcelino Sión.

El torneo tiene un primer período que dura unos diez años. En aquella etapa Marcelino jugaba de manera profesional y viajaba bastante, así que Miguel Ángel Arias y, posteriormente, Carlos Callejo, que fueron los directores del torneo mientras él les apoyaba desde la organización. “Era un torneo muy distinto al de ahora. Diez jugadores por un sistema liga. El torneo da un salto importante en el año 93 por la participación de Anatoly Karpov, gran maestro internacional de ajedrez y campeón del mundo entre 1975-85. Durante todos esos años, nos visitan jugadores muy famosos como Víctor Korchnoi, jugadores que en aquella época estaban en la primera fila mundial”, narra con orgullo el director.

A partir del 97 se produce un gran cambio porque adoptan la fórmula de juego avanzado, ‘Advance Chess’. En aquella época empezaba a surgir lo que hoy día es la inteligencia artificial. “Gary Kasparov, en aquel momento el campeón mundial, nos propone en 1998 llevar a cabo un experimento novedoso en León. Jugó Gary Kasparov y Vesalín Topalov, los dos han sido campeones mundiales. El torneo dio un salto muy grande por la repercusión mundial. De hecho, Wikipedia cuando pones Advance Chess explica que es un sistema que se crea en León”, expone uno de los momentos históricos de León. Un sistema que utilizaron durante un lustro y luego los programas fueron evolucionando hasta derrotar a todos los campeones del mundo. “No tenía mucho sentido utilizar aquel sistema que era hombre más máquina porque la máquina era ya superior. Entonces digamos que el hombre se vería arrastrado a hacer las jugadas de la máquina prácticamente sin intervenir”, explica.

Así que en el año 2003 cambiaron el sistema al que siguen utilizando hasta día de hoy. “Es un sistema copa, un sistema KO, donde hay cuatro finalistas. Es muy parecido a los cuartos de final de la Champions de Fútbol. Hay cuatro jugadores, se enfrentan en dos semifinales y los ganadores de ambas semifinales juegan la final. Es un sistema KO porque así se evita en cierta medida uno de los problemas que tiene el ajedrez, que es la abundancia de empates, sin lucha. Aquí se lucha a muerte todas las partidas”, comenta el jugador y profesor. La fórmula también ayuda al ritmo de juego, con partidas de ajedrez semirápido, se juegan cuatro en una tarde, con lo cual es mucho más entretenido, más visual y divertido para el público. “Con este sistema hemos llegado hasta este año, en un evento en el que todos los campeones mundiales de los últimos 40 años, absolutamente todos han jugado en León, todos han venido a este torneo”, puntualiza

Un proceso de desarrollo mental

“En el ajedrez no existen los trucos”, aclara Marcelino. “Es una disciplina que exige mucho trabajo. No solo basta el talento, sino que es la suma talento más trabajo”, puntualiza. El talento se ve rápido, “el ajedrez permite que chicos de 6, 7, 8 años puedan jugar con una persona de 50 y ganarle todas las partidas. Eso es algo que no sé en qué deporte o actividad se produce”, explica. Pero asegura que se necesita humildad para decir, “yo tengo talento, pero tengo que mejorar, tengo que pulirlo, desarrollar una autocrítica muy fuerte que te haga corregir errores”. Y pone un claro ejemplo, “el campeón del mundo estudia siete horas diarias en la actualidad y es el campeón del mundo. El ajedrez no se acaba nunca”.

Como bien dice Marcelino, aprender a jugar ajedrez requiere tiempo, paciencia y dedicación, pero para ir entrando en materia aquí hay tiene unas claves muy básicas para iniciarse en el juego antes de ponerte en las profesionales manos de maestros como Marcelino:

  • Familiarízate con las reglas del ajedrez.
  • Realiza ejercicios simples para practicar cómo se mueven las piezas en el tablero.
  • Investiga diferentes estrategias y tácticas utilizadas en el ajedrez, como la apertura, el medio juego y el final del juego.
  • Comprende conceptos como el control del centro del tablero, el desarrollo de las piezas y la importancia de la coordinación.
  • Pon en práctica lo aprendido jugando partidas de ajedrez con quien puedas u online.
  • Después de cada partida, analiza tus movimientos y busca oportunidades de mejora. Esto te ayudará a identificar tus debilidades y fortalezas, y te permitirá crecer como jugador.

A pesar de un duro entrenamiento Marcelino sentencia que “una partida perfecta sería una partida que jugarían dos máquinas”. Y desarrolla, “el ser humano es imposible que haga partidas perfectas, porque el ser humano comete errores, aunque errores muy pequeños. Algunas veces son microscópicos, pero evidentemente... Hay partidas que rozan la perfección, porque a lo mejor en una partida de 40 o 50 jugadas, apenas hay una o dos imprecisiones. Pero, justamente una de las cosas divertidas del ajedrez y de cualquier juego es que no sea perfecto, porque si no, se agotaría en sí mismo”.

El campeón no duda en dar su opinión sobre el tema de moda, la inteligencia artificial, “parece un hecho incontestable. No podemos evitarla y todo hecho de estas características siempre genera temor porque no sabemos a dónde nos puede llevar. Pero yo creo que la mente humana, que es la que ha creado la inteligencia artificial y otras cosas maravillosas que a lo mejor simplemente hace 50 años o un siglo eran impensables, la mente humana es una herramienta magnífica que conviene entrenar y desarrollar y valorar”. 

Un ejercicio que pone a prueba el coco

Marcelino considera al ajedrez la gimnasia mental. “El ajedrez no cura el Alzheimer, ni muchísimo menos, porque nada cura el Alzheimer. Pero sí ayuda a prevenirlo y a mantener una mente ágil. Estar constantemente pensando, analizando, intentando descubrir los secretos de una posición, en mi opinión, es mucho mejor que estar sentado delante de una tele o en un banco con la mirada perdida”, comenta. Y añade, “es un lenguaje universal. No es necesario que la gente que juega al ajedrez sea de la misma nacionalidad. Se puede jugar perfectamente y compartir la experiencia”. Pero lo que el jugador destacaría es el hecho de aprender a pensar y aprender a analizar las situaciones. “El ajedrez es bueno para la mente porque, al fin y al cabo, es un ejercicio y una práctica de toma de decisiones. O sea, tú no puedes jugar con tus ideas solo, tienes que entender las de tu adversario y también respetarlas, que también él tiene ideas interesantes y quiere ganarte”, expone. Y además de todos los que ha comentado el maestro hay más de beneficios para la mente.

  • Desarrollo del pensamiento estratégico y la toma de decisiones.
  • Estimulación del razonamiento lógico y el análisis.
  • Mejora de la concentración y la atención.
  • Potenciación de la creatividad y la imaginación.
  • Desarrollo de habilidades de planificación a largo plazo.
  • Fomento del trabajo en equipo y la capacidad de anticiparse a las jugadas del oponente.
  • Promoción de la resiliencia y la capacidad de recuperarse de los errores.
  • Estimulación de la memoria y la capacidad de aprender de experiencias pasadas.

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