El dilema de San Andrés con Araú: intentar abrir el fallido buque insignia cultural o ceder al legado de 'Spiriman'
El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo se enfrenta al dilema de qué hacer con Araú, el fallido buque insignia cultural del tercer Consistorio de la provincia de León que estudia ceder para convertirlo en un centro para enfermos de cáncer. La alcaldesa leonesista, Ana María Caurel, negocia con un excargo de confianza de UPL la cesión del edificio público, rehabilitado con 6 millones de euros del Gobierno que lleva cerrado y sin uso una década. Una cesión “gratis”, según la alcaldesa, y por no menos de 10 años a la Fundación Uapo, fundada por el fallecido médico andaluz Jesús Candel conocido como 'Spiriman'.
Hace una semana, el equipo de Gobierno municipal de San Andrés anunciaba a bombo y platillo que la regidora se había desplazado a Granada para “negociar” con la citada fundación “la apertura de Araú”. Lo hacía un mes después de que un medio de comunicación de la provincia adelantase sus planes, de semanas de silencio, y de la celebración de un pleno extraordinario forzado por la oposición para que diese unas explicaciones que se viene negando a dar en las comisiones y que se repetirá en dos semanas.
El viaje, justificaba en un comunicado Caurel, era la demostración “del máximo interés” del equipo de Gobierno de San Andrés hacia el proyecto de la Fundación granadina y “en culminar la negociación con éxito”. Una negociación “con los máximos responsables de la Fundación” que se ha llevado en la discreción más absoluta, teniendo en cuenta que, según ella misma apuntaba ya en el mismo texto, “los trámites administrativos para que la iniciativa sea una realidad discurren con lentitud”. El viaje de Caurel se llevó críticas rotundas de toda la oposición municipal por faltar al pleno municipal en lo que se ha considerado un desplante.
Lo que no se señalaba en la escueta nota de prensa municipal es en qué consiste exactamente el “proyecto que favorecerá la creación de empleo local” de la citada fundación de Granada para Araú, ni cuántos puestos de trabajo va a generar realmente. Tampoco que el mediador, conseguidor o interlocutor entre el Ayuntamiento leonés gobernado por la UPL y la Fundación Uapo es Óscar Iglesias, excargo de confianza del partido leonesista y propietario de una de las empresas colaboradoras con la entidad social, según aparece reflejado en su página web.
En una entrevista telefónica con ILEÓN la alcaldesa Caurel evitó responder a la mayoría de preguntas sobre el proyecto hasta que no estuviese cerrado y bien atado. Califica como “una casualidad” que el Ayuntamiento leonés que ella dirige y una entidad social de Granada coincidiesen en que la administración tenía un edificio público sin uso y la otra estuviese buscando exactamente uno de las mismas características.
Como todo detalle de la iniciativa, se limitó a contestar la información que la Fundación tiene colgada en su página web, que es una “unidad de apoyo a pacientes oncológicos” y que ese apoyo se lo dan en tres líneas: nutricional, psicológico y físico. “Pero es una ayuda que se da de manera paralela al tratamiento médico habitual de los enfermos de cáncer, en coordinación con los oncólogos. Esto lo quiero dejar bien claro porque la gente lo puede malinterpretar”, respondió espontáneamente.
“En principio la cesión sería del edificio completo”, los 3.300 metros cuadrados rehabilitados con 6 millones de euros de diferentes ministerios, de manera “gratuita”, por un espacio de tiempo de “a partir de los 10 años”, porque se trata de un proyecto desconocido por el momento pero “a largo plazo”. La Fundación asumiría la puesta a punto del inmueble y los gastos y le permitiría al Consistorio leonés, propietario del mismo, usar “cuando se necesite” el “salón de actos”, que en realidad es un auditorio de unas 300 butacas de aforo.
Lo que sí reconoció es que lleva “meses” negociando con la Fundación pero que, desde que está en política, no le gusta dar fechas, por eso no se atreve a avanzar cuándo contará con los informes necesarios para que la cesión se pueda hacer legalmente. “Las cosas de palacio van despacio y no van todo lo rápido que le gustaría a la Fundación”, algo que estaría impacientando los ánimos en Uapo.
“El Ayuntamiento no puede asumir los costes de abrir el edificio” con su actual deuda, justifica la alcaldesa, que aspiraba a ser el polo cultural de San Andrés y dotar al tercer municipio de la provincia de una programación propia, independiente de León capital, pero que seis alcaldes diferentes fueron incapaces de conseguir hasta el momento. Es por eso que Caurel defiende que “el proyecto de Uapo”, que pretende convertir al municipio en “el centro de referencia del noroeste de España”, “es la oportunidad de revitalizar el edificio y dar vida al municipio, que falta le hace”, defendió.
Caurel defiende que la próxima instalación en Araú, si lo aprueba el Pleno, es un “el proyecto es de la Fundación, no mío”, y dejando 'la pelota' de las explicaciones acerca de por qué la administración pública que ella gestiona quiere ceder un edificio también público rehabilitado con dinero público sobre 'el tejado' de una entidad de la otra punta del país que, hasta el momento, tan solo tiene sedes en Granada, Madrid y Málaga y anuncia que “próximamente” sumará otra en Elche.
El nexo entre el Ayuntamiento de San Andrés y la Fundación
El nexo entre el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo y la Fundación Uapo es un excargo de confianza UPL, que en alguna ocasión figuró en las listas del partido leonesista y que resulta ser el propietario de una de sus empresas colaboradoras, Óscar Iglesias. Él mismo se ha reconocido “embajador” de la Fundación y habla en la primera persona del plural “somos”, en referencia a la entidad social, cuando se le pregunta por el proyecto para Araú que asegura que “va a llegar a León sí o sí. Bien sea en ese edificio o en otro”.
Iglesias ha transmitido a este medio que no le gustaban las preguntas que se le estaban formulando en cuanto a detalles básicos de ese proyecto y pidió “paciencia” para conocerlos “y respeto para los pacientes oncológicos” porque hasta el momento, en su consideración, la cesión de un edificio público a una Fundación, para previsiblemente un uso muy diferente para el que se destinaron 6 millones de euros de fondos estatales, “no es noticia”. “No hay nada” y “falta un pequeño trámite”, fue toda su justificación a la carencia, por ahora, de la documentación preceptiva que avale que la operación es legal.
ILEÓN se ha puesto en contacto también con la Fundación Uapo, fundada por el médico andaluz conocido como Spiriman y que gestionan su familia y amigos y dedicada al tratamiento para enfermos oncológicos. La primera vez no recibió respuesta alguna. La segunda, después de hablar con la alcaldesa leonesista y con su “embajador” vinculado a UPL, sí, un correo de su director general, Javier Cánovas, que se reproduce literalmente a continuación:
Gracias por contactar con nosotros. A la pregunta que nos plantea de UAPO León no puedo adelantarle nada, ya que de momento es sólo una intención por parte del pleno del ayuntamiento, pero a día de hoy no hay nada firmado ni acordado, Oscar es solamente un contacto interesado en colaborar para que la fundación llegue a desarrollar su tarea en tierras leonesas, asi que rogaría no se adelanten informaciones que puedan generar confusión. La participación de la Alcaldesa a nuestra I Gala Benéfica UAPO, fue por interés propio, la UAPO está abierta a todos los que nos quieran ayudar, necesitamos que nos ayuden a seguir ayudando, asi que espero su ayuda también haciéndose socia de la fundación. Un cordial saludo y quedo a su entera disposición.
“No hay nada firmado ni acordado” ni puede adelantar “nada” del proyecto que, en caso de recibir el visto bueno de los servicios Jurídico y de Intervención del Ayuntamiento de San Andrés tendrá que decidirse en Pleno, por un Gobierno en minoría que conforman los 6 concejales de UPL, 5 del PP, 4 del PSOE, 3 del partido de extrema derecha Vox, 1 de Izquierda Unida-Podemos, 1 de Ciudadanos y una edil exconcejala del PP y ahora en condición de no adscrita.