León, entre zanjas y ruedas: cómo las obras afectan de lleno al tráfico a la espera de la Zona de Bajas Emisiones

Los proyectos en ejecución en la ciudad afectan en muchos casos en el tráfico de León.

Carlos J. Domínguez

Es una percepción en la que coinciden una amplia mayoría de los conductores en León capital ya desde hace meses: el tráfico está peor. Es cierto que se trata de una sensación a veces muy subjetiva cuando se está al volante de un vehículo de motor y que depende de variables como una hora concreta, algunos puntos negros o fenómenos como la lluvia. Pero desde las pasadas elecciones municipales y muy especialmente desde el verano, son más los convencidos de que hay algo nuevo que ayuda a complicar la conducción en la capital leonesa: la poco habitual sucesión de obras que afectan a numerosas e importantes calles y avenidas.

Las numerosas vías públicas con acceso prohibido por algunos proyectos en ejecución desde hace semanas y meses, o al menos con tránsito muy condicionado, están detrás de casi todas las valoraciones de conductores y también de peatones. Sin embargo, el Ayuntamiento, que ejecuta actualmente todos esos proyectos, casi todos con subvenciones europeas, no comparte del todo esa visión. Hay varias obras al mismo tiempo, sí; serán muy positivas en la mejora de calidad de vida, también; y en algunos casos provocan desvíos por zonas alternativas a ellas, pero “nada extraordinario” ni que haya requerido hasta medidas especiales de control del tráfico, valoran fuentes municipales consultadas.

Lo cierto es que a día de hoy se da una paradoja: la mayor parte de las obras que afectan al habitual tránsito fluido, nada menos que cuatro en pleno centro de la ciudad, o en vías de acceso esencial, como la Carretera de Asturias, son precisamente obras que se han diseñado para el calmado y mejor convivencia del tráfico. Y por ello se han regado de financiación de Europa.

Pasos hasta un centro mucho más peatonal

En el caso del centro, esas cuatro calles son al mismo tiempo San Agustín -entre Gran Vía de San Marcos y la avenida de Roma-, las perpendiculares Alfonso V y Gil y Carrasco, en un lateral del Ayuntamiento de León y cruzando la avenida Ordoño II peatonalizada el pasado mandato, así como la calle Ramino Valbuena entre Padre Isla y la plaza de La Inmaculada.

Se ejecutan inicialmente a imagen y semejanza del tramo final de Padre Isla (antigua calle 18 de Julio, que el equipo de Gobierno avanzó como 'conejillo de indias', no sin mucha polémica por el camino y un aspecto final que fue objeto de varios cambios).

Pero es que además en tres de ellas, cuando acaben los trabajos, en vez con tráfico rodado limitado a 10 km/h, el actual equipo de Gobierno ya ha decidido que se quedará también la peatonalización, afirman que por “petición” vecinal y comercial. De este modo, a todo el Casco Histórico, viales céntricos como El Burgo o los recientes accesos a la Plaza de San Marcelo o la mencionada Ordoño, la ciudad sumará muchos nuevos centenares de metros prioritariamente solo para peatones. Un debate social y también político que está en plena efervescencia y que habrá que ver cómo se resuelve finalmente estando el alcalde socialista José Antonio Diez gobernando en minoría.

Un sólo aparcamiento disuasorio más hacia las afueras

En otra zona que pasó por eso antes, el barrio de Eras de Renueva, se acumula hace ya tiempo la mayoría del tráfico de un tramo final de Padre Isla ya 'calmado' y la avenida de Asturias inmersa en otro costoso proyecto europeo, con fondos Edusi, para crear carriles bici, mejorar las aceras, reordenar el tráfico del acceso norte a la ciudad y ejecutar, además, algo que muchos colectivos piden: un aparcamiento disuasorio, en este caso en una gran explanada frente al cuartel militar de Almansa y el colegio San Isidoro.

Además, cerca de allí, también en Padre Isla y pronto en la avenida Ramón y Cajal, se dejan notar cortes puntuales para ejecutar dos nuevas carreteras entre ambas céntricas avenidas, en este caso en el proyecto de urbanización del entorno de la estación de Matallana del antiguo tren de Feve. Las afecciones irán a más tanto en el lado de la vieja estación como en el del colegio Maristas San José, que también tiene en obras la avenida Álvaro López Núñez para ejecutar un gran paso de peatones que dote de más seguridad a uno de los puntos negros de la ciudad, por la afluencia de coches en horario escolar. Otra mejora en ciernes. Y hoy también otro 'embudo'.

Los Cubos para pasear... y bloqueo del tráfico al lado

A pocos metros, los meses se hacen eternos ya en el dilatado proyecto de mejora del acceso con ampliación de la llamada Ronda Interior entre la Plaza del Espolón y el barrio de La Palomera, donde se ha multiplicado la afluencia debido a la peatonalización, también, de las calles Carreras y Los Cubos que dignifica la vieja muralla leonesa. El problema aquí es que la zona es objeto de complejos desvíos para coches mucho antes del inicio formal de los trabajos (con fondos europeos una vez más) y cada día una nueva calle queda cortada y el laberinto modificado a falta, incluso, de que se expropien y derriben numerosas viviendas que permitan ganar anchura a la futura y recta carretera.

Con el centro y el acceso a algunos barrios muy habitados, como Eras o La Palomera, afectados por las zanjas, la Policía Local de Tráfico de León es consciente de que algunos otros barrios se ven afectados. Por eso, entre otras cosas, hay actualmente un operativo especial en el acceso a Trobajo del Cerecedo, especialmente en franjas como de 8.00 a 9.00 y de 14.00 a 15.00 horas. Igualmente, se está documentando el cruce de la prolongación de Ordoño con la calle Astorga frente a la estación de tren, por si se pudieran hacer mejoras en los tiempos de los muchos semáforos existentes.

La Granja, un desastre previsible que se enterró

Otro quebradero de cabeza es la rotonda o glorieta de la Ronda Este en La Granja, desde la apertura del espacio comercial Reino de León que 'pilotan' Decathlon o Leroy Merlín, incapaz de absorber todo el tráfico que se puso prever hace años pero que no fue suficiente para que el último Gobierno del PP, en tiempos de crisis, decidiera meter en un cajón el proyectado paso inferior de la LE-30, lo mismo que la rotonda de los Hospitales. Al menos en este punto de La Granja-La Serna el Ministerio ha retomado el soterramiento de la vía principal, cuyas obras aún no tienen fecha, pero que afectarán todavía mucho más durante su ejecución.

Y más en el limbo está el cierre por la Ronda Norte -prometido vagamente en precampaña electoral- para conseguir una especie de M-40 madrileña pero a la leonesa para conectar fluidamente a todo el alfoz, incluido San Andrés del Rabanedo y hasta La Virgen del Camino.

Zona 30 y la ZBE todavía en espera

Mientras todo esto ocurre, hay quien piensa que también amplía la sensación de más pesadez puntual de tráfico la puesta en marcha, pionera en León capital, de la Zona 30, es decir, la limitación a esa velocidad de todos los viales leoneses, con excepciones sólo en unas pocas calles, como estas.

Y todo ello sin que aún haya detalles concretos ni fechas decididas de una medida que nuevamente vendrá a revolucionar el concepto del tráfico: las Zonas de Bajas Emisiones, con cambios más radicales en cumplimiento de la Ley de Cambio Climático que habrán de impedir el acceso a vehículos de combustión, entre otras medidas. En base a esas ZBE se han aglutinado de momento los lotes de obras y proyectos mencionados, a través de hasta cinco lotes, y todavía se desconoce un calendario real de implantación de las restricciones, toda vez que tenían que haberse puesto en marcha ya el 1 de enero de este año 2023 y no ha sido así.

Más bicis y más patinetes

Mientras, al menos en meses de meteorología propicia, la ciudad deja ver sobre todo por el centro muchos más peatones pero sobre todo más ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos (genéricamente Vehículos de Movilidad Personal VMP), que han forzado a mejorar las ordenanzas para regular su uso. Y en espera también de si se acometen cambios en las rutas de los autobuses urbanos o en zonas de paradas, ya que su confluencia en puntos como Santo Domingo y aledaños es un conflicto de tráfico más, y contrario a las ZBE. Teniendo en cuenta, además, que en este mandato expira el actual contrato privatizado del servicio con Alsa y ha de adjudicarse nuevamente el servicio o bien decidirse la municipalización que piden algunos partidos políticos.

Todo se resume, a la postre, en que la capital de León se encuentra diseñando y ejecutando muy de golpe su movilidad del futuro, con el impacto que eso produce hoy y que sembrará para un mañana muy próximo.

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