La Junta promete la nueva sede del supercomputador Caléndula en León con dos años más de retraso

La Junta tendrá lista y plenamente operativa en el año 2026 la nueva sede física, el nuevo edificio, que se está construyendo en la capital leonesa para albergar el supercomputador Caléndula del ahora Scayle (Centro de Supercomputación de Castilla y León).
Esa es la nueva fecha de culminación de este proyecto, que previamente se había comprometido para dos años antes, 2024, y eso que se comenzó a anunciar por parte de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital en el año 2021, aprovechando sobre fondos europeos React-UE del instrumento de recuperación Next Generation.
Los nuevos plazos y las características de la ejecución de esta obra, que acomete la empresa pública Somacyl y construye la vallisoletana Collosa, situada en la calle Profesor Gaspar Morocho, junto al Centro Integrado de Formación Profesional Tecnológico Industrial de León, fueron detallados hoy durante una visita oficial del consejero de Movilidad, José Luis Sanz Merino, que supervisó los retrasados trabajos en marcha. El presupuesto final es de casi 3,1 millones de euros (3.099.955 euros en concreto, tras la baja de casi el 15% respecto el precio inicia de licitación).
La nueva previsión es que la obra civil esté finalizada en el tercer trimestre de este año 2025, “si todo va bien y no hay incidencias significativas”, tras lo que se iniciará “una fase delicada de migración desde las actuales instalaciones”, lo que, “debido a la singularidad de la infraestructura científica y técnica”, supondrá un proceso “delicado y largo”, ya que “se tiene que seguir trabajando y dando servicio a los investigadores -a los que se pretende llegar al centenar”, de forma que “se extenderá en el tiempo”.
En declaraciones recogidas por Ical, Sanz Merino, que puso de relieve la “apuesta importante” por parte de la Junta de Castilla y León por la Fundación Scayle, defendió unos trabajos que “lo colocan en el contexto nacional e internacional de la investigación”, al tiempo que “va a favor de completar el carácter de hub tecnológico de León” debido a la apuesta del Gobierno autonómico por “potenciar, apoyar y significar a la provincia como uno de los polos tecnológicos más importantes”.
Además de por las “características cualitativas”, el titular de Movilidad y Transformación Digital resaltó que “la apuesta de la Junta queda acreditada” también con las características cualitativas, ya que la obra supone una inversión de unos tres millones de euros, que se suman a otros cerca de 17 millones que invertidos durante la presente legislatura en Scyale y que “alcanzará un total de 20 millones de euros en inversiones para colocarlo como el de supercomputación por capacidad en España”.
Todo ello permite también “incrementar el ámbito de trabajo de Scayle con diferentes investigadores y las propias administraciones”, respecto a lo que aludió a la reciente firma de un protocolo con la Unidad Militar de Emergencias para “apoyar en la simulaciones y ayudar en la toma de decisiones”, tal y como “ya se hacía en otros ámbitos como predicción de incendios o los cálculos numéricos”. A ello se suma Bioscayle “para temas de genómica” y “otros ámbitos que acreditan la ampliación de las posibilidades de un centro de supercomputación de primer nivel”.
Los detalles
El edificio sumará una superficie construida de 1.500 metros cuadrados. Dispondrá de un programa funcional que incluye diferentes estancias con objeto de contar con todos los espacios necesarios, tales como aulas de formación, salas de reuniones, despachos, oficinas y zonas polivalentes.
El proyecto está conformado por dos prismas diferenciados en dimensiones y forma, unidos por un espacio cubierto que sirve como acceso y vertebra el proyecto, todo ello en una sola planta. El primer prisma, ubicado al norte de la parcela, contempla la zona de oficinas y los espacios que sirven a ellas como son aseos, salas de reuniones o salas de formación. El segundo prisma, ubicado al sur, contiene las salas de computación y todos los espacios técnicos necesarios. El espacio central, que une los dos prismas, sirve como acceso y distribuidor del edificio y además como zona polivalente o zona de conferencias.