Adjudican las obras de la nueva sede del Centro de Supercomputación de León cuando se prometió inaugurarla

El rector, la consejera de Movilidad de la Junta y la nueva directora de Scayle, Hilde Pérez.

Redacción ILEÓN / Miriam Badiola / Agencia ICAL

La Junta de Castilla y León acaba de adjudicar e iniciará “en las próximas semanas” la construcción de la nueva sede de la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León (Scayle, antiguamente llamado Caléndula). Curiosamente, los primeros trabajos arrancarán justo en la fecha en la que desde 2021 la Junta prometió que la sede sería una realidad plenamente operativa, en este año 2024.

Se trata de un nuevo edificio en las proximidades del campus de Vegazana y su actual sede, cuyas obras supondrán una inversión de 3,1 millones de euros y contarán con un plazo de ejecución de 18 meses, es decir, que debería estar disponible en septiembre de 2025.

Así lo detalló hoy la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, de visita a León, junto a la nueva directora general de Scayle, Hilde Pérez, que toma las riendas del centro “tras la fructífera etapa de su antecesor, Vicente Matellán”. Pérez es doctora en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, la primera mujer catedrática en Ingeniería de la Universidad de León, ha sido directora del Departamento de Ingenierías Mecánica, Informática y Aeroespacial desde 2015 hasta 2023 y “cuenta con una dilatada y brillante trayectoria que, seguro, le permitirá seguir avanzando en ese impulso”.

Esta nueva sede, cuyo arranque se espera desde 2021, se ubicará a es casos metros de la actual, en la calle Profesor Gaspar Morocho, junto al Centro de Formación Profesional Tecnológico Industrial de León albergará, entre otros servicios, el Centro de Almacenamiento de Datos Científicos o el supercomputador Caléndula. La Junta no ha informado de la empresa que ha ganado el concurso y la ejecutará.

La edificación planteada se construirá combinando estructuras de hormigón y de acero laminado, tendrá una superficie de aproximadamente 1.500 metros cuadrados en un terreno de 3.000 metros cuadrados y dispondrá de un programa funcional que incluye diferentes espacios. En concreto, el edificio estará conformado por dos prismas unidos por un espacio cubierto que sirve como acceso. El primer prisma, ubicado al norte de la parcela, contempla la zona de oficinas y los espacios que sirven a ellas como son aseos, salas de reuniones o salas de formación. El segundo prisma, ubicado al sur, contendrá las salas de computación y todos los espacios técnicos necesarios. Finalmente, el espacio central que une los dos prismas estará cubierta y servirá como acceso y distribuidor del edificio y además como zona polivalente o zona de conferencias.

El segundo en potencia, tras el del Gobierno en Barcelona

La consejera también aseguró que el centro de supercomputación leonés vivirá “la ampliación más ambiciosa desde su creación” y que, según calculó González Corral, llegarán a los 20 millones de euros en la presente legislatura, tratándose de “una de las tres Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares que tiene la Comunidad junto al Centro de Láseres Pulsados Ultraintensos de Salamanca y al Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana de Burgos”.

Entre las inversiones puestas en marcha desde el pasado año y las que arrancarán este año, la consejera de Movilidad y Transformación Digital destacó los 6,2 millones de euros financiados con Fondos Europeos React-UE para multiplicar por diez la capacidad de cálculo, lo que permitirá “pasar de 800 a 8.000 teraflops” o, lo que es lo mismo, “pasar de 800 millones a 800 millones de millones de operaciones posibles por segundo” en el supercomputador para “dar respuesta a la creciente demanda de investigadores y las comunidades científicas y empresariales” además de “convertirlo en el segundo supercomputador del país”, después del del Gobierno de España situado en Barcelona.

Por otra parte, el suministro e instalación y puesta en marcha de equipamiento óptico para la Red de Ciencia y Tecnología de Castilla y León, conocida como RedCayle, contará con un montante de 4,4 millones de euros, al tiempo que se apostará por equipamientos de infraestructura tecnológica para la actualización las áreas de almacenamiento de datos, redes y ciberseguridad con un importe que rondará los cuatro millones de euros.

“A ponerlo en órbita”

“Scayle está lanzado y ahora vamos a ponerlo en órbita”, afirmó la nueva directora general, Hilde Pérez, como resumen de “la nueva etapa que se inicia con la construcción de un nuevo edificio” y en la que “se abordarán nuevos caminos para convertirlo en un centro puntero en supercomputación, no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional”.

Ello se hará a través de “líneas estratégicas” basadas en la tecnología cuántica, la secuenciación genómica o la supercomputación de altas prestaciones, lo que permitirá a Scayle “colocarse como referente tecnológico internacional de soporte a investigadores, universidades o empresas para llevar a cabo innovaciones desde diferentes campos”.

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