Juan Pedro Aparicio republica su ensayo sobre el expolio a León: “Cincuenta años después sigue siendo necesario”

Juan Pedro Aparicio y su libro de Ensayo en defensa del Viejo Reino de León.

Jesús María López de Uribe

Tres prefacios, tres, inician el libro en que Juan Pedro Aparicio –poco hay que añadir de este excepcional literato y ensayista Premio Leonés del Año en 2018– comenzó su defensa de lo leonés hace cincuenta años. Tantos como ediciones ha tenido su 'Ensayo sobre las pugnas, heridas, capturas, expolios y desolaciones del Viejo Reino en el que se apunta la reivindicación leonesa de León' (Ediciones El Forastero, 2023). Y en los tres con demoledoras frases sobre el olvido y el agravio que se ha dado en el último siglo en España sobre lo leonés. Nadie mejor que él para explicar por qué “cincuenta años después sigue siendo necesario” leerlo y hay que guardar un sitio preferente de este libro en la balda de la estantería de La Biblioteca del Reino.

“Reivindicar la condición leonesa de León es tan literario como revindicar la condición atlante de la Atlántida –ambas parecen realidades míticas y remotas– lo que [...] viene a ilustrar bastante ajustadamente el alcance casi quimérico de mi intención”. Esto de salida, en el prólogo de hace medio siglo indica la desazón que ya se sentía ante la imposibilidad leonesa de alcanzar su propia autonomía. “[...] la Pícara Justina advertía entre los leoneses una peculiar insatisfacción que aquí hemos denominado desazón leonesa y que en su lugar veremos”, continuaba entonces el autor.

En su segundo prefacio, el de la siguiente edición, Aparicio comienza: “De nuevo me veo en el trance de una advertencia. No se deje engañar el lector por el título [...] cuando todavía se podía vislumbrar en el mar revuelto de la política española una Región Leonesa, bien que zozobrante y confusa”. “Mi intención cuando lo dí a luz era [...] difundir a los cuatro vientos una buena carta de navegación para utilidad de quienes por entonces manejaban el rumbo de nuestra región. ¡Infeliz de mi! [...] Nuestro rumbo había sido ya trazado a cincel, troquelado en piedra, en las oficinas y despachos de un remoto almirantazgo — más en la sensibilidad que en la distancia”, exponía. “Hoy las cosas son de otro modo. Nuestro rumbo a ninguna parte sigue tan firme y tan inamovible como entonces. Groucho Marx nos lo señaló en frase genial: hemos pasado de la nada a la más absoluta irrelevancia”, remachaba entonces.

En esta tercera edición, perjeñada por el empeño de José Antonio Martínez Reñones (el editor incansable de Ediciones El Forastero, trasunto intelectual de Lobo Sapiens) Juan Pedro Aparicio no quiere dejar de dar crédito a “Antón Diez, el ilustrador y maquetista [...]. Tengo a Antón por uno de los mayores artistas españoles de nuestro tiempo”. La tercera edición es una joya para cualquier biblioteca (más para la del Reino, esta sección, por lo que trata), con una portada que llama la atención y con doscientas páginas de mucho defender León y dejar claro que el autor se siente “leonés, ciudadano español y, como tal, ciudadano cabal y del mundo”. “Pero no soy castellanista y una ez más declaro mi convencimiento de que la inclusión de la tierra leonesa en la Comunidad Autónoma de Castilla y León es un atropello, una anomalía democrática, una excepción en la fiesta de la Transición que fue capaz de disolver el agobiante centralismo nacional-católico en la pretendida sociedad democrática de las autonomías. Y ahí no está León”. Queda claro de qué va este libro y que la prosa del autor es excepcional. Nada mejor que sus palabras para abrir boca y explicar qué pretende.

Reivindicación de la identidad leonesa con raciocinio

La reseña de la editorial también es interesante para explicar qué se puede encontar el lector: “La desazón leonesa no es una invención de chiquilicuatros para mortificar a los políticos de nuestro establishment autonómico. La desazón leonesa es un sentimiento muy arraigado y prácticamente universal en el leonés; por eso cuando desde alguna tribuna se reprocha al pueblo que adopta posturas sentimentales, se está poniendo el dedo en la llaga. El sentimiento no es otra cosa que su memoria histórica, vapuleada, manipulada, perseguida, que sale, sin embargo, a flote en la conciencia, o mejor, en la subconsciencia leonesa”. 

A lo que hay que sumar otra frase de su tercer prefacio: “Es evidente que ahora mismo León, la Región Leonesa, prácticamente no existe en España, oculta por Castilla, una Castilla que, con la connivencia entusiasta de la historiografía nacionalista española, se ha apoderado, previamente desvirtuada, de la ejecutoria histórica leonesa, de modo que lo leon´s ha pasado a ser castellano”, recordando además cómo cuando a Alfonso VI lo consideraban bueno (por conquistar Toledo) lo llamaban “de Castilla”, pero cuando lo consideran “avieso por desterrar al Cid, lo llaman leonés”, indicando bien claro que el Campeador “con toda probabilidad no era castellano. Desde luego no era hijo de un molinero del pueblo burgalés de Vivar, su padre era nada menos, según atestigua Ambrosio de Morales, conde de León, lo cual no es de extrañar pues se casó con un astur-leonesa, prima carnal de los reyes de León, doña Jimena, nieta del rey Alfonso V”. Juan Pedro Aparicio remite en este momento también a otro ensayo suyo “para ahondar en estas cuestiones”: 'Nuestro desamor a España: cuchillos cachicuernos contra puñales dorados'; Premio Nacional de Ensayo Jovellanos 2026 que bien completará a esta tercera edición de su discurso primigenio.

Queda claro que hace cincuenta años las cosas estaban claras, pero que se ha negado a León su lugar en la Historia de España, y este ensayo vuelve a recordar su importancia. Aún así es bueno volver al primer prefacio para mostrar que, pese a lo serio de la defensa contra las mentiras ante lo leonés, al autor le queda aún espacio para la sorna y el humor ante una situación tan tremenda de eliminación de todo el acervo del pueblo leonés:

“Aspira por último el título a insinuar una pizca de humor. No le iría mal. Porque no se engañe el lector, sobre todo el lector leonés: el humor, el talante cachazudo, el espíritu, como vulgarmente se dice, a prueba de bomba es lo que se necesita para soportar los petardazos con los que nos han condenado los escribas de la Historia de España”.

Ficha bibliográfica

  • Libro: 'Ensayo sobre las pugnas, heridas, capturas, expolios y desolaciones del Viejo Reino en el que se apunta la reivindicación leonesa de León'. Tercera edición.
  • Editorial: Ediciones El Forastero (Lobo Sapiens).
  • Tamaño: 165 x 230 mm
  • Páginas: 196
  • Encuadernación: tapa dura (cartoné)
  • ISBN: 978-84-127043-5-8
  • Depósito Legal: LE-297-2023
  • Impresión: cuatricromía
  • Dónde comprarlo: en la librería de cabecera, para estimular el comercio de barrio, o, si no fuera posible, en la web.
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