Los niños del CEIP Quevedo de León celebran su Semana Cultural conociendo las bondades de las plantas aromáticas
Con motivo de la celebración de la Semana Cultural, un total de 225 niños de Educación Infantil del CEIP Quevedo han trasplantado 225 plantas de albahaca y han descubierto las bondades de las plantas aromáticas, todo ello dentro de un proyecto de colaboración entre el AMPA y el propio centro. De esta manera, cada niño se encargó de reciclar su propio vaso de yogur para trasplantar la hierba medicinal y ahora serán ellos los encargados de darle los cuidados oportunos en casa.
Además, bajo el lema 'El AMPA y el CP Quevedo por el medio ambiente' también se ha colocado el esqueleto de dos árboles de madera de dos metros de diámetro cuyas hojas y frutos han sido confeccionados por todos los niños del centro (tanto de infantil como de primaria) como un símbolo de ellos mismos y de su compromiso con el cuidado y respeto de la naturaleza.
Hay que señalar que todas las plantas han sido donadas por el vivero ecológico de plantas aromáticas 'Aromáticas Dávila'. Además, el AMPA del Colegio Quevedo, en colaboración con el vivero, tiene previsto construir para el próximo curso un huerto ecológico (incluyendo en este término actividades de huerto, de jardinería, etc.). Se trataría de un excelente recurso para convertir el colegio en un lugar que posibiliten a un alumnado, mayoritariamente urbano, múltiples experiencias acerca de su entorno natural y rural, entender las relaciones y dependencias que tenemos con él, así como poner en práctica actitudes y hábitos de cuidado y responsabilidad medioambiental; experiencias interesantes para el desarrollo de las capacidades fundamentales en Educación Ambiental. También es un recurso fundamental para trabajar los hábitos alimenticios saludables además de mejorar el aspecto estético de la institución y contribuir a que sus miembros se sientan orgullosos de ella. Sirven como laboratorio para la enseñanza de la agricultura, ciencias y nutrición. Y en este caso, al mismo tiempo, se convierte en un símbolo de trabajo colaborativo entre las familias, los alumnos y el profesorado.
No hay que olvidar que se trata de una actividad desarrollada en un colegio público de nuestra ciudad donde la colaboración entre el AMPA del colegio y los profesores se hace vital a la hora de luchar por una educación de calidad.
