2023, el año de elecciones en que el leonesismo mostrará (o no) su creciente fuerza electoral

El voto leonesista, aparentemente en 'caída libre' en 2021, resurgió con potencia en 2022.

León es especial, y todos los leoneses lo saben. Entre las muchas cosas que tiene la provincia leonesa es la presencia de un movimiento político transversal denominado leonesismo, que apuesta por la Autonomía de la Región Leonesa (como indica el artículo 2 de la Constitución Española), lo que supondría crear otra para seis provincias castellanas y extinguir la actual, Castilla y León.

Durante años la Unión del Pueblo Leonés, el partido político que representaba la gran mayoría de los votos leonesistas fue perdiendo fuelle. Sobre todo tras una traumática escisión de su primer líder –el desaparecido José María de Francisco, que creó el Partido Autonomista Leonés en 2005; el PAL, ahora integrado de nuevo en la UPL–, muchos vaticinaban su extinción. Se decía (y se sigue diciendo) que era un partido rancio y caduco y que desaparecería en las siguientes elecciones autonómicas, ya que había penado con un exiguo procurador en las Cortes de Valladolid (llegó a tener 3 en el año 1999 y dos entre 2003 y 2011) durante las tres legislaturas autonómicas entre 2011 y 2022.

Luego vino la enorme manifestación del 16F de 2020, la exitosa moción autonomista en ayuntamientos y juntas vecinales, y el adelanto electoral de febrero de 2022 separando por primera vez los comicios autonómicos de los municipales en la Comunidad Autónoma de las regiones de León y de Castilla.

Lo que hacía dos años iba a ser la extinción se convirtió en uno de los mejores resultados de la historia de la UPL, consiguiendo de nuevo tres procuradores al aglutinar el evidente descontento con los partidos preponderantes, PSOE y PP, llegando a ser la primera fuerza política en León y su Alfoz. Lo nunca visto.

Autonómicas versus Municipales

La UPL pasó de 28.507 votos (26.705 en la provincia leonesa) en las autonómicas de 2019 a estar cerca de doblar apoyos con 51.878 (47.952 en León) en los comicios autonómicos de 2022. Esto, de repetirse, indicaría un notable aumento de la representación leonesista en los 211 ayuntamientos de la provincia (las de Zamora y Salamanca son su asignatura pendiente, pese a haber más que doblado votos).

Sin embargo, cada comicio tiene un tono distinto y el votante dispone su papeleta con una psicología totalmente diferente. El candidato a alcalde en las municipales arrastra votos por su personalidad, debido a la cercanía que tenga con sus vecinos que comprueban día a día su capacidad de gestión del Ayuntamiento. Este es un factor, pero también hay otro no menos importante: la capacidad organizativa de los partidos políticos para presentar 211 candidaturas. Y esto no es fácil, primero por la enorme cantidad de concejales que se eligen en la provincia (1.636) y porque las listas tienden a duplicar (o triplicar) el número de candidatos respecto a los resultados conseguidos por cada formación política. Es decir, que hay que trabajar con más de cinco mil personas para presentarse en todos ellos. De hecho, el PSOE no pudo hacerlo en las últimas elecciones en la provincia (le fallaron dos por sendas escisiones), la UPL presentó 92 y sólo el PP consiguió rellenar las 211 circunscripciones, aunque siempre alguna es con paracaidistas.

Por tanto, la posibilidad de que reciba la Unión del Pueblo Leonés los mismos votos que en las autonómicas de 2022 se reduce; salvo que sea capaz de presentarse en todos los municipios, labor harto difícil como se ha visto. Este es su primer escollo a superar.

Además, de siempre, la UPL, seguramente por este motivo de no poder completar candidaturas en todos los municipios, ha obtenido resultados mejores en las autonómicas que en las municipales que hasta 2022 habían coincidido en la misma jornada electoral. En 2019 los 26.507 votos a las Cortes en Valladolid fueron una cuarta parte menos, sacando un total de 19.730 en los municipios en los que presentó.

Si conservara la fuerza electoral de las autonómicas de febrero pasado, incluso quitándole ese 25,5% que no consiguió hace ya casi cuatro años, el resultado sería de unos 37.000 votos en toda la provincia leonesa. Un 88% de subida.

Ojo a la Diputación Provincial

Sin embargo, hay un detalle que sí destaca notablemente de los resultados de las últimas autonómicas, que es que la UPL fuera la primera fuerza política en los municipios de León y su Alfoz. Un resultado histórico que, aún complicadísimo de repetir por la misma esencia del poder de convocatoria de los candidatos a las alcadías, sí indica que, como poco, podría doblar (si no triplicar) sus escaños en la Diputación Provincial en el Partido Judicial de León.

En primer lugar, la Unión del Pueblo Leonés sí tiene dominada la presentación de listas en esta zona, que es en realidad su espacio más fuerte de votos y representación (consiguió un diputado provincial en 2019 con 14.248 votos, quedándose a 340 votos de conseguir el segundo escaño); lo cual no reduce sensiblemente de salida ese 25% de penalización general por no presentarse en todos los municipios.

La formación leonesista superó los 31.000 votos en los municipios que componen este partido judicial en las últimas autonómicas (más del doble, un 120% de aumento). Ganó, y de largo, a PSOE (25.604 votos) y al PP (25.213). Es decir, de conservar los votos de febrero de 2022 –sin suponer que crecieran sus apoyos debido a los constantes fiascos en los que se ve envuelta la provincia de León en los últimos años que la gente responsabiliza a los partidos de Estado que defienden la autonomía actual– se llevaría un diputado más que lo que conseguirían los partidos grandes. Y aquí viene la sorpresa: multiplicaría, como mínimo, por cuatro (o cinco) su representación actual. El PSOE como ganador en 2019 obtuvo 6 y esto podría ocurrirle a la UPL porque el cálculo del reparto por el Sistema D'Hondt se hace dividiendo los 14 escaños del Partido Judicial entre los votos del ganador y luego comparando los resultados de las mismas divisiones en los demás partidos asignando los restos mayores a cada diputado. Pero hay que contar que con los resultados de las autonómicas, Vox conseguiría dos escaños en el Palacio de los Guzmanes, lo que restaría el sexto natural con la candidatura ganadora de la UPL. Esto daría un vuelco notable a la gobernabilidad de la Administración Provincial, más cuando el partido judicial leonés pasa a tener de 13 a 14 representantes en 2023.

Pero aún hay más. Se reparten más diputados provinciales: 7 en el Bierzo, y uno por los demás partidos judiciales: La Bañeza, Astorga (este año electoral pierde un escaño que pasa a León), Sahagún y Cistierna. Las posibilidades de la UPL en Astorga, feudo del PP que superó en un 40% los votos de la UPL (que además quedó por detrás del PSOE) en 2019, son escasas. En Sahagún mínimas (arrasa el PP). Pero no ocurre lo mismo en La Bañeza (en 2019 la UPL quedó en segunda posición a 636 votos del PP), y tampoco en Cistierna, donde el malestar general con el PSOE ha sido notorio tras votar en contra de la moción autonomista y en los últimos comicios se quedó a 109 votos de los socialistas y a 26 del PP. ¿Sumaría esos dos más a los 4-5 de León para colocarse en 6-7 diputados provinciales?

La horquilla es amplia y podría llegar a sumar otro en el Bierzo, aunque esto es más difícil, si fuera aliado con Coalición por el Bierzo (un acuerdo bastante complicada dada la aversión al leonesismo de los herederos del Partido del Bierzo), e incluso podría estar cerca con USE. Pero las circunstancias indican que puede que quepa la posibilidad de conseguirlo porque la UPL consiguió un resultado histórico en Ponferrada en 2022 superando incluso a CB. Pero no es fácil por la falta de implantación del partido leonesista en la comarca, aunque están trabajando en ello y pueden dar la sorpresa. Con un supuesto diputado provincial berciano el futuro grupo leonesista en el Palacio de los Guzmanes podría rondar un mínimo de cinco diputados y un máximo de ocho.

Sin embargo, esto no indicaría que la UPL esté en condiciones de ganar las elecciones en la Diputación. Ni de sacar este resultado que podría darse si conservara todos y cada uno de los votos de las autonómicas. Si pierde el 25% la horquilla posible bajaría a 4-6, y si tuviera un resultado a la mitad, 3-4 (hay que contar con la debilidad de los partidos grandes). En todo caso, la UPL en la Diputación de León se encuentra (si no le abandonan sus votantes) en claras condiciones de superar su resultado histórico de tres diputados provinciales de1999. El 28 de mayo se verá cuánta fuerza electoral real tiene en estas municipales, por primera vez desvinculadas de las autonómicas y sin el tractor de su voto protesta a la Junta.

El disputado (deseado y posible) diputado nacional

Por otra parte, el resultado de la UPL en las autonómicas adelantadas por Alfonso Fernández Mañueco, fue realmente bueno si se trasladara por completo a las Elecciones Generales. Ya lo contamos en ILEÓN, que con los casi 48.000 votos que colocan a la Unión del Pueblo Leonés como tercera fuerza política en la provincia de León, junto al descalabro del ganador, el PSOE –que no superó los 65.000 cuando venía de 92.000 en las autonómicas de 2015–, otorgarían a los leonesistas el tercer representante en el Congreso de los Diputados.

Y se produciría un resultado bien curioso, porque habría un cuádruple empate en escaños con uno para el ganador: sea PP o PSOE, UPL o Vox, que eso estaría por ver porque el primero sacó 87.896, el segundo 74.672 y Vox 40.884 el 10N de 2019. La cuenta es sencilla: cualquier partido que saque la mitad de los votos del primero tiene garantizado un diputado en León si queda en cuarta posición, porque si queda en quinta no hay diputado que repartir al perder en las últimas elecciones la circunscripción leonesa el quinto escaño por pérdida de población. Es decir, que lo más probable que ocurra es que saquen uno cada uno de los cuatro partidos aquí reseñados si la tendencia electoral se mantiene. Empate total en representantes en el Congreso de los Diputados por León. También algo nunca visto como lo de las elecciones autonómicas de 2022.

En el Senado, sin embargo, la UPL no estaría en condiciones de disputar ninguno de los cuatro escaños en disputa. Al ser de voto directo los cuatro senadores suelen tener más o menos los votos que los dos primeros partidos. En el caso de 2019 se eligieron entre una horquilla de entre 85 y 88.000 votos, casi el doble de lo que consiguieron los leonesistas en las autonómicas de 2022. Tendrían que estar en condiciones de superar los 65.000 votos y que los candidatos de PP y PSOE bajen de esa cifra, situación que estadísticamente tiene una probabilidad mínima de que se produzca. Salvo que los leoneses piensen que ya es la hora de dar un golpe en la mesa en Madrid y abandonar el apoyo a los partidos estatales.

Etiquetas
stats