Las muchas guerras

Un soldado mirando la bandera de Ucrania.

No vale la pena mirar mapas y seguir batallas, ofensivas y defensivas. Ayuda, pero no resuelve. La cuestión, tal y como yo veo el asunto, es que esta de Ucrania es una guerra híbrida en todos los sentidos de la expresión.

Tenemos, por tanto, varias guerras: una que se libra en el campo de batalla y en la que se despedazan personas. Y otras muchas, paralelas, que forman parte de la geopolítica y demás piezas de la pugna por el poder y que podemos ver en la propaganda de ambos lados. Por mucho que queramos separarlas, lo cierto es que ambos modos de guerra están indisolublemente unidos y es muy difícil analizar una parte sin estar pendiente de la otra.

En cuanto a la parte militar y la tan cacareada contraofensiva ucraniana, no termino de verlo. Las magnitudes de las que se habla son francamente ridículas. Cuando llevamos un año de guerra, en Occidente han fundido la producción anual de tambores y platillos en publicitar el material que se ha enviado. Y el caso es que, al final, el recuento no llega a 250 tanques. Eso, amigos, lo tenía una división cualquiera de la Wehrmacht a mitad de la guerra, descontadas las pérdidas. Digo una condenada división. Por ejemplo, la 20.ª División Panzer contaba en 1941 con 229 tanques. 

¿De verdad nos están contando que van a vencer a Rusia enviando, a pelo, la 20.ª División Panzer? No sé… suena raro…

En segundo lugar, los analistas se pasan la vida, con gráficos incluidos, hablando de la longitud de las líneas de suministro rusas. Pues señores, lo de Napoleón era un paseo por un parque comparado con lo que son actualmente las líneas de suministro ucranianas. Eso merecería un comentario por parte de algunas de las personas que entienden del asunto, como el señor Sánchez Ferlosio, por ejemplo. Las armas y las municiones vienen de América, de Inglaterra y ahora dicen que de Corea del Sur, El combustible, otro tanto de lo mismo. Se embarcan, recorren medio mundo, se desembarcan y luego tienen que llegar a la línea de batalla. ¿Durante cuánto tiempo y en qué intensidad se puede mantener una cosa así? 

¿Por dónde sería la ofensiva ucraniana?

Pero si llegásemos a creer en la ofensiva ucraniana, habría que echar un vistazo al mapa y a las condiciones climáticas. De todas las páginas web que hay sobre meteorología internacional, yo me he molestado en echar un vistazo a ventusky.com, una web checa. La ofensiva ucraniana es inminente, pero coño, no para de llover en Ucrania hasta mínimo el 20 de mayo. Y cuando digo que no para de llover, me refiero a fuertes lluvias, sin más de tres o cuatro días de intervalo entre ellas, lo que es insuficiente para que el terreno se vuelva practicable. Así que, sabiendo que puedo equivocarme, y que incluso es probable, dada mi falta de conocimientos, me parece que hasta que suelo no esté más o menos seco, nadie va a salir por ahí con vehículos pesados por los campos, ni mucho menos se va a arriesgar a quedar constreñido en carreteras de tercera división. Y para eso hablamos de finales de mayo o incluso primeros de junio.

En cuanto a la zona donde se desarrollará esta ofensiva, vamos a dar un repaso, a sabiendas de que todos somos la bruja Lola. En el Norte, en la zona de Kremmina, no lo veo. Si las cosas van mal, te encuentras con el Oskil a tus espaldas. Una ratonera. Y además, corres el riesgo de que las reservas rusas ataquen desde Bielgorod y te copen el flanco. El riesgo es demasiado grande.

Cruzar el Dnieper parece una idea audaz, de película y sería muy impactante, pero incluso si consigues pasar, ¿qué ocurre en caso de contraataque? Los rusos lo vieron claro: que dependes de dos puentes para aprovisionar un ejército entero y que te pueden rodear a poco que vengan mal dadas. También lo descarto. Donetsk o Gorlovka, en plan operación de castigo, serían muy atractivos para los ucranianos, salvo que es meterse en la guerra urbana, que es una cosa muy lenta. Si la operación no es un golpe de mano ágil y eficaz, será casi imposible para los ucranianos. Le doy un 30% de posibilidades.

Aunque sea obvio, yo apostaría por el sur, por la zona entre Ugledar, Gulai Pole y Orejov. Allí puedes lanzar el ataque, buscar puntos débiles y avanzar si los encuentras. Y si algo sale mal, puedes regresar a tus posiciones con relativa seguridad. Además, puedes contar con cierto apoyo de la población que quede por allí, no como en Donetsk y Gorlovka.

La 'otra' guerra

La gran cuestión, insisto, es la otra guerra. La que se libra en las almas y las mentes del mundo entero. China, India, los países árabes, África y Suramérica, no están del lado de Ucrania, y eso no va a mejorar con la extensión de la guerra. Si Rusia se limita a aguantar y a alargar la guerra, sin ofensivas y sin grandes retrocesos, no es imposible que el poder de Occidente se cuartee. Es una cuestión psicológica y está bien estudiada: a medida que pasa el tiempo, y más en una sociedad hedonista e infantilizada como la Occidental, toda desgracia se relativiza y aparece la fatiga del donante. ¿Qué pasó, por ejemplo, con el terremoto de Haití? Todos nos volcamos en la tragedia… dos semanas.

Cuando el esfuerzo titánico que esta guerra supone se vaya alargando en el tiempo, a los políticos occidentales les costará cada día más venderles este sacrificio a los electores, y empezarán, que ya han empezado, las medias tintas, el vuelva usted mañana, y el te damos doscientos tanques para vencer a Rusia. Y si se demuestra que Occidente no puede vencer a Rusia con sanciones económicas y tampoco en el campo de batalla, entonces desaparecerá el miedo y se sentará el peligroso precedente de que la OTAN sirva para poco más que bombardear Belgrado y derrocar a Gadafi.

El tiempo pasa, y entre tanto, India y China toman nota. Israel procura no meterse, y ya son muchos los que piden a gritos una paz que a día de hoy no parece factible por culpa del relato. Ese relato de película de vaqueros en el que los malos son los otros, pierden, pagan reparaciones de guerra, y ven como son ahorcados sus villanísimos líderes.

Os puede parecer una tontería, pero creo que ese relato tiene más peso del que parece a primera vista. Para muchos, ver a Rusia quedarse con media Ucrania y a Putin saludar desde un balcón, sería como el fin de la infancia, cuando descubres que papá no es Todopoderoso. Es entonces cuando te quedas a dormir en casa de un amigo o de la novia. Y a eso teme la esfera anglosajona.

Veremos.

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