Gavilanes, otro colaboracionista para la 'Galería de Ilustres'
Dos asertos para comenzar y una puntualización para seguir. El ente autonómico, sin el amarre feroz, por aprovechado, contumaz y ladino de lo leonés, de lo regional leonés, no sería más que una comunidad de seis retazos castellanos, sin vigor en lo nacional y predicación alguna en lo europeo.
En torno a lo castellanoleonés (o castellano y leonés en versión tan inexacta como dañina), tal como se empeñan en querer presentar el engendro para ser alguien en los ámbitos citados, y sobre todo para poder manejar desde el centro del poder, Valladolid, los dineros de todos haciendo bueno lo de “quedarse con la mejor parte”, va la a segunda afirmación: Es algo que no podría funcionar a satisfacción de la facción castellana sin los colaboracionistas de León.
La puntualización viene dada por el uso y aplicación de la palabra colaboracionista, que vengo empleando últimamente de forma muy regular en lo tocante a personas y su comportamiento para con lo leonés amarrado al ente autonómico. La estoy empleando para señalar lo que supone una traición al propio pueblo, desasistido constitucionalmente, ayudando a sostener un ente autonómico que la mayoría popular leonesa siempre ha rechazado, un ente que no nos aporta nada, en cambio nos anula y se lleva lo nuestro.
¡A eso ayudan los colaboracionistas!
Unos desde la implicación meramente ciudadana, en estamentos de mayor o menor relevancia, y otros, de forma más grave aún, desde la política, en labores que les son retribuidas con algo más de “treinta monedas”.
Entiende el señor Gavilanes que debe estar agradecido al señor Mañueco por una supuesta confianza que le ha mostrado al encajarlo en un puesto que, digo yo, lleva el escandallo de colaboracionista, con la intentona de acople de “la cuña de la misma madera”. Y ello por saber cómo somos, lo que nos hacen, y prestar “ayuda al invasor”, con plena deslealtad leonesa.
¿O que es que acaso se atreve a decir que nos va bien a los leoneses socioeconómicamente? ¿Qué nos dan lo que nos pertenece y no se quedan con muy buena parte de lo nuestro presupuestario? ¿Acaso no ha leído el informe IAL? Si no lo ha hecho, hágalo, por favor, y diga en qué se equivocan. Yo por mi parte añado que en el ente nos están tratando de borrar la identidad leonesa con Fundaciones malintencionadas, con el embozo castellanoleonés, ¡la gran aberración amalgamadora!
No va a luchar por lo leonés, va de cuña que nos va a clavar un poco más en la autonomía: portavoz por el PP en las Cortes autonómicas como muro al leonesismo, se ha dicho en los medios. Va a ser un lamentable espectáculo, verle o escucharle apoyar a la facción castellana. Puede que la discreción, con el doblez subsiguiente, le lleve al disimulo, pero el freno a lo leonés diferenciado le delatará.
Su actuación como portavoz PP en el hemiciclo autonómico, será, según sus palabras, “un desafío y un reto”, sin duda para aplaudir lo castellano y frenar lo leonés. El gran papelón en la tragicomedia de Castiga a León.
Los presupuestos irán por su cauce, no lo dudamos, y se implicará en ello, pero por el sendero conveniente al Grupo que le patrocina y ha de defender; no es para todos, y mucho menos para los leoneses sojuzgados desde los orígenes.
Si goza de “toda la confianza” del señor Mañueco, y así lo ratifica éste, no cabe duda, ha elegido bien la cuña el presidente autonómico, quien ha añadido que cuenta con su apoyo. Pero yo ahí veo otra cosa, y lamentable, es que Mañueco, el más alto representante del PP en el mando autonómico va a contar con un colaboracionista bien entrenado en política.
Es buen dialogante, se ha dicho, el problema está en favor de quien va a negociar, cuando el diálogo sea esto, estudio y conveniencia, ¡ah! entonces volveremos a lo de la cuña, con el añadido de, el jefe siempre tiene la razón…, y si no se le da…
“Mirando siempre, por los castellano y leoneses”, se ha podido leer, ¿Ve por qué no le podemos creer? Su papel es de vencido y “convencido”, Si hubiera dicho y bien puntualizado: de los castellanos, y de los leoneses, pues hasta le podíamos prestar un poco de atención. Pero el rumbo está claro. El marcado por el Jefe…, y a colaborar tocan.