Un búnker: el de la que fue Caja de Ahorros leonesa

Como sede para la 'Nasa' española en Legio, a la que nuestras fuerzas vivas están optando, como importante baza concursal han puesto la mirada en el búnker que la extinta Caja España, bueno sus dirigentes y políticos, derrochadores de nuestro patrimonio, habían construido pienso que con buen criterio, en su tiempo, en el Portillo. 

Se ubicaba así el “alma mercantil del que pretendían imperio” en una fortaleza erigida a tal fin en el Portillo, sobre un oteruelo antaño pinar, aledaño al hospital psiquiátrico. Nuestra Caja de León estaba devolviendo al pueblo leonés agradecimiento y ayuda, mediante una supuesta participación en beneficios, con su Obra Social, que como ejemplo, se mostraba muy próxima a la fortaleza: el Hospital psiquiátrico Santa Isabel y un grupo escolar, en Puente Castro, ambos con muy buen funcionamiento. 

Se veía perfectamente al entrar o salir de Legio, por Puente del Castro, usando la carretera Nacional VI, Adanero a Gijón. Campaba airoso en este edificio el nuevo símbolo, una cornuda res con pocos y eficaces trazos ejecutada, coronando una torre que de él emergía.  Letrero que siempre rechacé por desplazar a nuestro símbolo rampante, un león vigoroso.

Ahora ese edificio, bien pertrechado para uso bancario previsto en su momento, actuado la entidad como Unicaja no sé hasta dónde, o en qué medida, está resultando útil para los andaluces dominantes de la entidad. Pero si resulta fácil intuir que poco, más allá del valor patrimonial, dado que el Ayuntamiento legionense y a la ULE, lo toman en consideración para incluirlo en el proyecto/propuesta y ofrecerlo como lugar de excelente uso para la 'Nasa española', actuando así como aliciente muy interesante a fin de que se elija como sede nuestra ciudad.

Supongo que tanto el rector Juan Francisco García Marín, como el regidor legionense José Antonio González, contarán por separado o en conjunto con expertos en la preparación de estos dosieres, así como el grupo de seguimiento y presión adecuado para la propia necesidad concursal.  No sólo hay que poner la carne en el asador, se ha de aderezar convenientemente y contar con buen “fuego amigo”. Política, Ciencia y saber presionar.

Sin apoyo de la Junta

Si hay algo cierto, diré que en la mejor de las propuestas, una cosa tengo clara, no puede ir bajo la indicación de los gerifaltes políticos comunitarios, que nunca, ¡nunca!, favorecerán a León; su tibieza o flojedad en este menester ha ido in crescendo; hacen que hacen, pero sin verdadera efectividad, a desgana, no enseñando la oreja del engaño abiertamente, pero moviendo las piezas de juego a destiempo, para relatar –¡Hemos hecho!–, tan sólo para tener buen espacio en la galería del voto que ha de venir, y perpetuarse, sabedores de nuestras tragaderas ideológicas partidistas a la hora de ir a las urnas, aunque nos estén matando.  

De momento la Junta autonómica fijémonos que, para “no dejarnos solos”, apuestan también por Palencia y Cebreros (Ávila).  Supone esto un escollo para León, pienso que sí. Es evidente que ambos contrincantes castellanos, tienen sus derechos, pero al menos Palencia desde los orígenes del ente ha estado favorecida, nunca marginada como León provincia.

La Junta autonómica, mediante el Consejo de Gobierno ha de emitir un preceptivo informe. Como quiera que en esta supuesta autonomía se postulan tres, han de situarlas en ranking de preferencia, por ello es necesario saber, si ya lo ha elaborado, quiénes los han hecho, y cómo va lo de la prelación. ¿Acaso puede acceder, vigilar y opinar por ejemplo UPL,  mediante sus procuradores? Por supuesto  directamente… o entre bambalinas como mal menor.  No dejemos que el toro, no el de la estampa, el cornudo citado, sino el metafórico que siempre se cita, haya pasado, pues entonces el daño ya está hecho, y entraremos en el juego de las quejas, que aunque lícitas y necesarias, se van en lágrimas por un lado, el leonés, y en sonrisa aviesa por otro, el autonomista mandón.

Se atreve el señor Mañueco a darnos a los leoneses consejos de comportamiento, en el tema que nos ocupa, y más, para que “creamos en nuestras fuerzas”, dice, cuando es sabedor y gran impulsor del frenazo a lo leonés, por supuesto no de palabra, pero los palpables hechos lo cantan. Descarga, ya de mano, el compromiso Aeroespacial en el Gobierno de Sánchez. Algo cómodo y “balones fuera”, cual si la Junta autonómica no tuviera que volcarse en la consecución con hechos bien dirigidos y animados. Intenta enmascarar todo con temas de la ULE para que resalte como preocupación juntera.  ¡No valen las palabras, cuentan los buenos hechos!

Estamos en manos de “tramposos y trileros”, tal como ha dicho al respecto Luis Mariano Santos. Por ello redoblemos la vigilancia. ¡Pero ya!