Con un ojo en el cielo y con otro en el más allá autonómico

Calificar lo que sigue de opinión, puede que no se ajuste a la realidad y la ocasión; digamos pues, que es una aproximación a un tema dentro de mi preocupado seguimiento de lo leonés a todos los niveles, territorial, económico y social con identidad propia. Hoy va en torno a una noticia que acaba de surgir. Ni más ni menos que la posibilidad de albergar en Legio, la Aesap (Agencia Estatal de Salud Pública).

Lo ‘saludable’ es que tenemos cartas y avales, que nos ponen si no en la pole, si en un buen puesto de la parrilla de salida, con buen motor y excelente carburante en la carrera para conseguirlo. Hay fundamentos, para ello, científicos de alto nivel, Universidad de León (ULE), empresas, colegios profesionales implicados… que marcan una ruta favorable.

Los antecedentes parten del momento en el que el Consejo de Ministros aprueba, en sesión de 23 de agosto de 2022, el anteproyecto de Ley por el que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública. Si desde entonces, en nuestra ULE, se empezó a tomar razón de ello, mis felicitaciones. Demuestran 'estar al loro', como es menester, que diría el Viejo Profesor en sus dos mejores versiones, de alcalde madrileño castizo, y de intelectual en sus bandos.

La “Agencia necesita talento, y en León lo generamos” ha dicho la rectora, de ULE, Nuria González, y parece que va de veras, e insiste, y la candidatura leonesa reside en un robusto ecosistema profesional y académico… un magnifico enfoque integral que cumplimos: Una Salud.

Para lo que pretendo en esta toma de contacto con el tema, voy a dejar poco más que insinuados alguno temores de “centinela alerta”, que los considero suficientes dados los inicios de un proceso que, tal como leo, es complejo, se ha de cumplimentar con diligencia y saber vender la candidatura, para la que “hay pilares”, dice la rectora.

¿Zancadillas de la Junta?

Tal como se suele decir en nuestra provincia, me malicio, que se ha de estar ojo avizor para el rechazo de injerencias, supuestas ayudas, algo así como: hago y zancadilleo. Me refiero a las de la comunidad autonómica, siempre inoportunas y minorando lo nuestro. No es que ya esté viendo fantasmas, es que los hay, y con sueldo.

Está escrito que las candidaturas para la ubicación de la sede, las pueden iniciar “las comunidades autónomas… y entidades locales”. El alcalde legionense, José Antonio Díez, tras un oportuno pleno, ha remitido cartas formales al Gobierno de España y al Ministerio de Sanidad oficializando el interés suscitado. Buen aviso y mejor declaración de intenciones. Al parecer la Diputación provincial ha mostrado también su empuje… y peso territorial. Muy interesante, dado que el departamento competente para la última decisión es el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.

El Aeropuerto y el ministro Puente

Con el ojo en el cielo, no precisamente pidiendo mercedes, sino, pensando en el Aeropuerto, en el espacio aéreo que no somos capaces de hacer figurar como seguro, por más necesario que nos sea para todo aterrizaje: Aeronaves, y el derivado 'despegue comercial e industrial'. ¡Hoy muy condicionado por insuficientes mecanismos de seguridad de acercamiento!

Tanto el Ayuntamiento como la Diputación, conforman un Consorcio que lo rige, actuando de presidente el que es vicepresidente provincial de la institución. Aena, quien lo explota. Más o menos. Veamos algunas temores:

El apellidado Puente, Ministro con Sánchez, el puente de Valladolid hacia Madrid, ha determinado que se ponga el ILS III, lo último en acercamiento y seguridad, en el aeropuerto de Villanubla, y aquí en León... ¡Aún estamos en el más básico. ILS I! No es victimismo, es realidad vestida de menosprecio.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para qué enemigos, descartó en su momento, que la Junta vaya a reincorporarse al Consorcio para la Gestión de la Promoción del Aeropuerto de León. Si hay que soltar dinero, cicatería; si se trata de gestionar recursos que puedan llegar aquí, el temor está en que “marquen un baipás”, un redomado proceder ya ensayado.

Si el que se perdiera un trasplante de corazón, ocurrido anteayer, al no poder aterrizar con la víscera el avión que la portaba, no alarmó lo suficiente a las fuerzas vivas leonesas, para de inmediato poner en marcha las demandas necesarias para se lleven a cabo las mejoras de acercamiento a la pista, que en este caso consisten en disponer de ILS III, hemos de preguntarnos, ¿qué nos quiere decir esto?, pues sencillamente, que están, como se dice en coloquial expresión, esperando a verlas venir, algo asemejado a una bobalicona postura.

¿Qué va a hacer la Junta ante las pretensiones leonesas?

De ahí qué, cuando ya estén nuestros próceres locales empezando los trámites para concursar a la sede de Aesap, el aeropuerto de La Virgen del Camino, deba estar bien dotado, o en vías de ello al menos, con las medidas que le dan la seguridad de acercamiento, que no tienen que ser ni más ni menos que las disfrutadas por los más modernizados.

¿Acaso, por otra parte, van a permitir que la Junta autonómica tome las riendas para los trámites ministeriales de la Agencia? Pues ya sabemos como derivan. En cuyo caso en favor de quién, pues hasta nos pueden sacar un competidor. Entonces lo sencillo se complica, nos abrumará un poco más la dependencia, esa que ciertamente es forzada, pero no exenta de indolencia leonesa, para volver a caer en el error de la tolerancia que supone más y más despersonalización y mayor irrelevancia.