Investigadores de la Universidad de León descubren en La Ercina uno de los signos más antiguos de escritura celtíbera

El caracter celtíbero se ve en la parte izquierda de la imagen, parecido a una 'uve'.

Jesús María López de Uribe

León —

Notorio descubrimiento en el yacimiento de La Peña del Castro, que se excavó en tres campañas durante los años 2013 y 2017. Uno de los arqueólogos leoneses que llevó la excavación, Eduardo González Gómez de Agüeroha publicado un artículo en el que se explica que se ha encontrado un signo celtíbero en el contrapeso de un husillo encontrado en estas campañas.

Según informa de ello la Universidad de León, el estudio ha sido publicado recientemente en la revista Paleohispánica, una de las más prestigiosas en el ámbito peninsular sobre lenguas y culturas de la Hispania Antigua.

El descubrimiento es, según el arqueólogo, “el hallazgo de una fusayola con un signo grabado en su superficie. En el presente trabajo se pretende dar a conocer dicho elemento y su contexto, pudiendo ser un ejemplo de inscripción en alfabeto celtibérico, similar a las halladas en el área meseteña”. Sobre el Castro de La Ercina se puede conocer el desarrollo de las excavaciones pinchando aquí o visitando la página de Facebook de Arqueoencina.

En concreto, según la información facilitada por el Gabinete de Comunicación de la Universidad de León, “se trata de una letra del alfabeto celtibérico que se remontaría al siglo I A.C. grabada en un contrapeso de un huso de hilado hallado en el yacimiento de La Peña del Castro. El grabado podría corresponderse con una marca de propiedad y los investigadores creen que se hizo en el propio yacimiento, ya que el objeto con la inscripción está fabricado con talco, un material procedente del entorno”.

El estudio de los materiales hallados en el yacimiento de La Peña del Castro (La Ercina en los límites entre la Montaña Central y la Montaña Oriental de León) por parte de investigadores de la Universidad de León, “ha permitido identificar el que sería uno de los primeros ejemplos de grafía alfabética en la provincia de León, se trataría de una letra del alfabeto celtibérico realizada en el propio asentamiento y que se remontaría al siglo I antes de Cristo”, continúa la nota de prensa.

Esa grafía está grabada en una fusayola (contrapeso de un huso de hilado) del yacimiento de La Peña del Castro, un asentamiento de la Edad del Hierro se encuentra en el municipio de La Ercina, en la Montaña Oriental leonesa. El enclave ha sido objeto de intervenciones arqueológicas entre los años 2013 y 2019 y continúa actualmente el proyecto con el estudio de los materiales recuperados en las excavaciones.

Durante la campaña de 2017, las excavaciones exhumaron un almacén donde además de un cesto con semillas, se recuperaron restos de carne curada de vacuno, varias herramientas y el objeto con el grabado alfabético. Este grabado podría corresponder con una marca de propiedad, si bien, el hecho de sea el único elemento de estas características en el yacimiento, hace que también sea un elemento de prestigio que diferenciaría a su propietario de otros habitantes del poblado.

Objeto fabricado con talco 

“Este tipo de marcas son habituales en culturas limítrofes como la vaccea, que desde el siglo II A.C. va a ejercer una influencia muy importante en el poblado leonés. Por lo tanto, esta práctica se enmarcaría en toda una serie de cambios sociales que se producirían en La Peña del Castro, como son el aumento de la población, la diferenciación social o la complejidad económica con la acumulación de excedentes agrarios y el aumento de los intercambios con la montaña y la meseta”, apunta la nota de prensa de la Universidad.

“El objeto que cuenta con la inscripción está fabricado con talco, material procedente del entorno, por lo que la letra habría sido realizada en el propio yacimiento, y no ser fruto de intercambios con otras zonas. Esto indicaría que, aunque no conservamos textos en la Edad del Hierro de la zona cantábrica, sí habría en este poblado población que tendría los conocimientos para realizar esta práctica. A este respecto, hay que considerar la posibilidad de que pudiera haber población foránea en el asentamiento”, continúa.

Según el artículo de Gómez de Agüero, “la presencia de mineral de talco en el yacimiento es recurrente desde el siglo II antes de Cristo, apareciendo tanto fragmentos de mineral en bruto o en proceso de trabajo, como piezas terminadas. Entre estas destacan piezas cilíndricas perforadas que parecen corresponder con contrapesos de para el hilado, así como cuentas de collar de diferentes tamaños y morfologías. La presencia del talco para estos usos no es algo exclusivo de este emplazamiento, documentándose en yacimientos tanto en la zona cantábrica como de la meseteña”.

El significado del signo celtíbero

“El elemento identificado en la fusayola de La Peña del Castro, se documenta de manera recurrente en diversos objetos del área vaccea por Germá Delibes de Castro (1993) y Patrizia De Bernardo Stempel (2012)”, continúa el articulo del arqueólogo.

“Estas marcas se caracterizan por estar formadas por un ángulo agudo, y que, si bien en ocasiones aparece asociada a otro signo, no parece que estos correspondan con dos sílabas consecutivas (De Bernardo et al. 2012). Para estos casos se han relacionado con el grafema 'n' del alfabeto celtibérico occidental arcaico, o bien a una forma moderna del silabograma 'Tu' (De Bernardo). Junto a esta interpretación, hay otros autores que lo relacionan con un carácter con dotación simbólica, posiblemente vinculado a propiedad y no a escritura (Delibes, 1993; Juan Francisco Blanco García, 2011), así como a escritura latina (según Blanco en 2011 o De Bernardo Stampel en 2012). En nuestro caso, parece que este signo no tendría vinculación con el alfabeto latino, ya que no se han encontrado elementos romanos más allá de los vinculados al proceso militar de conquista, a lo que deberíamos de sumar, que este grabado se habría realizado en el propio emplazamiento”.

Para Gómez de Agüero, “el proceso de grabado parece que fue elaborado de manera cuidadosa, tanto a la hora de su colocación en la pieza, utilizando los bordes de la misma como campo epigráfico, como en el proceso de realización, marcando de manera previa los extremos de los trazos”. “De este modo, no estaríamos ante una copia improvisada de un signo, sino una inscripción consciente del mismo. Sin duda el significado del mismo es sumamente complicado de definir con los datos que contamos, pero sería similar al propuesto para este tipo de marcas en otras zonas”, expone.

Y su conclusión final es que debido “a su presencia en un área donde de manera general la escritura se encuentra ausente, la presencia de población exógena en el poblado sería la hipótesis más sugerente, lo cual abre interesantes vías de interpretación de los procesos que están acaeciendo en estas poblaciones antes de la conquista romana”.

Un yacimiento de la Edad del Hierro en la Montaña Central de León

Según el artículo, la ocupación del yacimiento se extiende desde el siglo X antes de Cristo en una primera fase hasta la época romana, aunque su máxima expansión se alcanza durante la Segunda Edad del Hierro. Dentro de este periodo, se identifican dos momentos clave: un primer intervalo entre los siglos VI y III A.C. y otro entre los siglos II y I A.C. como tercera fase, cuando el asentamiento se extiende por todo el cerro. “Esta última concluye con la conquista romana y el cambio de Era, lo que provoca la destrucción e incendio del poblado y su posterior abandono”, explica el artículo científico.

Después, durante la segunda mitad del siglo I después de Cristo se documenta la presencia de un castellum romano en la parte más alta del cerro, que supondría una cuarta fase, aunque con un desarrollo temporal breve. Este otro artículo científico de 2015 en la revista Férvedes en Researchgate sobre esta excavación sirve para conocer a fondo su estructura y sus materiales de construcción, sobre todo el de la muralla defensiva del castro.

La fase mejor documentada corresponde a la tercera fase del poblamiento durnate los siglos II y I a.C. caracterizada por un incremento demográfico y una serie de transformaciones sociales y económicas, según González Gómez de Agüero. De este periodo se han exhumado diversos edificios donde los contextos y materiales presentan un alto grado de conservación debido a la abrupta destrucción del asentamiento. Entre las estructuras más destacadas se encuentran varias viviendas, dos edificios comunales y un almacén.

Se puede conocer más sobre La Peña del Castro en La Ercina en la web Astures

Referencia: Eduardo González Gómez de Agüero — 'Marcas incisas en una fusayola de La Peña del Castro (León): Un signo o un ejemplo de grafía en la zona cantábrica central al final de la Edad del Hierro'. Revista PalaeoHispánica, 2025 | DOI: 10.36707/palaeohispanica.v24i1.636.

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