Rita Barata Silvério: “León es parte fundamental de la historia de Portugal”
Afincada en España, pero nacida en Estremoz en 1975, se crió en La Raya entre España y el país luso, y terminó viviendo en Madrid, lugar desde que observa con una graciosa mirada las cosas distintas y comunes de portugueses y españoles. Con dos libros notables en su idioma materno –O Livro da Rititi (Oficina do Livro, 2005) y Manual de Instruções para sobreviver aos 40 (Cego, Surdo e Mudo, 2013)– esta licenciada en Derecho que trabaja en finanzas usó su blog con el mismo nombre que el libro que presenta, para pasar de mejor forma el mal trago de la pandemia.
Y de esas letras por internet en las que vuelca con gracia las sorpresas que nos ofrece el país vecino, esta cuasi española que lleva viviendo “en Madrid con un marido, dos hijos, un hámster y un gato” cuenta cómo se siente “más ibérica que el jamón de pata negra” en formato papel en el libro –que no podía llamarse de otra forma sino Cartas Portuguesas– que presenta este viernes 24 de marzo en la librería Tula Varona de la calle Ruiz de Salazar a las 20.30 horas.
¿Por qué surgió este libro?
Este libro tan bonito es la edición escrita de la newsletter quincenal cartasportuguesas.com, que creé en 2020 en plena pandemia. Después de 20 años viviendo en Madrid sentí que en España hay, en general, poco conocimiento sobre la cultura de Portugal, su Historia o su música, más allá del fado, el bacalao o los tranvías de Lisboa. Y en noviembre de 2021, un señor estupendo de León llamado Miguel Riera, me mandó un e-mail, interesado en editar mis cartas y transformarlas en libro para la editorial Mr. Griffin.
¿Cómo portuguesa que vive en España, por qué crees que los españoles sabemos tan poco del otro país ibérico? ¿Cómo es posible que vivamos a espaldas de él?
Infelizmente el desconocimiento entre ambos países ha sido mutuo. Al fin y al cabo, hemos sido enemigos naturales durante casi 900 años y hemos basado nuestras relaciones institucionales en base a miedos y recelos. Yo, que he vivido saltando entre un país y otro desde que nací, nunca me ha dejado de sorprender con lo poco que nos ha interesado como vecinos nuestra historia común, nuestro pasado ibérico, árabe y atlántico, y nos hemos centrado sólo en fomentar estereotipos creados por un relato estatal que muchas veces sólo ha buscado enfrentarnos. Por fortuna, en las últimas décadas este desconocimiento se ha transformado en interés y ganas de estrechar lazos. No obstante, creo que este desconocimiento se diluye en La Raya. Allí, las relaciones no son entre países, sino entre vecinos, amigos, novios y familia.
En la reseña del libro destacas un Portugal muy de anécdotas cachondas y divertidas. ¿Qué se va a encontrar de interesante el lector español en tu libro?
Cuando empecé con las Cartas, hace casi tres años, con la intención de divulgar nuestra historia y cultura, fui descubriendo yo misma un país increíble, con historias alucinantes de las que poca gente habla: desde las vacaciones de Unamuno en las playas cerca de Oporto, a la lucha por la supervivencia de los sefardíes durante 500 años en las faldas de la Serra da Estrela, las aventuras de bucaneros y piratas portugueses que la liaron pardísima en el índico y el Caribe, o la loca huida de la Corte portuguesa a Brasil durante las invasiones francesas. También van a encontrar historias de mujeres increíbles, pintoras, políticas, estadistas, médicos, millonarias, revolucionarias, militares e intelectuales a las que he descubierto escribiendo las Cartas y que han sido imprescindibles para la construcción de la historia y cultura de Portugal. Y claro, la historia íntima de mi famila, desde el Alentejo a Trás-os-Montes, pensando por la Revolución de los Claveles que protagonizó mi padre, un Capitán de Abril, en 1974.
¿Somos más parecidos de lo que pensamos españoles y portugueses?
Claro que somos parecidos, tenemos una historia común excepcional, con fronteras delimitadas desde el siglo XIII, y nos hemos construido como naciones en base al espejo que somos. Nuestro ADN es similar, compartimos invasores, la dimensión global de las aventuras marítimas e incluso las dictaduras del siglo XX.
¿Y cuál es la diferencia más notable entre los dos países? ¿Y por contra las similitudes más sorprendentes?
Quizás nuestra mayor diferencia radique en el arraigado sentimiento nacional que tenemos los portugueses. Somos nación desde principios del siglo XII, y nos sentimos parte de un mismo destino que mira siempre al Atlántico. Quizás tengamos por eso un carácter más apacible, diría que incluso gentil.
¿Hay mucha diferencia entre el Norte y el Sur de Portugal como pasa en España? ¿Lisboa concentra todo como Madrid? ¿Y Oporto funciona un poco como Barcelona?
Las diferencias entre Norte y Sur son consecuencia, sobre todo, de la propia geografía. Y eso ha tenido expresión en la economía, la música e incluso la religiosidad. El norte, con sus montes y minifundios, dio lugar a un carácter más emprendedor y combativo. En Sur, con sus latifundios y con tierras de horizonte infinito, ha dado lugar a una personalidad más reflexiva, más íntima, más secreta. Por otro lado, Portugal es un Estado centralizado, por lo que todo el poder se concentra en Lisboa. Pero el tejido empresarial está repartido, por la costa, de Setutal, a Oporto y Braga, en el norte, sobre todo.
¿Qué tiene Portugal para visitar que pueda enamorar a un español?
Todo Portugal es precioso. Lisboa es mi ciudad favorita del mundo, claro, pero Oporto está preciosa. Pero como alentejana que soy, recomendaré siempre mi pueblo Estremoz y todas las cuidades de la Raya como Elvas, Vila Vicoça o Évora y, como no, toda la dehesa alentejana.
Vienes a León a presentar el libro este viernes a la librería Tula Varona. ¿Habías estado aquí alguna vez o en la Región Leonesa? Es mi primera vez por tierras leonesas y no puedo estar más emocionada y agradecida.
Los leoneses nos preciamos de que Portugal nació del Reino de León, que tuvimos una historia común. ¿Esa conciencia existe en tu país?
¡Cómo no! Es la base de nuestro storytelling, la escisión del reino de León y el papel del valiente príncipe Afonso Henriques, primo de vuestro Alfonso VII.
¿Conoces Tierra de Miranda? ¿Qué opinas de la protección al Mirandés, la tercera lengua asturleonesa de la que tan orgullosos estamos aquí, aunque no sea oficial en España todavía?
Mi abuelo Manuel era Transmontano y soy una gran amante de esa tierra, que es la de origen de mi familia. El mirándes, además, es el segundo idioma oficial de Portugal y el mejor ejemplo por la supervivencia de los idiomas rayanos.
¿Qué esperas de la presentación en León?
Sobre todo conocer a mis lectores leones, que sé que son muy fieles y queridos, compartir con ellos lo mucho que amo Portugal y, ya que estamos, tomarme un vinito con ellos.