León, 40 años de abandono político
La provincia de León lleva más de 40 años sufriendo un constante abandono político, una situación insostenible que se refleja en la pérdida de más de 100.000 habitantes, lo que representa cerca de un quinto de su población. Este declive no es casualidad, sino el resultado directo de políticas equivocadas y repetidas durante décadas. Los ciudadanos leoneses se sienten marginados, y es evidente que ni los representantes del PP ni del PSOE han sabido, ni saben, defender los intereses de la provincia.
El precio de estos errores políticos lo pagan día a día los leoneses: despoblación, falta de oportunidades y una economía estancada. Es inadmisible que, tras 40 años de fracasos, sigamos atrapados en un modelo que no funciona. La alternativa propuesta hasta ahora por los políticos de Castilla La Vieja desde Valladolid solo perpetúa la marginación. Para los ciudadanos leoneses, esto equivale a encerrar ovejas en un corral con lobos.
Aunque no podemos recuperar todo lo que hemos perdido, es urgente detener este ciclo de errores. León necesita un cambio estructural que permita recuperar su autonomía y poner fin a la subordinación a Valladolid. Esta es la única solución posible para evitar que la provincia siga perdiendo representación, recursos y oportunidades.
Es hora de que los ciudadanos de León reflexionen y actúen con responsabilidad. Hay que distinguir entre los intereses económicos de Castilla La Vieja y los de León. Solo un cambio político territorial profundo puede garantizar el futuro de la provincia y de sus habitantes. Es imprescindible crear un entorno en el que los jóvenes que nacen en León puedan quedarse, trabajar y generar riqueza en su tierra, sin verse obligados a emigrar.
La situación actual no se limita a la pérdida de población: pueblos enteros se vacían, se cierran escuelas, centros de salud, farmacias y negocios. Los pocos proyectos que se inician rara vez se completan, quedando como propaganda política para perpetuar legislatura tras legislatura. Mientras tanto, los indicadores socioeconómicos de León son los peores de España.
Los políticos de León no pueden seguir ignorando la realidad. No basta con mirar hacia otro lado o confiar en soluciones mágicas promovidas desde Valladolid. La política de ruina general de los últimos 40 años debe terminar. Los leoneses necesitan que sus representantes defiendan sus intereses de manera firme y decidida.
Además, no podemos seguir permitiendo que los políticos castellanos se rían de nosotros, utilizando la provincia como su cortijo particular. Según estudios socioeconómicos, León pierde 900 millones de euros al año bajo el actual modelo autonómico, una cantidad que podría transformar completamente la realidad de la provincia.
Este desastre comenzó con la inclusión forzada de León en una autonomía dominada por Castilla La Vieja, impulsada por intereses políticos de la época. Desde el principio los ciudadanos de León rechazaron este modelo, como lo demuestran las numerosas manifestaciones que se han repetido a lo largo de los años. Es hora de salir del búnker político que supone la dependencia de Valladolid.
Las encuestas son claras: más del 50% de los leoneses apoyan una autonomía propia, y tres de cada cuatro no quieren continuar bajo el actual modelo autonómico. Con este respaldo democrático, es posible y necesario construir un futuro mejor. León necesita políticas transversales y democráticas que respeten sus señas de identidad y permitan a sus ciudadanos prosperar en su tierra.
Es hora de acabar con 40 años de abandono y marginación. León merece y necesita un cambio.