La primera central de Compostilla cumple 70 años mientras Endesa cierra y en menos de un año abandonará el Bierzo

Sala de Control de Compostilla en los años 50. Imagen: NO-DO.

Jesús María López de Uribe

Es de todos sabido que aquellas tierras ricas en materiales extractivos no se industrializan, y cuando los minerales dejan de ser rentables pierden su poca potencia industrial vinculada al sector primario y entran en una salvaje crisis que acaban con ellas.

Esto es lo que ha pasado con las cuencas mineras en la provincia de León, y de ello son terribles ejemplos las cuencas mineras del Bierzo y Laciana, con las que hubiera sido mucho más difícil la industrialización de España a partir de mediados del siglo XX. Su carbón fue completamente vital para producir la electricidad necesaria para las fábricas del País Vasco, Madrid y Cataluña.

Por eso mismo, a finales de la Segunda Guerra Mundial, en noviembre de 1944, la dictadura franquista creó una compañía estatal de electricidad que se basó precisamente en los proyectos de central eléctrica en la comarca del Bierzo, justo al lado de su capital: Ponferrada.

El extinto Instituto Nacional de Industria le dio el nombre de 'Empresa Nacional de Electricidad, Sociedad Anónima y su acrónimo fue Endesa. El objetivo era controlar un sector considerado estratégico como el energético mediante una empresa pública; al igual que se hizo con otros sectores como los astilleros de Bazán, la aerolínea Iberia, la Telefónica o la automovilística SEAT.

La primera planta de producción fue Compostilla I, cuya construcción comenzó de inmediato, en 1945, siendo inaugurada hoy hace 70 años, el 28 de julio de 1949. “El lugar elegido para la central, sufragada con fondos públicos, priorizó la cercanía a las canteras de carbón nacional, ya que suponía abaratar de forma considerable la cadena de suministro para la central eléctrica, en un momento en que España vivía bloqueada tras la Guerra Civil”, explica la Wikipedia.

La elección de construir centrales termoeléctricas era una decisión meditada, diseñada para reducir la dependencia que hasta entonces había de la energía hidráulica en España.

Si no llueve y los pantanos se secan, no se puede producir electricidad con turbinas de agua. Así que en 1965 se inauguró en el municipio limítrofe de Cubillos del Sil, la central Compostilla II, que sustituyó a Compostilla I en 1972 —y que llegó a tener cinco grupos de producción eléctrica— y que ahora Endesa cerrará antes del 30 de junio de 2020.

Después de siete décadas y de haber extraído el alma de carbón de las comarcas del Bierzo y Laciana, Endesa traiciona sus orígenes y sólo dejará su presencia en la zona (tras haber cerrado también Anllares a finales de 2018) manteniendo exclusivamente la propiedad de los saltos de agua de los pantanos que se tuvieron que construir anegando valles —y cambiando los trayectos del Ponfeblino, que cumple también su centenario en el olvido— para, precisamente, refrigerar las centrales térmicas que construía.

Hoy aquellas instalaciones inauguradas en 1949, y abandonadas en 1972 tras 23 años de producir energía quemando carbón, son la sede del Museo de la Energía —con la denominación de La Fábrica de la Luz—, gestionado por la Ciudad de la Energía de Ponferrada desde el año 2011.

Pero siempre es una maravilla poder ver cómo era Ponferrada y El Bierzo cuando estaba en funcionamiento la primera Central de Compostilla I, como se puede hacer en este PDF que compuso Francisco Arias Ferrero con fotografías de época y fotogramas del NO-DO.

El atentado en Ponferrada que Franco ocultó y que casi le cuesta la vida

Otra de las onomásticas del día es el atentado que sufrió Francisco Franco en Ponferrada, ocultadísimo por el Régimen y que sólo se pudo saber en el extranjero. Es más, hasta la publicación de ILEON.COM de un reportaje sobre lo ocurrido, el hecho era prácticamente desconocido en España, la provincia leonesa e incluso en la misma capital del Bierzo

El incidente estuvo a punto de cambiar la Historia de España. Ese día se materializó un atentado contra el 'Generalísimo' Francisco Franco, uno de los pocos que llegaron a ejecutarse realmente, pasando de la frontera de los deseos y los planes a los hechos“, explica el reportaje.

En una ciudad donde la expectación era máxima con los políticos franquistas prácticamente genuflexos ante su líder. El Ayuntamiento había otorgado al 'Caudillo' en Pleno extraordinario el día previo la primera Medalla de Oro de la Ciudad, como solía ser tradición porque no se le podía conceder a nadie más primero, además del título de alcalde honorario.

Lo que pasó es que después de ese “cariñoso recibimiento” por unos desaforado y por otros obligado, el dictador tuvo una no tan pacífica despedida de las tierras del Bierzo, aún entonces frente de maquis y guerrilleros. Entre las tres y cuatro y media de la tarde, no está claro el minuto exacto, recibió un adiós de esos de no olvidar.

Según diversas fuentes externas de la época, fue tiroteado y su propio vehículo oficial llegó a recibir algunos impactos de bala de un grupo de guerrilleros antifranquistas bercianos apostados en un monte a la salida de la ciudad.

Sólo los medios del ultraconservador imperio Hearst lo publicaron fuera de España. En concreto se puede leer en una breve noticia aparecida en el periódico Milwaukee Sentinel el 6 de agosto de 1949 que “el más reciente intento de asesinato fue realizado contra la caravana del generalísimo, con vehículos blindados de Franco a la cabeza, cuando salía de la ciudad de Ponferrada. Franco dejaba Ponferrada para presidir una ceremonia dedicada a una nueva planta de energía hidráulica”.

Pero también los antifranquistas en su periódico 'España Libre', editado por el Órgano de Sociedades Hispanas Confederadas de los Estados Unidos de América entre los años 1939 y 1977. En su portada del 12 de agosto de 1949 el atentado contra el dictador fue la principal noticia, con un titular elocuente: “Guerrilleros del Bierzo tirotean a Franco”.

'España Libre' detallaba que “el nutrido fuego alcanzó el automóvil del caudillo, pero no le hizo daño alguno, pues se trataba de un coche blindado de la marca Mercedes que Hitler le regaló durante la guerra”.

En este caso no parece que la 'baraka' que acompañaba al dictador tuviera mucho que ver para salvar la vida, sino más bien el blindaje del Fürher nazi que también tenía una suerte extraordinaria y sobrevivió a más de 42 atentados; para terminar suicidándose cinco años antes en un búnker. En todo caso, lo que iba a ser un día de fastos y honores al dictador de España en Ponferrada se tornó en el día en que casi pudo haber cambiado la Historia de España, pero sólo quedó en un enorme susto para el Generalísimo, que estuvo todavía más de 26 años en el poder.

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