La Junta urge al Gobierno la apertura de la autopista y se escuda en informes tras 6 meses con una carretera suya 'sepultada''

El derrumbe que cortó en mayo de 2024 la carretera CL-631 de la Junta en Páramo del Sil.

Carlos J. Domínguez

“Instamos al Gobierno a que, dentro de la dificultad, se produzca una solución lo más rápida posible de este impacto derivado (del derrumbe) en la autopista del Huerna”. Esta reclamación la ha lanzado este jueves el portavoz del Gobierno autonómico de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, en respuesta al perjuicio que viene causando el derrumbe de un talud que ha cortado por completo la autopista León-Asturias AP-66 y en la que siguen trabajando la empresa adjudicataria, Aucalsa, bajo supervisión del Ministerio sin de momento una posible fecha de reapertura.

Sin embargo, Carriedo no planteó tal escenario de urgencia para otra carretera de titularidad autonómica, y por lo tanto responsabilidad de la Junta, y que cumple ahora ya seis meses casi impracticable desde que en mayo este año 2024 un gran argayo muy similar, muy similar al de la autopista asturleonesa, sepultara por completo la CL-631. Se trata de una carretera vital para comunicar la comarca de El Bierzo con la de Laciana a través del Alto Sil.

Después de 60 días de corte total, y tras una tardanza de más de un mes para que la Junta destinara el dinero de emergencia para los trabajos que liberaran esta carretera autonómica, a mediados de julio se abrió un paso provisional por un único carril, regulado por semáforos en ambos extremos, solución y situación que permanece medo año después. Los alcaldes de la zona y los conductores afectados aseguran que desde el verano no a habido nuevos trabajos en este delicado punto y reclaman la reapertura total y en condiciones de seguridad de un punto vital para la comunicación en la zona. En el caso de esta vía, apenas se ha ejecutado en 16 años un gran contrato de mantenimiento de esa carretera de Ponferrada a Villablino que databa del Plan de Carreteras de 2008.

Contrastando con la celeridad que el Ejecutivo del Partido Popular reclama al Ministerio de Transportes en la autopista entre León y Asturias, Fernández Carriedo se refirió a que la tardanza en mejorar y recuperar completamente los daños del desprendimiento en la CL-631 “requiere informes técnicos y algunas dificultades añadidas, más que en otro tipo de zonas”, las cuales “tienen especiales dificultades desde el punto de vista geológico”.

Por eso, el consejero portavoz de la Junta aseguró que literalmente “en aquellas que sean competencia de la Junta de Castilla y León, haremos el máximo esfuerzo para ir solventando todos los informes que permitan llevar a cabo las actuaciones”, sin más detalles temporales ni económicos.

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