El desempleo juvenil en Castilla y León duplica al de hace una década y repunta en 2017

Desempleo juvenil en Castilla y León

Ical

Los jóvenes son los que más sufren las vicisitudes del mercado laboral y mantienen una tasa de desempleo que duplica la de hace una década, tras la larga crisis económica y cuatro años de recuperación. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejan que Castilla y León registró en el tercer trimestre del año una tasa de paro de los menores de 25 años del 34,8 por ciento, cuando en el año 2007 estaba en el 17,16 por ciento en los mismos meses.

Este porcentaje de desempleados menores de 25 años es 23,14 puntos superior al de mayores de esa edad, que se situó en el 11,66 por ciento, aunque éste último también doblo al de hace diez años, cuando prácticamente estaba en el pleno empleo, con un 5,83 por ciento.

La situación del colectivo destaca porque volvió a repuntar su desempleo tras tres años a la baja, cuando el de mayores de 25 años mantuvo la tendencia a la baja desde 2013. En concreto y siempre según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por Ical, la tasa de paro de los menores de 25 años empezó a bajar en 2014 hasta el 47,43 por ciento desde el 48,03 por ciento de 2013 en el tercer trimestre. Asimismo prosiguió su descenso hasta el 44,65 por ciento de 2015; y hasta el 34,14 por ciento de 2016, para retomar la senda del crecimiento en esos meses en 2017, cuando volvió a subir al 34,8 por ciento.

En cifras absolutas, durante el tercer trimestre de este año se contabilizaron en Castilla y León 23.200 parados menores de 25 años; por encima de los 22.600 del año pasado y los 21.100 de 2007. Y es que con una cifra no muy diferente de desempleados la tasa se ha disparado por el desplome de la tasa de actividad del colectivo, que pasó del 51,24 por ciento en 2007, al 36,42 por ciento de 2017. La tasa de ocupación era hace una década del 42,45 por ciento, mientras que este año se situó en el 23,74 por ciento.

Por sexos, las tasas de desempleo para los hombres menores de 25 años pasaron del 17,61 por ciento de 2007 al 35,35 por ciento de 2017; mientras que para las mujeres el porcentaje de paradas partió de una situación mucho peor, con un 26,84 por ciento hace diez años, pero este ejercicio fue menor que el de los varones y se situó en el 34,04 por ciento.

Medidas ineficaces

Las responsables de Juventud de CCOO y UGT en Castilla y León, Sheila Mateos y Ana Isabel Martín, criticaron la ineficacia de la Garantía Juvenil en un mercado laboral en el que los trabajadores de menor o no tienen oportunidades y se marchan fuera o sólo pueden aspirar a los peores trabajos marcados por la precariedad y salarios irrisorios. Así, desde CCOO apelaron a una reforma legislativa de la contratación hacia la estabilidad y el alza salarial y desde UGT abogaron por impulsar en esta línea los contratos relevo para frenar la sangría de jóvenes que sufre Castilla y León que tiene que buscar oportunidades fuera de su tierra.

Sheila Mateos defendió que es imprescindible cambiar la legislación para mejorar la contratación frente al abuso de las figuras precarias y elevar las retribuciones, a pesar de que se hayan mejorado las ayudas a los contratos en formación. Asimismo apeló a la implementación del plan de retorno del talento, para tratar de que regresen todos los jóvenes que se marcharon de Castilla y León.

“Los contratos deben ser menos precarios”, dijo, para recordar que si lo difícil de encontrar un empleo en Castilla y León y más con la cualificación correspondiente que haya adquirido cada

La secretario de CCOO denunció que la apuesta por la Garantía Juvenil “no tiene ningún resultado a día de hoy” y comento que se apoya “algo” la formación, pero “la contratación no avanza nada”. “Pediremos que se evalúe”, dijo, para exigir un “verdadero trabajo, un puesto en condiciones” para los jóvenes trabajadores, para que puedan desarrollar su plan de vida en Castilla y León.

La amenaza de la despoblación

La responsable de Juventud de UGT en Castilla y León, Ana Isabel Martín, destacó que en Castilla y León el principal problema que existe es la despoblación, porque “no hay trabajo y la gente opta por irse” y “el poco que hay se da en el sector servicios, con contratos temporales y parciales”. “Los jóvenes sólo pueden optar por los trabajos más precarios, en las peores condiciones y con los salarios más bajos”, denunció, para destacar que en esas condiciones muchos optan por largarse.

Asimismo, recalcó que el desempleo entre los menores de 25 años crece porque no tienen oportunidades, nadie les ofrece una primera experiencia y “muchos no han salido de las casa de sus padres y eso hace que siga aumentando la bola”. “Es la pescadilla que se muerde la cola”, dijo.

Aseveró que antes de la crisis había mucha más formación y cuando se estaban formando eran considerados activos y salían de las listas del paro. “Las cifras están estancadas y en determinadas franjas estamos peor porque la crisis para muchos no ha terminado todavía”, constató en declaraciones a Ical, para criticar la solución de la Garantía Juvenil, que he llegado “tarde, mal y nunca”.

En este contexto, apeló a una apuesta por los contratos relevos, que permitan una regeneración en las empresas y trabajos con una duración al menos de cuatro años que otorguen estabilidad y formación a los jóvenes. Con estos contratos, dijo, el joven asume una mayor estabilidad y más poder adquisitivo, mejora la economía y las empresas no tiene que estar formando cada seis meses. Por último, advirtió de la Junta de que el motor principal del asentamiento de las personas es el empleo y sin estabilidad laboral continuará la sangría de jóvenes en Castilla y León.

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