Un conductor sale ileso tras estrellarse contra una valla y atravesar el coche, huyendo después de la Policía

La valla atravesó el coche que se estrelló en la avenida Fernández Ladreda a la altura del estadio de fútbol.

Redacción ILEÓN

1 de noviembre de 2025 13:13 h

Una especie de milagro o al menos una gran fortuna fue lo que se ha vivido a primera hora de esta mañana en la capital leonesa tras un accidente de tráfico de lo más aparatoso, en el que una valla contra la que se estrelló un turismo seccionó por la mitad el coche sin que se produjera ni un rasguño a nadie en el interior del mismo.

El suceso, según han confirmado fuentes del servicio de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León, tuvo lugar en la avenida Fernández Ladreda a la altura del estadio de fútbol Reino de León. Allí, para separar un carril de otro, existe una mediana con una valla metálica negra contra la que se estrelló un vehículo en torno a las 7,22 horas. La Policía Local de Tráfico confirmó horas después tras la colisión el conductor del el turismo salió huyendo del lugar. Por ese motivo, se le imputa un delito sobre la seguridad vial.

Las mismas fuentes remarcan que no hubo intervención sanitaria alguna, ni siquiera llamada de aviso al 1-1-2, al comprobarse que nadie en el interior del coche accidentado había resultado herido, ni siquiera leve. Por eso, no tuvo que intervenir ninguna ambulancia ni se produjo ningún traslado sanitario.

Al ser así, el aviso lo recibieron únicamente por un lado la Policía Local de Tráfico del Ayuntamiento de León, para controlar el tránsito por la zona y realizar el consiguiente atestado para aclarar la circunstancias del accidente, y por otro los Bomberos de León.

Numerosos bomberos intentando desincrustal el vehículo de la valla mientras la policía regula el tráfico.

Un efectivo de éstos desplazado al lugar sí tuvo que emplearse a fondo cuando se encontró con que la valla había penetrado en el turismo por el cristal de la parte delantera, destrozando también el capó, y penetrando dentro con violencia, coincidiendo con los huecos entre los asientos del conductor y del copiloto, a incluso penetrando hasta la parte trasera del coche. Los destrozos materiales fueron muy importantes pero por fortuna no hubo que lamentar daños personales de ningún tipo.

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