La calle de León a la que no llegan las luces de Navidad del Ayuntamiento, iluminada por sus comerciantes
Las luces de Navidad son también un asunto social que pone una frontera entre las calles decoradas y las que no lo están, de las que más llamarán la atención a vecinos y turistas y las que menos, abocando a las segundas a pasar a un segundo plano durante las fiestas. La ciudad de León no es una excepción a esta norma no escrita que se cumple en capitales de provincia de toda España.
Sucede que algunas calles quedan sin su alumbrado navideño durante el periodo más decorativo del año, a pesar de encontrarse en el centro de la capital o en barrios tan poblados como El Ejido o Eras. En el caso del centro, destaca el Pasaje Ordoño II, ubicado en una bocacalle de la avenida más comercial y una de las más transitadas (si no la que más) de la ciudad. Allí, los dueños de los comercios que habitan esta calle han decidido colocar ellos mismos las luces, hartos del abandono anual del Ayuntamiento de León.
Es cierto que es poco realista pensar que las luces de Navidad puedan decorar por igual todas las calles y, sin embargo, también hay que tener en cuenta el gasto anual de 400.000 euros en luces como parte de un ‘megacontrato’ que acumula durante cinco años (hasta el 2028) un gasto público de dos millones de euros. Una cantidad sin precedentes en la ciudad y que, a pesar del incremento, sigue sin garantizar que las decoraciones navideñas lleguen a calles tan céntricas como la del Pasaje Ordoño II.
Todo ello en un contexto en el que cada vez las luces de Navidad se convierten en un reclamo turístico para los viajeros. Aunque quizá las de León no sean comparables al fenómeno de Vigo o, en la propia provincia, las de Almanza, los turistas que recalen en la capital durante las fiestas pueden seguir el recorrido de luces como un 'tour' que, sin embargo, deja al margen a estas calles no iluminadas y cuyos comercios, especialmente, se ven dejados de lado.
Los comerciantes del pasaje de Ordoño II, al verse abandonados unas navidades más por el Ayuntamiento, han decidido optar por gestionar ellos mismos su decoración navideña. Un pequeño grupo de comerciantes se ha hecho cargo de llevar a cabo esta tarea que ha contado con todos los negocios del pasaje.
El resultado llama la atención de todos los paseantes: una bóveda de luces de colores que es visible desde la avenida Ordoño II. “Todos los que vienen por aquí me comentan lo bonitas que están las luces”, cuenta el dueño de la cafetería y bar Viña H, uno de los negocios con más vida del Pasaje.
“Si el Ayuntamiento pasa de nosotros, nosotros llevamos la iniciativa”, resumen los comerciantes, que reclaman que la falta de luces son solo uno de los problemas (y el más visible estas fechas) del Pasaje, que los comerciantes critican que se ve abandonado de servicios municipales como el de una limpieza más frecuente.
El pequeño grupo de comerciantes ha contado con todos los negocios del Pasaje: la cafetería, la recién inaugurada peluquería y otra que ya convive desde hace tiempo en la calle o la tienda de informática CD Play. Todos ellos se entusiasmaron con esta iniciativa: “Los comercios se volcaron desde el primer día que propusimos la idea”, cuentan los comerciantes, “Incluso la peluquería que ha abierto hace semanas nos dijo que sí, que estarían encantados”.
Así, los comerciantes han conseguido lo más importante: que la gente se fije al pasar por la avenida Ordoño II en el Pasaje con el que comparte nombre y que, sin embargo, suele quedar desapercibido. Después de los años de pandemia y el cierre del acceso por Ordoño II desde el año 2023 hasta abril del año pasado para restaurar, una vez más, esta entrada, los tenderos de esta calle han encontrado su propia manera de iluminar estas navidades su calle y sus negocios.
