Rosa Capita, nuevo miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León
La Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León (AVETCYL) celebró ayer un acto solemne en el Paraninfo Gordón Ordás del Edificio El Albéitar, en el que se produjo la incorporación de Rosa María Capita González, primera mujer que ingresa en la categoría de Académica de Número. La nueva académica, que se incorpora a la corporación con el número dieciocho, pronunció un discurso que trató sobre “Dieta y salud cardiovascular: nutrientes, alimentos y lecciones desde el pasado”.
En su intervención Capita explicó que “somos sedentarios, estamos con frecuencia estresados y consumimos una dieta inadecuada”, sin embargo, y contrariamente a lo que pensamos, las enfermedades cardiovasculares (ECV) no dependen exclusivamente de nuestros modernos estilos de vida. En este sentido apuntó que “asumimos con frecuencia que para prevenir el infarto de miocardio o el ictus es suficiente con practicar ejercicio físico de forma regular, mantener un peso corporal adecuado, reducir el consumo de grasas saturadas, sal o azúcar, evitar el tabaco y la hipertensión y mantener la colesterolemia y la glucemia en los rangos adecuados”, y parece que no siempre es así.
En sus primeras palabras, la ponente afirmó que las ECV “representan la mayor causa de mortalidad en la mayoría de los países desarrollados y en muchos de los que se encuentran en vías de desarrollo”. Las causas se han buscado en los numerosos factores de riesgo, como tabaquismo, hipertensión arterial o colesterol elevado, que inciden en las personas y que es posible estudiar para evaluar las posibilidades que se tienen de fallecer por una enfermedad de este tipo. Algunos de estos factores de riesgo pueden ser modificados, y un ejemplo claro es la alimentación y la ingesta de diferentes tipos de nutrientes, porque los hábitos alimentarios influyen de forma notable en la salud cardiovascular.
En este sentido, Capita explicó que diversos estudios “han puesto de manifiesto al nivel más elevado de evidencia científica que la Dieta Mediterránea es saludable para el corazón”. No obstante, y de cara al futuro, se puede esperar que “en los próximos años los alimentos no se valoren como más o menos saludables para el corazón en el contexto de las recomendaciones globales de Salud Pública, sino de forma personalizada en función de la constitución genómica individual”.
Lo que las momias de Egipto y Perú nos revelan
En la tercera parte de su conferencia, Rosa Capita realizó un interesante recorrido por lo que denominó 'lecciones desde el pasado', y dio a conocer las investigaciones que se han llevado a cabo con centenares de momias procedentes de Egipto y Perú, que parecen indicar que “la aterosclerosis (acumulación de material graso en las paredes de las arterias) es una enfermedad inherente al ser humano y no asociada a una dieta o estilo de vida concretos”.
También el análisis de otros restos humanos, (como el caso de Ötzi, 'el hombre de hielo' descubierto en los Alpes italianos y datado en 3.300 a.C.), señalan que “el riesgo genético es la base de la aterosclerosis, mientras que su severidad y velocidad de desarrollo dependen de diferentes factores ambientales”.
A modo de conclusión, Capita comentó que “Las investigaciones que se están llevando a cabo actualmente sobre la interacción entre factores ambientales y genéticos y su papel en el desarrollo de las ECV proporcionarán conocimientos fisiopatológicos únicos que posibilitarán una prevención y tratamiento más eficaces de la causa más común de muerte en el mundo moderno”.
En su turno de respuesta, el presidente de la AVETCYL, Elías F. Rodríguez Ferri, realizó un detallado recorrido por la trayectoria de la nueva académica, en el que destacó sus méritos académicos, experiencias profesionales y actividad investigadora. Seguidamente procedió a contestar al discurso de Rosa Capita, del que destacó que “está lleno de actualidad y acierto y como ya es habitual, tratado con una profundidad extraordinaria”.
Ferri elogió la 'dieta mediterránea', se detuvo a hablar de las bondades del jamón y la cecina, y concluyó que “su inclusión en la dieta, además de un lujo, resulta de una conveniencia fuera de toda duda, en especial en adultos mayores, con efectos beneficiosos sobre algunos factores de riesgo aterogénicos, como el perfil lipídico, tensión arterial y peroxidación lipídica”.
Por último, no quiso finalizar sin hacer justicia a los huevos y, en atención a los resultados de varios trabajos de investigación, comentó que “se ha demostrado que el consumo regular de huevos no solo no es peligroso en relación con la obesidad, sino que incluso mejora los niveles de c-HDL, como es bien sabido un factor cardioprotector”.