El Instituto Lancia de León se convierte en una pequeña Roma en sus III Juegos Astur-Romanos

'Alea Iacta Est!' Más de quinientos alumnos del Instituto Lancia fueron los protagonistas esta mañana de la tercera edición de los Juegos Astur-Romanos que se organizan en este centro Educativo dentro del programa 'Orígenes', para disfrutar enormemente rememorando el pasado romano de la ciudad de León y el astur de la antigua ciudad que le da nombre.
Emoción y diversión a raudales en un patio que se convirtió en un improvisado anfiteatro para celebrar estos III Juegos Astur-Romanos, en el que los alumnos de Secundaria divididos en 22 equipos (11 astures y 11 romanos) revivieron la historia de Legio en once pruebas distintas que enfrentaban de forma rotatoria a un grupo latino y a otro castreño en disciplinas como la sogatira, el pañuelo, el tres en raya, una especie de tenis con caetras (pequeños escudos como raquetas), llenar botellas de agua con esponjas, saltar a la comba en grupo y hacer líneas de 'relevos pelotudos', entre otras actividades imaginativas y divertidísimas.

Todos vestidos de época –participantes y alumnos de Bachillerato (que se encargaron de efectuar de jueces de la competición) y los profesores que acompañaban a cada equipo– el evento fue de esos que será imposible que no olviden toda la vida los participantes. Lleno de simbolismo y aprendizaje este evento en que participan todos los estamentos del centro educativo une tradición, educación y diversión bajo la mirada protectora de los dioses mitológicos de ambas culturas.
Desfile e inauguración ante autoridades e invitados
La jornada comenzó con un solemne desfile en el que los alumnos se agrupaban en equipos nombrados en honor a los dioses astures como Cándamo, Teleno, Aramo, Brixit, Segono, Tutatis, Deva, Lug, Belenus, Taranis y Busgosu. Por la otra parte, los romanos se agrupaban en torno a las figuras de Apolo, Vulcano, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Venus, Minerva, Plutonio, Marte, Mercurio y Baco.
Cada uno con sus estandartes para formar en el patio mientras en el centro el actual legado de Castra Legio (el alcalde de León, José Antonio Diez) recordaba las legiones VI Victrix y VII Gemina (las que conformaron el campamento romano que dio lugar a la ciudad que luego se convertiría en capital del Reino y de la provincia hoy) y a la Legio X Gémina (que fue la que se estableció en lo que luego sería la capital del convento astur, Asturica Augusta, la actual Astorga), además de a la ciudad astur de Lancia (en el actual Villasabariego). El regidor daba por inaugurados los Juegos tras representarse un augurio en el que todo indicaba que iba a salir bien. Y vaya que si salió bien.

La secretaria del centro, Ana María Pérez, coordinadora del evento y el profesor Emilio Campomanes (uno de los arqueólogos que más han excavado en Legio y en la ciudad asturromana de Lancia, ahora dando clase en el centro), dieron un discurso de ánimo para que los estudiantes tuvieran claro que había que respetar las normas, competir con honestidad y aceptar los resultados con deportividad. Todo certificado con un juramento a los Dioses de que así iba a ser.
Y así fue. Los equipos, confrontados de dos en dos, fueron rotando en las diversas once pruebas planteadas lo largo de la mañana. Que pudieron observar también los invitados, entre ellos el vicerrector de la Universidad de León, Ramon Ángel Fernández Díez; la nueva presidenta de ProMonumenta, Marina Sánchez, y el arqueólogo de la Diputación Provincial encargado de las excavaciones en el yacimiento de Lancia, Jesús Celis. El espectáculo atlético mereció, y mucho, la pena. Ver a tantos jóvenes comprometidos con una labor y una sana competición alegra a los que más trabajan por mejorar la provincia.

Había que ver a los alumnos –que se encargaron de diseñar sus vestimentas negras y marrones de los astures y blancos y rojos de los romanos y romanas con gran imaginación– pasándoselo en grande y disfrutando de una experiencia única e inolvidable. Según Ana María Pérez “no sólo es que se lo pasen bien, sino que el objetivo principal de estos juegos no solo es fomentar la convivencia y el juego limpio, sino también acercar el patrimonio cultural de León a las nuevas generaciones”. Algunos alumnos, que no estaban vestidos de época, tuvieron su ración de historia astur y romana en las aulas, pero con la emisión de un documental acompañados de otras actividades.
Pérez destacó la importancia del evento como herramienta educativa para preservar y valorar el legado patrimonial leonés. Todo dentro del programa 'Orígenes' que se completó la semana pasada con los alumnos de la asignatura de Artes Escénicas realizando teatro clásico romano a la vera de la muralla de León (uno de cuyos grupos también fue finalista del Certamen El Clasiquillo de Olmedo). Además, también esta tercera edición tuvo una especial relevancia emocional al ser la última bajo la dirección de Camino Factor, quien tras 22 años en el equipo directivo, se jubilará próximamente. “Queremos que esta actividad continúe y que sepa todo León de ella”, deseó la secretaria del IES Lancia.

Los premios: una manzana verde para el grupo ganador, en este caso el grupo Taranis de los astures (la manzana era un gran galardón en la época antigua), y un enorme pin a modo de medalla con la representación de una fíbula castreña para el segundo, el grupo romano de Apolo capitaneado casualmente por Emilio Campomanes, .
Pero en el fondo, más allá de la competición entre astures y romanos, todos los participantes resultaron ganadores, compartiendo una jornada de convivencia y aprendizaje que fortalece su vínculo con el patrimonio histórico de León. Y que no olvidarán en la vida. Un fenomenal esfuerzo conjunto de todo el centro para organizar un evento que, para los espectadores invitados, fue casi tanto (o más) divertido que para los alumnos y profesores.

Todos deseando larga vida a los Juegos Astur-Romanos para muchas ediciones. Merece mucho la pena que continúen por todo el esfuerzo que supone organizarlos y por el maravilloso resultado que se vio esta mañana y que es imposible que todos los que lo han hecho posible olviden en la vida; que quedará para muchos marcada como astur o como romana dependiendo del bando que defendieran. Al fin y al cabo es elevar el espíritu histórico de los legionenses. Y de eso, en esta provincia hay mucho y muy bueno desde hace dos milenios.