En busca de una fosa que esconde a cuatro víctimas de 'sacas' franquistas en Mansilla de las Mulas

Cuatro cadáveres, cuatro personas muy diferentes a los que les une ser víctimas de la violencia descontrolada, del revanchismo mortal del franquismo. Cuatro hombres, el mayor de 63 años, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de León, el más joven de 22 años, mozo ferroviario, que un día fueron 'sacados' extrajudicialmente del campo de concentración de San Marcos y ejecutados a bocajarro por falangistas. Cuatro esperanzas de otras tantas familias por poder averiguar, tantas décadas de miedo y silencio después, si podrán identificar y recuperar de una vez sus cuerpos, su dignidad y su descanso.
Miguel Carro Llamazares, José Fuertes Martínez, Fernando Blanco Sandoval y Mariano López López. Esos son los nombres inscritos bajo una losa de cemento encalada en el cementerio viejo del pueblo de Mansilla de las Mulas. La inscripción, acompañada del mensaje “Recuerdo de su familia. D.E.P.” lleva toda la vida marcando el lugar, como un testimonio mudo del crimen perpetrado el 18 de diciembre de 1936, cuando fueron asesinados por miembros de la Falange Española y de las JONS, el partido fascista con el que pronto se envolvió la ideología del dictador Francisco Franco.
Por cómo avanzan los trámites, se prevé que será en junio de este año cuando un equipo técnico y humano dirigido por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) levantará la fosa y realizará una excavación arqueológica para localizar y exhumar los restos de los cuatro represaliados. Lo promueven junto a las familias de Carro y Fuertes, que han dado un paso al frente para poder conocer por fin detalles de sus malogrados antepasados.
Las víctimas a las que se busca
Miguel Carro Llamazares era cuando estalló el golpe fascista y se inició la Guerra Civil presidente de la Agrupación Socialista de León capital y miembro activo del sindicato UGT. Había sido concejal durante la II República y candidato del PSOE en 1933, compañero del varias veces alcalde Miguel Castaño. Casado y padre de cinco hijos, era cantero y propietario de una pequeña marmolería. Fue detenido en agosto de 1936, permaneció recluido en el campo de concentración de San Marcos hasta la 'saca' en la que le asesinaron. Su patrimonio fue confiscado y subastado para pagar una multa impuesta por el régimen responsabilidades políticas.

José Fuertes Martínez contaba con 24 años. Este joven abogado de Trobajo del Camino era militante de Izquierda Republicana y miembro del Ateneo Obrero de León. Fue detenido en dos ocasiones y también encerrado en San Marcos. Sus bienes fueron embargados hasta 1959, tras serle impuesta una multa de 1.000 pesetas. Testimonios posteriores relatan los “maltratos y vejaciones” que sufrió, y no sólo él, antes de su ejecución.

Fernando Blanco Sandoval tenía 25 años. Era tipógrafo, editor del semanario socialista Iskra y dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) en León. Y el más joven de los cuatro, Mariano López López, un mozo ferroviario nacido en Matapozuelos (Valladolid), simpatizante del Frente Popular. Fue incluido en una lista negra por su actividad sindical y declarado en rebeldía tras ser acusado de deserción. Se calcula que contaba con 22 años cuando recibió los disparos finales.
El equipo
El proyecto, coordinado por Marco González (vicepresidente de ARMH) y dirigido arqueológicamente por Serxio Castro Lois, cuenta con un equipo multidisciplinar de al menos ocho personas, incluyendo al antropólogo forense Gonçalo Nuno Carnim del Instituto Nacional de Medicina Legal de Portugal, un psicólogo para acompañar a las familias, y especialistas en documentación y vídeo.
El experto José Cabañas ha puesto al servicio de la causa todo tipo de testimonios y documentos, familiares y oficiales, que refuerzan el terror franquista del que fueron víctimas. Él cree además que, aunque la intervención se centra en los cuatro hombres, existen indicios de que en esa misma fosa o en una zona contigua puedan encontrarse también los restos de otras siete personas asesinadas en noviembre de 1936 y enero de 1937. Eso sólo se sabrá cuando se abra a la luz la negrura de esta nueva historia.
Un lugar de oprobio
Y es que Mansilla de las Mulas fue un lugar de muerte, uno más de tantos. No muy lejos del hoy llamado Cementerio Viejo fue también 'paseado' a los 41 años, por ejemplo, Joaquín Heredia, funcionario de Hacienda leonés, presidente de la Cruz Roja pero sobre todo conocido por ser seleccionador nacional de fútbol en 1923. Aunque nadie oficialmente ha resaltado su figura, más allá del reconocimiento de Vicente del Bosque, permanece en paradero desconocido, si bien se sabe que fue ejecutado en la finca de La Mata del Moral, perteneciente a la Fundación Álvarez Carballo, y enterrado en la cercana finca de La Cenia, pero en un punto nunca localizado. En su registro, una anotación elocuente: que murió “a consecuencia de la lucha de las fuerzas nacionales contra el marxismo”.