Numerosos pueblos se quedan sin una sola consulta médica desde antes de Navidad a después de Reyes
Es Navidad. Hay, como ocurre en verano, mucha más gente en los habitualmente solitarios pueblos de la provincia leonesa. Pero los vecinos y todos los visitantes, sus familias incluidas, no se pueden permitir el lujo de ponerse enfermos si no quieren vivir una odisea de viajes hacia las grandes poblaciones. Porque una Navidad más, el cierre a cal y canto de los consultorios médicos rurales ha vuelto a ser una realidad.
La Plataforma pro Sanidad Pública en Astorga y Comarcas pone tres ejemplos claros y concretos: Tabuyo del Monte, Luyego y Priaranza. En todos estos pueblos, a lo largo de la semana previa a la jornada de Navidad, fueron colocados en zonas visibles los ya habituales carteles indicando a los usuarios que la consulta permanecería cerrada. Casi todos coincidían en las mismas fechas: no habría consulta, por falta de profesionales, en algunos casos hasta el 9 y en otros hasta el 10 de enero, es decir, bien pasada la festividad de Reyes.
Un panorama que continúan denunciando, y que se repite en numerosas localidades, recordando que es especialmente grave cuando precisamente más personas podrían necesitar este tipo de servicios. La plataforma volvía así a denunciar cómo la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León deja “a su suerte” la salud de vecinos y visitantes.
La falta de profesionales no resuelta por la Junta, la descoordinación de las guardias y las bajas y vacaciones que no se cubren por parte de la administración autonómica están detrás de estas “graves situaciones”.
Se trata de un clamor rural que se ha manifestado este año 2018 con especial virulencia, provocando varias protestas muy numerosas, en muchos puntos de la provincia. Y que continúa siendo objeto de debate político también en los ayuntamientos afectados.
Tal fue el caso esta semana del municipio de Val de San Lorenzo, a las puertas de la comarca leonesa de Maragatería, donde este asunto hizo saltar chispas políticas. Y es que en el Pleno cel pasado miércoles, el alcalde del PP, Secundino Cordero, bloqueó de manera constante el derecho a expresarse a los concejales socialistas, que promovían una iniciativa sobre los recortes sanitarios.
Después de seis meses sin convocar los preceptivos plenos ordinarios trimestrales por falta de secretario municipal, el alcalde impidió exigir responsabilidades a la Junta de Castilla y León por el caos que reina en la sanidad rural y que la cabecera del municipio está sufriendo en este mes de diciembre con consultas trasladadas a las tardes o días, como el 14 de este mes, sin médico por libranza de guardia.
“No podemos estar perdiendo el tiempo”
El alcalde argumentó que “no podemos estar perdiendo el tiempo” con una moción que según él ya se ha debatido en otras ocasiones, mientras que el teniente alcalde, Eligio Geijo, aseguraba que “aquí la Sanidad la defendemos todos”, al tiempo que indicaba que se trata de “un problema nacional, de mala gestión por parte de las comunidades autónomas que tiene muy mal arreglo”. Desde la oposición, el concejal Ismael Cuesta ponía de relieve que no le parecía “la manera de proceder no dejar hablar a los oponentes”.
El 155 contra la Junta por su “incompetencia”
La moción presentada por el PSOE pedía al Pleno de Val de San Lorenzo que aprobara al presidente del Gobierno de España “la aplicación inmediata del artículo 155 de la Constitución Española” en Castilla y León en materia de Sanidad por la “manifiesta incompetencia y dejación interesada de funciones a la hora de cumplir sus obligaciones para con los vecinos de este Ayuntamiento”.
La moción recogía la propuesta lanzada la pasada semana por el alcalde de Valderrey, Gaspar Cuervo, de aplicar el 155 cansado de que la Junta de Castilla y León no resuelva las graves carencias sanitarias en el área rural.
En el escrito presentado por el PSOE al Pleno del Val, se señalaba que entre los recortes sanitarios que desde hace 15 años viene aplicando la Junta, el desvío de fondos públicos a la sanidad privada y la precarización de los puestos de trabajo de los profesionales sanitarios han dado como resultado que “la mayoría de los días no tenemos médico ni enfermera que solucionen nuestros problemas de salud”.
