Mañueco 'dixit'... Mañueco lo intenta

Alfonso Fernánde Mañueco, presidente de la Junta de castilla y León.

Me pregunto. El prócer autonómico, se prepara para cuando toquen los nuevos comicios en el ente. Ha salido a los medios, al menos en Burgos, con una relación de temas y leyes, proponiendo un pacto para el futuro de Castilla y León.

El sostenella… es su opción, dado que en ningún apartado o noticia de presentación alude a la doble birregionalidad del ente. El empecinamiento de pueblo único para la comunidad, el ofensivo castellanoleonés, es de permanente intención injertarlo; y no discrepan en ello las dos manos políticas.

El amasijo castellanoleonés, desde los albores, con las variantes 'castellano-leonés' que fonéticamente suena igual de amancebado, al castellano y leonés, singularizando al decir lo que es una pluralidad con aviesa intención, nos da idea de la perversión que nos ha venido dominado. Ante esto me pregunto: ¿Cuándo advertiremos los leoneses nuestro decaimiento como tales, y lo dimanante, tras el esquilmado socioeconómico que nos van aplicando, ¡nuestra depauperada situación!? No puede valer el “vivimos luego existimos”.

Vayamos ahora al repaso somero, del dixit Mañueco. Entre los proyectos de ley, una muestra, encontramos la Reforma de la Ley de la creación del Ecyl. Ante lo que cualquiera de los oprimidos leoneses se ha de preguntar ¿Se trata de crear empleo mediante una ley, o de fomentar el empleo por ley? Y aclarando esto, dónde y cómo. Si el tejido empresarial, como gustan decir, ha sido encaminado siempre a la sección castellana, el equilibrio entre las partes nunca podrá ser tal. ¿Y ahora qué? Lo llevado, llevado está, a esperar lo futurible. Se necesita un estudio urgente de las posibilidades leonesas a recuperar.

Y tiene planes, lo que suena más a propaganda especulativa, algunos “estratégicos” (claro a tenor de quien los propone): Empleo Autónomo, Economía social, Comercio, etcétera. Una mención especial merece el de retención de talento, que nos suena en León a “un tarde mal y nunca”, cuando nuestros jóvenes valores universitarios y de otras formaciones, vienen años emigrando, sin que el ente haya movido un dedo para corregirlo. Cuanto más desguarnecido estemos, más fácil es ampliar el dominio. Entendámoslo así. No sólo es urgente. ¡Es vital!

Luego entra en los Programas. ¡Y aquí, hermanos leoneses, nos encontramos con 'Tierra de Pavor'! Ellos, los autonomistas castellanos y los arrejuntados, dicen de Sabor, lo que les resulta fácil de colocar, cuando a lo leonés se le añade tal escandallo, que sencillamente beneficia a los que centralizan y mandan, y entra en su juego la confusión territorial y la producción.

Hoy pasaré por alto 'Organismos y Ayudas', que son dignos, sin duda alguna, de comentario y dudas y más aún en el capítulo de Inversiones, con demasiado meollo interpretativo y de análisis de las conveniencias. El apartado da para mucho, tendrá su turno crítico reflexivo.

Pavorosa justificación de la falsedad

Hoy cerraré con los dos primeros puntos del heterogéneo capitulo de 'Otras medidas'. Ahí nos topamos, con el pavoroso intento justificativo de una Comunidad, buscándolo en la historia, contándola desde la vertiente o interpretación que convenga a los autonomistas que nos manejan, sin pudor.

Aquí procede transcribirlos, uno: celebración aniversario de la unión de León y Castilla. Es evidente que dado como se han venido pronunciando y actuando con prevalencia de la cita a Castilla, ahora, quieren dar un tratamiento de puridad historicista, nominando a León por antigüedad histórica como le corresponde. Un canto de sirenas, engañoso intento, cuando en el contenido, como ha dejado dicho el señor Mañueco, en 1230 tuvo lugar la unión de ambos pueblos, Qué curioso, inexistente unión popular!

¿Si el pasado fue sin unión popular –dato plenamente histórico: ¡¡¡Una corona, dos reinos!!!–, por qué el presente autonómico se ha de tomar engañosamente como continuación de una supuesta fusión castellanoleonesa? Aquí entra en juego la pasión castellana de largo, por controlar y dominar lo leonés, cuando no llevándolo a su propiedad nominal castellana. Pues no, señor prócer, lo que procede es manejar la birregionalidad. Luego ya hablaremos

A siete años vista está claro que el tema va a dar para mucho. Por ello no bajemos la guardia, la defensa de lo nuestro ha de ser primigenia y tenaz, respeto por historia, tradiciones y costumbres; en una palabra, cultura, por supuesto leonesa, diferenciada y respetada.

El otro punto a considerar de 'Otras medidas', dice así: Celebración del día de Castilla y León en las nueve provincias. Cierto el número, pero si previamente no se habla de birregionalidad están cayendo en la misma penalización. No hemos de permitirlo, ni en anuncios y menos en la práctica.

Del Villalar de los socialistas... a Mañueco

Por otra parte, no está inventado nada el señor Mañueco. Está en un volver a la intención que ya ensayaron otros presidentes anteriores. Del Villalar de los socialistas, de pañuelo al cuello y alpargatas para ir a la campa, se pasó al discurso itinerante (a mayores), un año en cada provincia y fecha 23 de abril, de políticos dirigentes, siendo ya “conservadores”, bien encorbatados, con la asistencia de invitados con más o menos relumbrón. Se trataba de culminar el noveno en Valladolid, habiendo pasado por el octavo en Legio, mas, decidieron cambiar el orden. ¡Entonces el leonesismo en todo su fulgor impresionaba! Se llevaron la gran pita, pero ellos perdieron el miedo a volver, y nosotros los leoneses entramos en el estupor de que hasta los nuestros, se acomodaban a los deseos del ente… hablamos de año 1996.

Está por ver si desde el ser leonés comprometido, de unos, más el movimiento leonesista unido y con vigor, les empezamos a poner ya freno. ¡O salir del entramado, con el derecho constitucional que nos asiste, o permanecer confundidos en lo que otros decidan!

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