La burda propaganda de Mañueco con sus presupuestos 'cuqui-fake'

La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Hay en TwiXter una cuenta parodia de Isabel Díaz Ayuso presidenta cuqui-fake que con mucha coña se ríe de los políticos. Puede que los que adoran a la presidenta de la Comunidad de Madrid lo consideren ofensivo, pero no deja de ser una de esas sátiras de lengua viperina que tanto han cultivado los españoles como dieron gran ejemplo de ello los autores de la Edad de Oro de las Letras Españolas en el siglo XVII. El problema no es que un ciudadano se mofe de un político, es que un político engañe vilmente a los ciudadanos y se ría de ellos.

Y esto es lo que ocurre con los presupuestos que el PP de Alfonso Fernández Mañueco presentó hace dos semanas para la Junta de Castilla y León en el año 2026, que son una burla a la inteligencia de todos los ciudadanos ya que lo más probable es que no se los aprueben en las Cortes; y, de hacerlo, tampoco haya ninguna garantía de que se vayan a ejecutar todas esas inversiones. Es decir, la millonada que corresponde a las provincias leonesas en inversiones reales no tiene ningún viso de llevarse a cabo. Ahora mismo son números irreales que sólo sirven para efectuar una burda propaganda y, cuando sea necesario, una especie de chantaje emocional con el “yo quise pero no me dejaron, miren qué malos son los demás: vótenme”.

Es algo complejo de explicar, porque los políticos están acostumbrados a mentir descaradamente a sus ciudadanos, jugando con las expectativas de lo que van a hacer y luego se olvidan. El 'prometer hasta meter y una vez metido (el voto en la urna) la promesa ha desaparecido', dijéramos. En primer lugar, ahora mismo da igual lo que digan los de Mañueco de que han destinado esa millonada a ningún lugar... porque no es más que una propuesta que no se ha aprobado. Es decir, nada hay en la presentación de unos presupuestos más que propaganda. Más cuando en marzo hay elecciones autonómicas. Pones una buena cantidad de dinero y luego, si no lo aprueban las Cortes te haces la víctima y lloras ante los electores a ver si arrancas un votín.

Téngase en cuenta que hace dos años que Castilla y León no tiene presupuesto aprobado, con lo que tiene prorrogado el de 2024 –que arrancó con el presupuesto de 2022 por un error en la votación final de la Ley de Medidas que obligó a reiniciar todo el proceso– y el PP de Alfonso Fernández Mañueco no llegó a presentar los de 2025 para que los votaran las Cortes el año pasado.

Aún así, con dos años de plazo, las obras presupuestadas para las provincias de la Región Leonesa no han llegado a hacerse todas. Es lo que se llama el grado de ejecución, que, casualmente, es siempre muy inferior a lo prometido en inversiones reales para León, Zamora y Salamanca. Dos años ha tenido y la Junta no ha sido capaz de llevar adelante todas las obras. Imagínense en año de elecciones: que si hay que cambiar de consejeros, que si se tienen que amoldar al sillón, que si estamos muy cansados, y otras excusas varias para centrarse mejor en trabajar lo prometido con celo y rigor ya a partir de 2027. Y eso si Gobierna de nuevo a partir de marzo de 2026, claro; aunque si eso no ocurriera, sí que sería un sorpresón... y el fin definitivo de estos compromisos inversores.

Eso sin hablar de cómo de los 15.715 millones de euros el 40% más o menos (7.000) se destina siempre a fondos no provincializados. Es decir, que revierten en Valladolid que pincha y corta como quiere y gasta a discrección donde le da la gana. Con lo que lo que vende Mañueco es una cantidad que, teniendo en cuenta como ejemplo que el peso demográfico y geográfico de la provincia de León sería el 20% en la comunidad, es un verdadero engaño ya que deja de recibir una enorme parte de los 1.400 millones que le correspondería por ese concepto. Vamos, que dividiendo por ese peso el montante total a León provincia le debería tocar del orden de tres mil millones. Con suerte llegarían a la mitad (para pagar las inversiones, los sueldos de los funcionarios y el mantenimiento y facturas de sus oficinas y hospitales, y material de trabajo y rodante o volante), lo que muestra la terrible infrafinanciación que sufre en los cuarenta años de esta nuestra Comunidad. Igual ocurre con Zamora y Salamanca, que estarán recibiendo menos de la mitad de lo que les correspondería en una autonomía propia.

Inversiones reales muy por debajo de lo requerido para la Región Leonesa

Pero es que en inversiones reales (las obras que la Junta destina en los presupuestos, que en general se gastan en un 90% en pagar a los funcionarios, el mantenimiento de sus oficinas y afrontar los intereses de la deuda), la cosa también tiene cierto cachondeíto en estos presupuestos virtuales para 2026.

En primer lugar, la Junta de Mañueco vende que León va a recibir el 21,2% de las inversiones del presupuesto. Algo que para el ciudadano suena bien. ¿Pero y si dijéramos que lo dedicado a inversiones reales de los 15.715 millones totales son unos mil millones? ¿Que viene a ser la quinta parte del 6,3% del total de las cuentas presentadas para el año que viene lo que se destina a esas obras? Entonces la realidad cambia bastante: 'La Junta va a destinar el 1,8% de todas las cuentas autonómicas para obras en León' no será jamás el titular, pese a ser la cruda realidad.

Pero es que además, la cosa tiene más sorna todavía. Veamos lo que la Junta de Mañueco–que ha prorrogado cinco presupuestos en los últimos seis años– dijo destinar en los últimos años a León: en los no aprobados de 2022 fueron 158 millones, en 2023 fueron 151 millones, en 2024 prometieron 209 millones, en los no votados de 2025 fueron 269 millones y en estos para 2026 más de 285. ¿Aparentemente una buena subida, no? Pues ahí se denota algo, que tiene toda la pinta de que se inflan con remanentes de proyectos que se prometieron hace ya más de cinco años y que no se han llevado a cabo. Por no decir que de los últimos 285 millones extrañamente se reparten entre la Consejería de Medio Ambiente, la Fundación Patrimonio Natural y la empresa pública Somacyl que dependen de la primera (y todas ellas presididas por Quiñones) 156,4 millones de euros y para carreteras sólo van 14. Aquí se explican a fondo las peculiaridades de esta promesa presupuestaria todavía sin cumplir.

Infrafinanciación endémica

En realidad la infrafinanciación de la provincia leonesa es endémica ya que debería recibir al menos dos veces más: es la segunda provincia más poblada, con cien mil habitantes de diferencia con la tercera (Burgos), es la que más pueblos tiene con diferencia (1.440), su orografía es tremendamente compleja y cuenta con dos grandes ciudades como León y Ponferrada, esta última más grande que cinco de las capitales de provincia de la autonomía (Ávila, Palencia, Soria, y Segovia). Es decir, atendiendo a los criterios poblacionales y geográficos recibe muchísimo menos de lo que debería; eso sin contar con la crisis provocada por el cierre de la minería del carbón o el drama de la despoblación y el envejecimiento que requieren de políticas activas (y dinero) para intentar paliar la situación. Por contra, Valladolid maneja el 55% del presupuesto (más de 8.600 millones). No es de extrañar que Castilla vaya hacia arriba y el País Leonés caiga a plomo.

Vamos, que el engaño de Mañueco no sólo es doble, sino que es triple: uno, se jacta de unos presupuestos que no existen ya que no están aprobados y tienen visos de que, como llegan las elecciones en marzo, no se van a validar; dos, vende la moto de que León se lleva el 21,2% del presupuesto cuando en realidad es diez veces menos y le hurta 1.400 millones con los fondos no provincializados que parte y reparte Valladolid; y, tres, las características complejas territoriales y poblacionales leonesas no se tienen en cuenta, lo que resulta en una tremenda infrafinanciación.

Vamos, que toma el pelo a los leoneses con una presentación de presupuestos cuqui-fake para 2026. Pero claro, aunque sea una chufla marinera él tiene en cuenta que no le va a penalizar: porque los ciudadanos llevan sin enterarse de estos entresijos contables cuarenta años y la mayoría se cree a pies juntillas que las inversiones reales son todo el presupuesto autonómico y por tanto León es la provincia mejor financiada en toda la autonomía.

Ya ven que no. Ni de lejos.

Con una autonomía propia recibiría muchísimo más: a la Región Leonesa le corresponden siete mil y pico millones de esos 15.715 que se han presentado. Haciendo la cuenta de la vieja y dividan por tres: unos 2.500 millones por provincia. Aunque en realidad le correspondiera el 40% a León de ese presupuesto autonómico leonés –al que habría que sumar una línea urgente de ayudas al desarrollo al enterarse Bruselas de la crisis salvaje que sufre el País Leonés, la zona más pobre en toda la Unión Europea, ya que aparecería en las estadísticas de Eurostat al dejar de estar opacada por la Junta de Castilla y León–, el 25% a Zamora y el 35% a Salamanca por sus características territoriales y poblacionales.

Hagan la cuenta que hagan con ese tan real presupuesto de la Comunidad Autónoma del Reino de León como el que ha presentado Mañueco para 2026, es muchísimo más con una autonomía propia que junto a Castilla. Con el 'inri' además de que, por separado, las dos regiones recibirían más de lo que lo que se llevan juntas.

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