La brecha poblacional entre la Región Leonesa y la castellana sigue acelerando en los primeros años de esta década

El comienzo de la década en cuestión de población muestra de nuevo que se acelera la brecha poblacional entre la Región Leonesa y las seis provincias de Castilla La Vieja que componen una comunidad autónoma que, en 2024, muestra un ascenso de población que no se corresponde con la realidad de una de las dos regiones que la componen.
Los datos del INE de 2021 a 2024 (los primeros de la década) son contundentes: mientras Castilla gana unos 14.000 habitantes –y la autonomía unos más de seis mil–, el censo de las tres provincias del País Leonés (León, Zamora y Salamanca) pierden más de siete mil. Es como si los datos de población estuvieran al revés dependiendo si es el Este o, lo que llaman el Oeste de la Comunidad para obviar su nombre histórico: la Región Leonesa.
Sólo cuatro provincias en la autonomía no recuperan población tras el desastre de la pandemia, que mostró un descenso enorme de población que se ha terminado solventando tres años después. Las tres provincias leonesas pierden población y sólo una en la parte castellana: Palencia, que está pegada y tiene fuertes lazos económicos y sociales con la leonesa.
Así, León encabeza la pérdida, con 4.683 habitantes menos desde el comienzo de la década (2021), seguida por Zamora con 2.192 y Salamanca es la que menos pierde con tan sólo 183. Palencia, en la región de Castilla La Vieja es la única provincia que desciende, con 1.083 habitantes menos. Sin embargo, las demás castellanas aumentan, con Valladolid liderando y ganando 5.576, Burgos le sigue con 3.698, Segovia con 2.994 y Ávila (pegada a la Región Leonesa) con 1.565.
Hay dos detalles a destacar, que mientras en el País Leonés pierden habitantes las tres desde el comienzo de la década (2021) Salamanca se ha comportado aumentando población los dos últimos años con 804 habitantes más en 2023 respecto a 2022 y con 463 más en 2024; eso sí, concentrados el 95% en su capital. El otro es el comportamiento en la zona castellana de Soria, una provincia que siempre se tiene en la mente de toda España como un desastre poblacional, que ha aumentado en esta década en 1.283 habitantes indicando que las soluciones específicas para recibir ayudas especiales de la Unión Europea —que se le niegan a la Región Leonesa desde las Cortes y la Junta en Valladolid, pero que sí promueve que se apliquen allí junto a Teruel y Cuenca como una especie de NUTS-2—, funcionan contra el descenso de despoblación.
Al respecto de la Comunidad Autónoma, el diferencial es que casi gana los mismos habitantes que pierden las demarcaciones leonesas. En total, en estos tres primeros años de la década ha conseguido aumentar en 6.421 habitantes, quedando en 2.391.682 habitantes. Mientras Castilla supera de nuevo la barrera de los 1.450.000 habitantes, la Región Leonesa, que a finales del siglo XX tenía más de un millón de habitantes (1.050.000), está a punto de perder los 940.000.