León y Castilla por separado habrían recibido como mínimo un 40% más en el reparto de fondos europeos por la Covid

La unión de las dos regiones de León y de Castilla en una sola autonomía resulta perjudicial para ambas, incluso más para la castellana que para la leonesa, en el reparto de los Fondos para la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (REACT-EU) por la pandemia del coronavirus. Una comparativa con otras autonomías indica que habrían recibido, como mínimo, un 38,8% más sólo por cuestiones poblacionales si fueran dos autonomías distintas.

Una Comunidad Autónoma leonesa de tres provincias (León, Zamora y Salamanca) obtendría 163 millones, y una de seis provincias castellanas 302, hasta totalizar 465, en un cálculo conservador. Mientras que la actual de Castilla y León recibirá 335 según el último reparto del Gobierno de estos fondos europeos de recuperación. La actual birregional es la que menos dinero obtiene por habitante (139 euros), mientras que la media nacional es de 213.

Esto se puede observar sólo con comparar los fondos recibidos de otras autonomías similares a las resultantes de la población actual de una hipotética autonomía leonesa, con 956.272, y las seis provincias castellanas restantes (1.438.646). De haber sido Castilla La Vieja con Cantabria y La Rioja, llegaría a los 2.341.465, un poco más de los mismos que tiene la actual autonomía birregional con 2.394.918.

En primer lugar, las autonomías cercanas a un millón de habitantes, comparadas con una comunidad leonesa son Asturias (1,02 millones) y Extremadura (1,06). El Principado obtuvo 196 millones y la comunidad extremeña 187; entre 192 y 175 euros por habitante. Haciendo un cálculo aproximado, y tirando a la baja con 170 euros por habitante, las tres provincias leonesas habrían dispuesto de unas ayudas de 163 millones de euros. En la media española por habitante, unos doscientos millones.

Dividiendo los 335 millones que se le concedió a la Comunidad de Castilla y León entre sus nueve provincias (139 euros por habitante), cada una de ellas recibiría 37,2 millones, con lo que las tres leonesas tendrían 111,6. Así el País Leonés hubiera obtenido 53,4 millones más en la opción más baja de 163 millones de euros. Siempre que se repartiera estrictamente de forma provincial, ya que hay que recordar que los presupuestos de la Junta consignen todos los años un 40% de fondos no provincializados que terminan repercutiendo en sus servicios centrales de Valladolid; lo que rebajaría la cifra a 67 millones de euros, casi cien millones de euros menos en el hipotético reparto perjudicial y 133 en el beneficioso.

Siendo una comunidad autónoma distinta a la actual y recibiendo 163 millones, la Región Leonesa repartiría 54,3 millones entre las tres demarcaciones administrativas, 17 más comparado en el mejor de los casos y bastante más del doble (32 millones) en el peor.

Por población respecto a las seis provincias castellanas debería recibir 134 millones de los 335 consignados: 44,6 millones por provincia, lo que ya supone 7,4 millones más que el reparto entre las nueve actuales, pero aún otros siete menos que por separado.

Reparto por provincias

La propia provincia de León debería recibir con el reparto real decidido por el Gobierno de la nación, por población, unos 64 millones de euros de los 335 consignados a la actual Comunidad; Zamora, unos 24 y Salamanca 46 (reducibles a 39, 14 y 27 si se aplicara el 40% de gasto no provincializado que suele efectuar la Junta en sus presupuestos). Las tres tendrían 134 millones. Sin embargo, con una autonomía leonesa propia los fondos se repartirían poblacionalmente en 78 para León, 29 para Zamora y 56 para Salamanca.

Es decir, ganaría aún así la Región Leonesa 30 millones como mínimo respecto al reparto actual. La media provincial aumentaría aún más si hubiera recibido los doscientos millones con 213 euros por habitante (y habría conseguido 88,4 millones a mayores toda la Región Leonesa).

En el caso de un León Solo, la cuenta es sencilla comparando la provincia de 453.349 habitantes con Cantabria (582.905), que recibe 96 millones y La Rioja (319.914), que obtiene 65. La primera reparte 165 euros por habitantes y la segunda 203. Un mera aproximación por el cálculo de la vieja apunta a que una autonomía uniprovincial de León estaría por encima, como poco, de los 75 millones en el reparto, pudiendo llegar a los 90 (el 46% de lo que recibe Asturias). Sería como mínimo el doble del reparto provincial actual entre las nueve de la actual autonomía o el doble que por población.

Castilla pierde más junto a León que sola

Los datos son aún más perjudiciales para la región de Castilla en esta autonomía que para la leonesa. Comparada con Aragón, con 1,33 millones de habitantes, o Murcia con 1,51 también sale perdiendo. Con sus 1,44 millones de habitantes sin la Región Leonesa, recibirá con el reparto actual entre 201 y 224 millones de euros (por población la primera y en reparto entre nueve provincias la segunda cifra) mientras que la aragonesa 267 y la murciana 258.

Cosa que empeora con las Islas Baleares que se llevan 300 millones con 1.171.543 habitantes... o con Castilla-La Mancha que se lleva 486 millones con 350.000 habitantes menos o Canarias que con 2,17 millones de personas recibe 630.

Es decir, que Castilla y León, con más población que estas dos últimas tiene 151 y 295 millones menos de ayudas para la recuperación de Europa en el reparto. Incluso siendo superior en población al País Vasco (2,2 millones de habitantes) recibe 189 millones menos y hasta Galicia (2,17 millones de personas), que es una de las peores tratadas en el reparto con 163 euros por habitante) tendrá 106 más.

En comparación, y tirando por lo bajo con 210 euros por habitante (la media española son 213), una comunidad castellana de seis provincias debería recibir 302 millones de euros. Es decir, entre 99 y 76 más que en el reparto real. Así las dos autonomías de León y de Castilla por separado recibirían 465 millones, una cifra más cercana al País Vasco (426) y a Galicia (441).

¿Y si fuera Castilla La Vieja?

Y si fuera la autonomía de las ocho provincias de Castilla La Vieja, aún podrían recibir hasta cien millones más llegando ésta a los cuatrocientos.

Sumando una del Reino de León ambas podrían haber llegado a los 565 o incluso 600, entre un 67% y un 79% más en las mejores condiciones de poder político de estas dos viejas regiones cuna de España.

En repartos estatales, mejor separadas que unidas

Pese a todo, es cierto que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, protestó por el reparto de 335 millones, considerando que al menos la comunidad autónoma actual debería recibir el doble, pero los números comparativos muestran la importancia de la presencia política administrativa propia de cada una de las regiones de la actual en el mapa autonómico.

El reparto sería mucho más justo, al dividir esos 130 ó 215 millones más a recibir restándolas del total que han recibido las 16 comunidades autónomas restantes.

Es decir, mejor separadas que juntas para afrontar la crisis que ya se sufre por la pandemia del coronavirus; y casi seguramente en cualquier otro tipo reparto estatal. Las matemáticas y la realidad de tener autonomía administrativa propia a la hora de que un territorio cuente con cierta igualdad de condiciones con las existentes lo dejan bien claro. El resultado actual resulta aberrante económicamente por la falta del peso político estatal que les correspondería separadas tanto para León como para Castilla.