Caboalles de Abajo viste sus mejores galas para celebrar el Día del Valle de la Libertad

Frontal de la Capilla de San Roque de Caboalles de abajo en el Día del Valle de la Libertad.

Luis Álvarez

La localidad lacianiega de Caboalles de Abajo está de celebración este sábado por la quinta edición del 'Día del Valle de la Libertad', que recrea los hechos de 1270 cuando el Rey Alfonso X 'El Sabio' otorgó a los vecinos de Laciana su Carta Puebla.

Durante estos últimos días, miembros de la asociación Iniciativas Culturales de Caboalles de Abajo (Inculca), vecinos y voluntarios han estado engalanando calles, edificios públicos y casas particulares, con colgaduras, pendones, banderas, banderines y pancartas, convirtiendo el pueblo en su totalidad en un espacio festivo, lleno de colorido, envuelto de una apariencia alegre a inusual a lo largo del resto del año y logrando su propósito, de dar un realce cada año mayor a esta celebración que promueven.

Cada año más vecinos y también forasteros se suman a las recreaciones y teatralizaciones, que a lo largo de la jornada se van realizando por distintos lugares del pueblo: misa, pregón, visitas guiadas, mercado, campamento infantil, exaltación de pendones, desfiles y homenajes, para finalizar con la cena medieval.

Prácticamente la totalidad de los vecinos útiles y que disponen de posibilidades y tiempo de ocio en ese día, se suman a la celebración alcanzando ya en la pasada edición los 350 participantes, ataviados con sus ropas de época, en una localidad de algo menos de 900 habitantes censados. Inculca, ha promovido durante el último mes un taller gratuito de confección de indumentaria medieval, para que los que lo deseasen pudiesen confeccionarse sus propios vestidos para esta celebración.

La misa a las 11.30 en el viejo templo de Santa María, con la presencia activa de la Coral Santa Bárbara y el pregón en el atrio del templo al finalizar la celebración litúrgica fueron los actos de apertura del 'Día del Valle de la Libertad', que complementan un mercado en el barrio de El Puente, un campamento infantil para entretener a los niños y dar libertad a los padres para un paseo o para acudir a las visitas guiadas por el patrimonio monumental y etnográficos del pueblo: iglesia, capillas, casas singulares, puentes, pilones o molinos.

Por la tarde la teatralización de la entrega de la Carta Puebla por el Rey Sabio a la comisión vecinal que acudió a Burgos, tanto a demandar como a recoger el documento, que convirtió al territorio en un área de realengo. Una merced real que satisfacía las peticiones y querellas de los lacianiegos, pues según recoge el texto del privilegio: “Porque los omes de la tierra de Laziana se nos embiaron querellar muchas vezes que recibían muchos males e muchos tuertos de caualleros e de escuderos e de otros omes malfechores que les rouaban e tomauan lo suyo sin su plazer, epidiéromnos merced que diésemos un lugar qual touiésemos por bien en que poblasen e les otorgásemos los nuestros regalengos e los nuestros derechos que aviemos en esta tierra sobredicha e que nos darían lo que touiésemos por bien”.

El desfile de pendones y de los personajes que intervienen en la teatralización de estos actos, pondrán fin a la jornada callejera del día, dejando el colofón a las celebraciones de este día para la cena medieval, que se celebra en los jardines del hogar de pensionistas La Chaniecha y que contará con un mantenedor excepcional en la persona de don Aniano Bobis González, presidente de la Casa de León en Sevilla.

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