Llámalo rescate, llámalo préstamo

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha sido el encargado de anunciar el rescate español.

Antonio Vega

El encargado de dar la cara ha sido el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien en rueda de prensa ha confirmado lo que era un secreto a voces desde este viernes, y el Gobierno medio negaba medio confirmaba. Hay rescate a España aunque el ministro lo ha llamado préstamos, en condiciones “muy favorables” según de Guindos. El ministro ha señalado que no hay condicionalidades más allá de las que se impondrán al sector financiero, al contrario que sucedió en los rescates a otros países. La cantidad máxima a la que puede aspirar España es de 100.000 millones de euros.

El Gobierno ha destacado el apoyo de Europa y del FMI a sus reformas, incluída la financiera, y ha aludido a su obligación de defender el euro por encima de cuestiones nacionales. La tensión de los mercados es una de las causas por las que el Gobierno “solicita financiación europea para recapitalizar el sector financiero”. Según se ha acordado con el Eurogrupo el préstamo, que se hará a través del FROB, se destinará exclusivamente a este sector. La cantidad será suficiente para garantizar la recapitalización más un margen de seguridad amplio que garantice que no hay problema de fondos. Considera el gobierno que las necesidades de capital son “manejables”, según los datos del FMI.

De Guindos ha evitado usar la palabra rescate en su comparecencia.

El Gobierno se ha esforzado en no comparar el rescate español con el efectuado con Irlanda, Portugal y Grecia al estar limitado a una ayuda a la banca y no a todo el Estado, aunque es éste quien solicita la ayuda a Europa, a través del Fondo de Reestructuración Bancaria.

Del que no se sabe nada es del presidente Mariano Rajoy que el pasado 28 de mayo, en su primera rueda de prensa como presidente, prometió alto y claro que no habría rescate para la banca española. Según fuentes de Moncloa habría hablado con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, para informarle sobre el rescate español. El líder del PSOE advirtió en la jornada de este sábado que el dinero público que se preste a las entidades financieras “debe volver a las arcas públicas” y que no pueden “pagar justos por pecadores” cualquiera que sea “la fórmula que se utilice”.

Tras terminar la reunión de este sábado de los 17 países del euro, vía teleconferencia, se determinó que España podría acceder a un máximo de 100.000 millones de euros, aunque se duda que la cifra final alcance ese montante total. En la dura negociación con el Eurogrupo España ha intentado evitar asumir nuevos compromisos de ajuste de las cuentas públicas ya que el rescate se destinará íntegramente al sistema bancario. Los socios europeos impondrán nuevas condiciones al sistema financiero español como contrapartida y España se verá tutelada por el FMI en su actividad económica.

El rescate se ha visto forzado tras la publicación, con dos días de adelanto, de los datos del FMI sobre los bancos españoles. En ese informe el FMI resaltaba que el 70% de la banca nacional no tiene problemas pero un 30% los tiene muy graves por los créditos de dudoso cobro, que provienen sobre todo del sector inmobiliario. El FMI estimaba en 38.000 millones de euros las necesidades de capital del conjunto de los bancos españoles, incluyendo lo inyectado a las nacionalizadas Bankia, Catalunya Caixa y Novagalicia Banco, en el mejor de los casos. En el peor se necesitarían unos 58.000 millones de euros.

En las redes sociales durante la tarde se ha criticado duramente este rescate español con el hastag #noesunrescateesunsaqueo y además se ha cuestionado la conveniencia de que Rajoy mantenga en su agenda viajar a Polonia a ver el primer partido de España en la Eurocopa, ante Italia.

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