Javier González Teijón, un campeón del mundo satisfecho y sosegado

Javier González Teijón, campeón del mundo junior de balonmano en Villablino, su localidad natal.

Luis Álvarez

Con tan solo 21 años ya tiene en su boca el regusto de los triunfos en el deporte. No es para menos este verano se ha proclamado campeón del mundo con la selección española de balonmano junior y como anticipo el verano pasado con el mismo grupo se coronaron campeones de Europa. Estas exigencias le han obligado a tan solo disponer de una semana de vacaciones de verano este año y lo mismo el anterior, los éxitos a “veces tienen un peaje caro”, para disfrutar con sus padres en Villablino y con sus amigos de infancia.

Javier González Teijón dejó la casa de sus padres en Villablino con tan solo 14 años, para incorporarse al equipo cadete del Ademar de León. Antes estudiaba y jugaba en su tierra, en Villablino, primero como alevín y dos años más en categoría infantil. Un paso difícil, que con esfuerzo y sacrificio consiguió superar, en las categorías inferiores del Ademar hasta juvenil, luego al equipo de la Universidad de León – Ademar y el pasado año ya con ficha en el primer equipo, “con poca presencia en las convocatorias, quizá este año con un competición más, la Champions, tenga más oportunidades en el primer equipo”. Estos siete años han pasado volando.

Pasada esa semana de vacaciones extras está ya incorporado de nuevo a la disciplina del Ademar y a los entrenamientos de sesión doble, de mañana y tarde, “luego durante el curso escolar a los que estamos estudiando nos permiten concentrar los entrenamientos en sesiones de tarde, la sesión técnica en pista y el gimnasio, antes o después”. Y es que pese a vivir lejos de sus padres, es un buen estudiante este año comienza el cuarto curso de INEF en la Universidad de León, ha sabido y sido capaz de hacer compatibles estudios con deporte.

Es consciente que la vida del deportista “es mucho trabajo y disciplina, un poco de suerte y tratar de aprovechar las oportunidades que se te presentan”. ¿Hombre, lo de la suerte parece secundario?, “no... influye, que no tengas lesiones, que Isidoro Martínez esté en León y nos conozca más, sepa como entrenas, te de más confianza, son un montón de factores en que la suerte tiene un componente importante”.

Regresa este año con más ilusión y ganas, y sabe que estos éxitos de la selección son un aliciente especial para una exigencia aún mayor. La experiencia de Argel este año ha sido “muy bonita, la organización perfecta, las medidas de seguridad apenas nos permitían salir del hotel, pero bueno lo celebramos al final con una cena que nos dieron en un restaurante y luego en la piscina del hotel”. Algo apenado porque sus padres no hayan podido acompañarlo a lo largo del campeonato mundial, pero “les recomendaron que no acudiesen porque la seguridad para los acompañantes no se la podían garantizar”.

El desarrollo del campeonato del mundo fue espectacular para el combinado español ganando todos los partidos a Brasil, Rusia, Burkina Faso, Macedonia y Túnez en la fase de grupos, a Argentina en octavos, a Hungría en cuartos (“eran auténticos armarios, con una envergadura muy grande”), a Alemania en semifinales y a Dinamarca en la final con prórroga incluida.

Sigue siendo el neno espigado (1,99 m.), apacible, recatado, poco hablador, y excelente persona que conocimos de pequeño en Villablino, los que le tratamos más. Trabajador disciplinado, obediente, sin causar nunca ningún problema. Suerte Javier, que el resto ya te encargas de ponerlo tu.

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