Gervasio Sánchez ha mostrado el lado más oscuro del ser humano
Hay pocas veces en las que el ser humano se conmueve con las palabras de su interlocutor. Esta semana, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León ha contado con la presencia de Gervasio Sánchez que es el autor de la exposición Desaparecidos.
El fotoperiodista ha desarrollado una labor encomiable, explicando a los visitantes de su muestra los significados de su exposición fotográfica. Los alumnos de diversos centros educativos de la ciudad han pasado por la muestra. Este pasado jueves fue el momento del Colegio La Asunción de León. Durante el recorrido Gervasio analizó el concepto de 'desaparecido'. Todos conocemos el significado del adjetivo, pero no nos detenemos en lo que hay detrás de una desaparición en un proceso bélico o en un conflicto.
Gervasio Sánchez, galardonado periodista, se despoja de todos esos premios para bajarse a la arena y plantear el drama social que se vive en cualquier parte del mundo a todo aquel que ha querido escucharle. El cono sur de América, Asia, África y Europa e incluso la provincia de León, han sido territorios donde los desaparecidos se han convertido en moneda de cambio de los seres humanos que utilizan las armas y la violencia para imponer su voluntad.
Revisar diferentes casos, en cualquier parte del planeta, donde una familia sufre por la desaparición de uno de sus miembros. Narrada en primera persona, por el autor de unas fotografías, que te incitan a reflexionar sobre la barbarie del ser humano. Sirven para que los visitantes de la muestra sientan cómo se encogen sus corazones fruto de la excelente, cercana y cruda exposición de los acontecimientos que realiza el fotoperiodista. El propio autor reconoce haber perdido algo de sí mismo al vivir todas las situaciones que narra en la exposición.
El periodista reflexiona sobre su profesión pidiendo a todos sus colegas involucrarse en las historias que cuentan para dar una visión con decencia. Para Gervasio, el periodista debe estar al servicio de la sociedad denunciando lo que ocurre y no al servicio del poder.
Una hora y media de entregada dedicación y sufrimiento, para entender desde muy cerca las miserias del ser humano, porque la vida no solo está llena de momentos felices.
