Prueban la capacidad de un fármaco para revertir la fibrosis en el miocardio en pacientes con estenosis aórtica

El Instituto de Ciencias del Corazón (ICICOR) lidera un estudio, en el que participan más de diez hospitales de España, para comprobar si la administración precoz de un fármaco puede revertir la fibrosis en el miocardio tras la implantación de una prótesis a través de catéter en pacientes con estenosis aórtica. Se trata de un fármaco que ya es genérico, que puede reportar muchos beneficios al conjunto del Sistema Nacional de Salud.
El estudio se centra en investigar qué más se puede hacer para mejorar la supervivencia de los pacientes con estenosis aórtica, para aumentar su esperanza de vida y mejorar la calidad de esta, tras el implante de una prótesiss por medio de un catéter. El desarrollo de este problema valvular se produce a lo largo de varios años y causa unas secuelas en el miocardio que no siempre se pueden recuperar, pese a reparar la válvula. Esto incluye una fibrosis del músculo que lo hace más rígido y, a la larga, deteriora la contracción cardiaca, lo que causa fatiga en los pacientes y reduce su supervivencia.
“Tras colocar una TAVI -prótesis percutánea aórtica-, los pacientes siguen teniendo alta probabilidad de problemas: insuficiencia cardíaca, arritmias, ictus. Creemos que con el fármaco estos problemas disminuyen de forma importante. Lo más interesante es que es un estudio huérfano, sin interés para la industria pero con mucho para el sistema”, explica a Ical Alberto San Román, encargado de dirigir este estudio y responsable del Icicor.
El estudio, denominado RASTAVI, reclutará a 250 pacientes con estenosis aórtica y se prolongará durante tres años. A la mitad se le administrará el fármaco, denominado Ramipril, y a la otra mitad, el tratamiento habitual. El primer año se centrará en comprobar las mejoras en el ventrículo izquierdo -mejor función y bomba y menor dilatación. “Lo que queremos ver es si durante estos años los pacientes tratados con esta medicación sufren menos eventos”. Si se confirma que los pacientes mejoran, el medicamento se incluiría en la lista de recomendaciones oficiales para que se prescriba tras la intervención quirúrgica.
El Icicor lidera todo el estudio. Desde su diseño, a la puesta en marcha, análisis de imagen, datos, etc. El resto de centros se encargarán de reclutar pacientes. La mayoría están en fase de aprobación, y la previsión es que en un par de meses comiencen a seleccionar pacientes, para que el estudio despegue a principios de año. En la lista figuran los hospitales Gregorio Marañón, el Clinic de Barcelona, Vall d´Hebrón, el Puerta Hierro, el Hospital Álvaro Cunqueiro, el Hospital U. Central de Asturias, el Clínico San Carlos, el Hospital Virgen Victoria, así como el Clínico de Santiago, y la Fundación Jiménez Díaz. También, podrían sumarse el Virgen de la Arrixaca, de Murcia; Can Ruti de Badalona, y el Hospital Son Llatzer, en Palma de Mallorca.
Esta línea de investigación se completa con otras que se desarrollan desde el Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario, dedicadas a las prótesis aórticas a través de catéter. Entre ellas figura el estudio Mare, dedicado a controlar el ritmo del corazón de estos pacientes una vez que están en su domicilio gracias al implante de un pequeño artefacto inyectable bajo la piel, y el estudio Atlantis, que busca determinar en qué pacientes hay que anticoagular para prevenir trombos y cuál es el mejor medicamento para ello.