Las obras de peatonalización en el Espolón arrasan parte de la Ruta de Fósiles Urbanos de León

El antes y después del pavimento de Puerta Castillo y uno de los fósiles gonatites perdidos.

Jesús María López de Uribe

La Ruta Paleontológica de Fósiles de la Ciudad de León, que el propio Ayuntamiento publicita y utiliza como actividad cultural –la última vez en mayo durante la Semana del Mayor– ha resultado arrasada en parte con las obras de peatonalización del Espolón y los expertos temen que las dos actualmente en marcha (las de la Plaza Mayor y el Parque del Cid) también hagan perder a la ciudad parte de su rico patrimonio natural en forma de fósiles que se destacaban en ella.

La repeatonalización de Puerta Castillo en el Espolón, financiada con fondos europeos, se ha llevado por delante las lascas rojas de piedra griotte (procedente de las montañas leonesas) con espectaculares muestras de goniatites, un fósil de cáscara con forma de nautilus de 450 millones de años, que han desaparecido sin que se sepa dónde están.

Una situación que los aficionados a la paleontología urbana –por la que la ciudad de León es bastante conocida por la publicación de la Guía de Fósiles Urbanos en 2011 por parte de la Universidad de León en colaboración con la extinta Editorial Everest– se teme que se repita en las obras de remodelación tanto de la Plaza Mayor como el Parque del Cid.

Precisamente la paleontóloga Esperanza Fernández, del Departamento de Geografía y Geología de la ULE, recuerda que esa fue “la primera guía de fósiles urbanos que hubo en España, que se ha utilizado para muchas cosas, los han utilizado desde el Ayuntamiento para hacer rutas de fósiles con gente mayor, colegios y asociaciones”.

Fernández confirma que se han perdido los fósiles del Espolón y teme que hayan desaparecido en más lugares de la ruta por la ciudad. “Ha sido de lo más perjudicado, sobre todo las lajas que había en el entorno de la fuente, porque son de una roca leonesa encima, muy característica de León, la griotte, la misma con la que está hecha la iglesia de Lois, y bueno, de muchos pueblos de León que tienen un aspecto rojo característico. Muchas rocas de los suelos de León, antiguos o relativamente antiguos, son de ese tipo y tienen fósiles. El entorno del Espolón era uno de ellos, también en la plaza Torres de Omaña, que fue la primera que cayó con las obras, y desde luego el Parque del Cid, que tenía un caminito con tres lajas, con unos fósiles muy buenos, y yo imagino que ya no estén”.

Fósiles perdidos al no tener protección patrimonial

Preguntado el Ayuntamiento de León por esta desaparición, confirma que no se tuvo en cuenta la conservación de estos goniatites en las obras del Espolón, asegurando que “los fósiles no son elementos a conservar. Se trata de un material constructivo, no arqueológico, y es habitual encontrar en este tipo de materiales pétreos, como la piedra caliza”.

Sin embargo, “al no estar protegidos de forma legal de ninguna manera. No existe ninguna figura urbanística ni patrimonial ni ninguna otra figura legal que afecte a ningún elemento palenteológico en la ciudad”, exponen desde el Ayuntamiento.

Una circunstancia que reconoce la experta de la Universidad de León, que “sólo están protegidos los fósiles que forman parte de edificios de Bien de Interés Cultural, porque las rocas de, por ejemplo, San Isidoro, que los muestran obviamente no se pueden tocar”. Y aún así los mismos paleontólogos han reclamado que se solvente, porque se da la paradoja de que los fósiles de gran tamaño no están protegidos pese a existir un mercado aficionado en el que algunos de las piezas desaparecidas podrían llegar a pagarse por unos 40 euros.

Según Fernández “en el Espolón había gonatites, preciosos, la verdad, y muy bien conservados, y aunque en teoría los fósiles españoles no se pueden vender en el mercado, otra cosa es que los vendan, que sí, que hay gente que los vende y aunque no sean elementos económicamente valiosos, estas cosas se venden mucho. Sobre todo si son muy bonitas”.

Las obras en la Plaza Mayor y el Parque del Cid

Fuentes municipales apuntan, al respecto de los temores de que también se pierdan fósiles en la obra de repavimentación de la Plaza Mayor y alguno que otro más notorio en la remodelación del Parque del Cid que “el pavimento que se está reponiendo data de principios del año 2000 y el de los soportales, que pudiera tener ese valor patrimonial,no es objeto de esta intervención ni se verá afectado por la misma. En todo caso, el material en la plaza Mayor que es reutilizable se está paletizando al efecto”.

“En cuanto a la actuación en el Parque del Cid –continúan– indicar que la zona con las losas que ahora se está reparando responde a actuaciones sucesivas que se hicieron desde los años 50, fundamentalmente luego en los años 80, que fueron sustituyendo esos pavimentos terrizos con losas de Riaño, siendo en el año 2000 la última de las actuaciones. Los trabajos que está llevando a cabo el Ayuntamiento en el Cid es básicamente la regularización del pavimento por cuestiones de accesibilidad. Se mantiene el 80% del pavimento anterior intacto y se está colocando nuevo en las zonas donde es irrecuperable, de las mismas características al ya existente”.

Pérdida de las rocas ornamentales leonesas

Sin embargo, las obras que se están realizando esconden otro problema que Esperanza Fernández pone de manifiesto: la pérdida de las rocas ornamentales propias de León. “La caliza, griotte, la caliza roja que tiene León, es parte de la identidad de León ciudad y de otros lugares. Me parece una pena cambiar esta roca, pero si se tiene que hacer, pues porlo menos se podrían recoger las piedras que tengan esos fósiles y colocarlas en algún sitio. Por ejemplo, en el Parque del Cid no les cuesta nada coger lastres lajas que había en el suelo y colocarlas, por ejemplo, en un extremo del parque con un pequeño cartelito que indique los fósiles que se pueden ver”.

Además critica la repeatonaliación del Espolón: “Me parece absolutamente innecesaria porque la piedra esa además aguanta bastante bien. Y porque no es deslizante, como decían, sí que habían colocado unas calizas que estaban trabajadas y esas sí que eran deslizantes, pero la caliza griotte esta que es una roca que es barata cuando la compras en lajas, es una roca que está en muchos sitios y no desliza, es muy buena. De hecho nosotros en el campus tenemos varios caminos así, no es nada deslizante pero se ha cambiado pues por rocas que proceden de fuera de la provincia, con lo cual quieras que no, León ciudad va perdiendo esa idiosincrasia que tiene por su historia y por su localización”. Además, corrige al Ayuntamiento indicando que la mayoría de los fósiles en la Plaza Mayor “se encuentran en la zona central que se está renovando. Se veían amonoideos en rocas procedentes de las zonas béticas que estaban pulidas y por ello esos fósiles se observaban muy bien por los cortes”.

Sobre la pérdida de estos puntos de la Ruta de Fósiles Urbana de León, la experta afirma que le “da pena porque de alguna manera León tiene lo que tiene y esto es un elemento más que puede enseñar”. “De acuerdo que tenemos una catedral, tenemos un San Isidoro, tenemos un León romano, pero tenemos también esto y hay personas que se interesan por esto. Entonces, destruir una cosa que tenemos, aunque tenga poco valor económico o aunque no sea especialmente llamativo o aunque científicamente no aporte mucha información, me parece una tontería”, expone.

Y recuerda que “durante varios años en la oficina de turismo de León hubo un folleto, antes de que sacáramos el libro, con tres rutas por León de fósiles y se entregaba en la Oficina de Turismo”.

“Le recordaría al Ayuntamiento de León que tuviera más cuidado a la hora de realizar estas intervenciones. Es un elemento turístico más. ¿Por qué lo vas a desperdiciar?”, termina.

Si quieres consultar el libro de la Ruta de Fósiles Urbana de León descárgalo pinchando aquí

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