Manda huevos, MasterChef

David MasterChef 4

Nuria V. Martín

En el último programa de MasterChef la prueba de presión tuvo tres fases con el huevo como protagonista. Los aspirantes que peor lo hicieran se subirían a la galería sin poder optar a una clara ventaja en la prueba de exteriores si fueran el mejor. A pesar de la montaña de huevos que aparecieron en la cocina, en la primera misión cada uno tuvo sólo una oportunidad para pocharlo con la mirada de los jueces pegada en sus nucas, ya que sólo había una cocina a la que iban subiendo de uno en uno. Aunque el sueño de David, estudiante de INEF y descendiente leonés, es llenar una piscina de huevos fritos y nadar en ellos su creación le descalificó nada más empezar junto a Pablo. La siguiente etapa era hacer un huevo frito con puntilla que no supieron hacer Virginia ni Rocío. El último reto era hacer una tortilla francesa perfecta, un cocinero del restaurante de Jordi les enseñó, e indiscutiblemente el que mejor mano tuvo con los huevos fue Ángel, a pesar de las críticas del grupo andaluz.

Antes de enfrentarse a la prueba de exteriores, donde uno de los aspirantes abandonará MasterChef, tuvieron una masterclass en una panadería con un diseñador gráfico reconvertido en panadero. Pero la miga del programa estaba en la Mutua Madrid Open donde cada uno tuvo que cocinar un plato creado por los jueces para veinte comensales. Feliciano López, Manuel Santana, David Ferrer, Conchita Martínez y Teresa Perales, fueron algunos de los deportistas que se dejaron ver por las cocinas para motivar a los aspirantes que se jugaban la primera expulsión, incluso la nadadora se animó a hacer un brunch.

Ángel como mejor en la prueba anterior eligió primero el plato que quería hacer él y repartió el resto entre los demás. Intentó seguir una estrategia olvidando las amistades, como la que tenía con David dentro de la casa.

El plato que le designo su supuesto amigo era de tal dificultad que Jordi tuvo que enseñarle la técnica de emplatado y ayudarle con el rodaballo. Al final de las elaboraciones los chef tuvieron que meter mano para salvar casi todos los platos. Ángel, que supo utilizar su ventaja, y las gemelas, a pesar de sus problemas y lloros en cocina, se libraron de la expulsión. Suerte que no tuvo Pablo, el iluminaty, que fue eliminado por recibir mucha ayuda de Jordi. Entre los restantes puntuaron de peor a mejor para la prueba de eliminación.

Rocío, José Luis, David y Natalia se cuelgan los delantales negros. Por orden de mejor a peor en la prueba de exteriores fueron seleccionando entre los carteles “Cómo” “Qué” “Con qué” y “Cuánto”. Rocío eligió España entre varios países, José Luis la miel como ingrediente, David prefirió cocinar con la Turmix y Natalia el 60 entre diferentes números. Una combinación que les dio el plato español que contenga miel y se cocine en una hora en la Turmix que debían elaborar.

Como siempre que le dejan David se tira por el postre, en esta ocasión de miel con cítricos, lo que despertó la curiosidad de Jordi, para variar. El tiempo les pilló los dedos a todos, dejando los platos a medio gas. La ambición de David hizo que desapareciera su sonrisa presentando un quiero y no puedo, por tonto según Jordi. Sin embargo, el desastre culinario de Natalia fue lo que le dio una semana más al “leonés” reenganchado en MasterChef.

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